Hasta el próximo 23 de junio el Centro Hispanoamericano de Cultura (CHC) ofrece la posibilidad de apreciar una exposición personal de Servando Cabrera Moreno (La Habana, 1923-1981), uno de nuestros artistas de mayor prestigio, cuya obra se desmarca conceptual y estilísticamente de las tendencias imperantes en su época.
De “figura aislada dentro de la plástica cubana” lo calificó la Dra. Graziella Pogolotti, aludiendo a ese andar en solitario fuera de las tradicionales clasificaciones, a lo que se sumó, además, el que, a tono con los prejuicios imperantes entonces, fuera excluido de los espacios institucionales por su orientación sexual y por ser desde los años 70 uno de los precursores del homoerotismo en el país.
De la serie de plumillas La soledad del autorretrato, toma el título la muestra inaugurada en la Sala Cernuda del CHC, en el contexto de la XI Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, coincidiendo también con el aniversario 95 del natalicio del pintor, el próximo día 28.
Dichos dibujos los realizó Cabrera Moreno en 1977, una década después de haber sufrido el primer infarto cardíaco, etapa en la que el autor confesó afianzarse a la vida con alegría. Por cada cumpleaños suyo y quizás como una íntima celebración, el artista produjo una de estas piezas hasta sumar 54.
En el Museo Biblioteca que lleva su nombre, una de las instituciones coauspiciadoras de la actual exposición, hace cinco años se exhibieron por vez primera algunas de dichas obras en la muestra titulada Epifanía del cuerpo, organizada como parte de las acciones que se desarrollaron en el país por el aniversario 90 del autor de las Habaneras.
De la antes mencionada serie, también conocida como Cumpleaños, ahora reaparecen otros catorce dibujos, gracias a la colaboración de la Fundación Los Carbonell, colaboradora asimismo de este proyecto junto al Museo Nacional de Bellas Artes y la NG Art Gallery, a los que pertenecen parte de los casi veinte óleos sobre tela que fueron igualmente incluidos.
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