Convocado por la Sección de Literatura Histórica y Social de la Uneac, sesionó en la Sala Villena el coloquio Homenaje a Fernando Ortiz en el 50 aniversario de su muerte, con la presencia de un nutrido grupo de investigadores, profesores, historiadores y seguidores de la obra del sabio cubano.

Las palabras inaugurales, a cargo de Ivette García González, propiciaron la intervención del Presidente de Honor de la Uneac, Miguel Barnet Lanza: un acercamiento al mundo cotidiano de Ortiz a través de anécdotas de quien es considerado, además de un amigo cercano, uno de los más fieles partidarios de la obra del Tercer Descubridor de Cuba, como lo calificara Juan Marinello y quedara acuñado para la Historia y la Cultura Nacional.

Como forma de socializar la labor de la Fundación Fernando Ortiz, institución cultural de carácter público y civil que se dedica al estudio y divulgación de la obra del sabio cubano, así como el desarrollo de investigaciones científicas sobre la identidad cultural cubana, José Antonio Matos Arévalo destacó los resultados editoriales de Catauro —primera revista de antropología en Cuba— y las colecciones La Fuente Viva, Fernando Ortiz y Perfil Libre. Dedicó especial énfasis a la más reciente publicación de la correspondencia de Fernando Ortiz, compilación y notas de Trinidad Pérez Valdés.

En representación del Centro Nacional de Superación para la Cultura, el Canal Educativo, el Comité Cubano de la Unesco Ruta del Esclavo y la Cátedra Unesco Cultura y Desarrollo, Aymée Ma. Borroto Rubio presentó el audiovisual Manos negras que construyeron La Habana, realizado por Arlén Calderón para el programa Punto de Partida, con la colaboración del Museo Casa de África y su especialista Inaury Portuondo. En él se destaca la importancia de los africanos esclavizados y sus descendientes en ámbitos que generalmente quedan invisibles u olvidados: los procesos constructivos fundacionales, incluido el legado aportado desde las expresiones del patrimonio cultural inmaterial.

Un panel multidisciplinario sirvió de colofón al evento: Zuleica Romay Guerra (Casa de las Américas), Sergio Valdés Bernal (Academia Cubana de la Lengua) y María del Rosario Díaz Rodríguez (Instituto Cubano de Antropología), demostraron la valía del legado orticiano desde ámbitos como la ensayística y los estudios lingüísticos, así como los resultados de un estudio que valora sus fondos documentales como testigo de un arduo trabajo en defensa de la cultura nacional, digno de ser propuesto para su inclusión en el programa Memoria del Mundo de la Unesco.

Etnólogo, antropólogo, jurista, arqueólogo, periodista, criminólogo, lingüista, musicólogo, folklorista, economista, historiador, geógrafo… inclasificable en realidad, Fernando Ortiz destaca por haber sabido imbricar en sus estudios las dimensiones todas de la cultura cubana, eso que denominó “un ajiaco” con la mejor de las metáforas posibles para comprender nuestra identidad como nación.

Estudiar, divulgar, aprehender la grandeza y la vigencia de la obra de Fernando Ortiz es todavía insuficiente, y por demás necesario. De ahí la importancia de eventos como este, una tarde del 16 de julio de 2019, en la Uneac.