Miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, declararon a Cubarte sobre el legado que deja el Comandante a los intelectuales, particularmente a los de Latinoamérica.

Stella Calloni, periodista y escritora argentina: “Estos son tiempos de estar despiertos. Él dejó escrito el camino por dónde debemos ir. Él nos enseñó a crear sobre lo creado y a comprender que  no podemos hacer marxismo si no conocemos y manejamos la realidad a la que se enfrentan nuestros pueblos, y que la resistencia se hace con movimientos de vida, no con movimientos de muerte.

Este es un momento muy importante para Cuba. A pesar del dolor y el silencio todos los cubanos saben que Fidel dejó un legado. En nombre del compromiso que cada uno de nosotros debemos asumir frente a Fidel, aunque no lo tengamos físicamente, es saber elegir el camino de la independencia frente al de la neocolonización, y para hacerlo tenemos que saber cuáles son las armas de resistencia permanente que nos enseñó”.

Marilia Guimaraes, destacada escritora y luchadora brasileña: “Fidel es inmortal”: “La consolidación de la Revolución cubana es el legado que nos deja a todos Fidel Castro. A partir de este momento de dolor, no solo para los cubanos,  sino también para los pueblos del mundo, tenemos la obligación de seguir su meta de vida, sus ideas, su espíritu de lucha.

Fidel se nos ha ido físicamente, pero no sus ideas. Fidel nunca va a morir, porque un hombre que construye un mundo nuevo es inmortal. Es cierto que es difícil y doloroso aceptar que no tenemos a Fidel físicamente. No sabemos cuánto tiempo vamos a demorar en aprender a vivir sin su presencia porque es muy difícil. Ya estábamos acostumbrados, no solo los cubanos, sino el mundo entero a que Fidel apareciera en el momento oportuno para decirnos algo nuevo y emprender nuevos caminos. Yo aseguro que van a pasar muchos siglos en encontrar un hombre con la fuerza natural y liderazgo de Fidel”.

Arturo Corcuera, poeta peruano:“A Fidel tenemos que sentirlo vivo”: “La no presencia física de Fidel nos conmueve a todos. El hecho de no tenerlo físicamente, más que sentir tristeza y dolor, tenemos que sentirlo vivo y reconfortado.Estamos seguros que su ejemplo se va a multiplicar y en lo adelante van a ver más fidelistas y defensores de la humanidad. Seguir su ejemplo es el mayor reto que tenemos en lo adelante los intelectuales y los pueblos de América Latina”.