Fusión de culturas: Cuba y Coahuila en la apertura del Cervantino


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Las culturas de México y Cuba quedarán fusionadas, una vez más, cuando mañana 13 de octubre, a las 8.00 pm (hora local), la explanada exterior del Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas, acoja el gran espectáculo que allí protagonizarán las populares orquestas de Juan Formell y Los Van Van y la Filarmónica del Desierto de Coahuila, en la apertura de la 49 edición del Festival Internacional Cervantino, que se extenderá hasta el 31 de este mes en esa ciudad del Bajío, en la región centro norte del país azteca.

Para los cubanos, decir Van Van es como si de algún familiar cercano se tratase. Fundada el 4 de diciembre de 1969, esta banda arribó a su medio siglo con la vitalidad y preferencia popular que caracterizaron sus primeros años, cuya sonoridad no solo es expresión de la idiosincrasia y culturas insulares, sino también de esta región del cálido Caribe.

Su creador y director, el maestro bajista, arreglista, compositor, cantante y productor discográfico Juan Formell (La Habana, 2 de agosto de 1942-1 de mayo de 2014), una de las figuras más importantes de la cultura musical popular cubana del siglo XX y XXI, además de imprimirle un estilo sustentado en la experimentación y la innovación musical, en sus composiciones se inspiraba en la vida de los cubanos, en su cotidianeidad, de la que extraía frases e historias que llevaba a sus canciones.

De tal modo, las piezas de Los Van Van hicieron —y aún hacen con igual vitalidad— mover a bailadores de Cuba y de numerosos países de todos los continentes, entre estos Estados Unidos donde realizó una gira por 25 ciudades (1999), en la que atrajeron a multitudes por su fértil sonoridad en la que se fusionaban desde el rock and roll de The Beatles, pasando por el filin, el jazz, el funk y el son cubano, hasta la música afrocubana.

Desde los primeros clásicos como Pastorita tiene guararey y Marilú, los bailadores cubanos hicieron suyos estas patrimoniales composiciones, cuya nómina sobrepasa las 300 y entre las que son inolvidables muchas otras: La Habana no aguanta más, Artesanos del espacio, La titimanía, El negro no tiene ná, La Habana sí, El negro está cocinando, Esto te pone la cabeza mala, Ven, ven, ven, Yo no le temo a la vida, hasta el último disco titulado Mi songo, presentado el 4 de diciembre del pasado año en homenaje al célebre músico cubano.

Con este CD producido por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), concluyeron las celebraciones por el aniversario 50 de la orquesta. En sus doce temas incluidos se puede disfrutar de un selecto recorrido por algunos de los más sonados éxitos de VanVan, entre estos  Anda, ven y muévete, El buey cansao, Recaditos no, Sandunguera, Azúcar… El título de Mi songo, responde a la mezcla de armonías que prevalece en la música de esta emblemática agrupación, caracterizada por una creación propia que Juan Formell denominó “songo”, y que incluye violines, guitarra eléctrica, flauta, los trombones y trompeta, drums, teclados electrónicos…

El actual director del grupo, Samuel Formell, también baterista y compositor, dijo que todos los músicos que participaron en la grabación estuvieron de alguna manera relacionados con la  obra de su padre. Mi songo contó con prestigiosos invitados como el cantautor Silvio Rodríguez, Alexander Abreu, la rapera Telmary, el cantante de música urbana El Micha, el trombonista estadounidense Jimmy Bosch, el saxofonista César López y el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa.

Los Van Van ha sido escuela de grandes músicos cubanos: los cantantes Pedrito Calvo, Ángel Bonne, Mayito Rivera, y Yeni Valdés; el flautista José Luis, El Tosco, Cortés; el pianista de jazz Cucurucho Valdés y otros.

Tal es la popularidad y el arraigo y sentido de pertenencia que los cubanos profesan por esta banda, que en el argot insular se define la frase de “ser un Van Van” para calificar a una persona que posee buen ánimo, y va por la vida alegre, con fe y optimismo para solucionar los problemas. Por tal motivo, al analizarse la historia del pentagrama musical de esta Isla, no puede obviarse la huella dejada por Juan Formell y su equipo de músicos y cantantes, quienes se han mantenido en la preferencia de varias generaciones.

Acreedora del Grammy Award 2000 con el disco Van Van is here, en el apartado de Mejor Álbum de Salsa, la admirable agrupación cubana ha recibido elogiosas críticas de la prensa nacional e internacional. En 1999, Los Ángeles Times la calificó como “una de las orquestas bailables de mayor influencia en la música afrocubana”; mientras que

The New York Times la catalogó como los Rolling Stones de la música salsa.

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La Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila

El 13 de octubre en el histórico escenario instalado en la explanada de La Alhóndiga de Granaditas, insignia de la identidad y nacionalidad mexicana —donde se gestó la primera batalla insurgente que propició la  Independencia del país azteca—, junto al denominado Tren de la música cubana, estará la prestigiosa Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila de Zaragoza, fundada en el año 2014, reconocida por su extraordinaria versatilidad artística.

De tal modo, en su apertura, el Festival Cervantino igualmente incluirá varias fusiones y ensambles en la presentación de obras de compositores mexicanos como Manuel M. Ponce, de Beethoven y un homenaje a Miguel de Cervantes, entre otras piezas de la Orquesta Filarmónica del Desierto, dirigida por el maestro Natanael Espinoza, la cual tiene como misión llevar música de calidad de manera permanente al mayor público posible, tanto en la ciudad del Saltillo —capital de Coahuila—, donde radica, y en los diferentes municipios de ese Estado mexicano ubicado en la región noreste del hermano país Centroamericano.

Con sede en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, en la capital de Coahuila, esta agrupación se ha distinguido por la diversidad en sus programas y ha producido, en colaboración con diversas instituciones, óperas, zarzuelas y ballets como La flauta mágica, Carmen, La verbena de la Paloma y El Cascanueces. Uno de sus principales intereses es el desarrollo de nuevos públicos, por lo que ofrece conciertos en teatros cerrados, foros alternativos y al aire libre, centros de readaptación social, hospitales, asilos, orfanatos e instituciones de beneficencia.

En una entrevista con el colega Hugo Roca Joglar, para la sección Batuta de la revista mexicana de arte y cultura Pro ópera, bajo el título de Sin atajos en la ópera, Natanael dijo que en su estrategia para crear públicos se basa en una “publicidad agresiva y original. También una relación abierta. El público opina y yo valoro sus propuestas. Por ejemplo, de esta dinámica han salido conciertos con música de Pink Floyd y Queen, o un programa entero dedicado a la obra de Eugenio Toussai”.

Este joven músico, primer director en la historia de Coahuila al frente de una orquesta sinfónica permanente afirmó que “todo lo que haga será nuevo: cada compositor que difunda y cada concierto que ofrezca. La gente ve a su director y nadie imagina que representa arte exclusivo: si un hombre tan cercano a Beethoven y Brahms luce tan fresco, con camisas de rayas horizontales y chalecos de cuero, es porque en ellos ha reafirmado su juventud y alegría. Entonces se acercan: no sienten miedo…”.

Gracias al apoyo del gobierno de Coahuila, la compañía contrató a músicos de manera permanente: 60 instrumentistas y 10 personas de oficina. “Tocaremos en todos los rincones de Coahuila”, enfatizó el entusiasta director quien en otro dialogo con Omar Soto, de El Heraldo de Saltillo, publicado con el título de Natanael Espinoza Rincón: Responder al llamado de la música, recientemente dijo que la orquesta ha realizado más de 300 conciertos y ha contado con invitados de talla internacional como Andrea Bocelli, Nadine Sierra y Plácido Domingo…”.

Asimismo precisó que “cuando volteas atrás y ves que muchos coahuilenses se han visto beneficiados culturalmente de este producto es cuando me siento reconfortado, realizado y sumamente agradecido”.

El eslogan de la Filarmónica de Coahuila —reconocida por llevar la música sinfónica a públicos diversos— es Cultura para todos. Con tal fin, dijo el director, “nos dividimos en grupos de cámara, y hemos tenido una respuesta espectacular. En poco tiempo hemos logrado cosechar mucho. Le apostamos a la niñez y hacemos visitas a jardines de niños, primarias y secundarias”.

El venidero miércoles, cuando en la ciudad de Guanajuato, Patrimonio de La Humanidad, comience el festival Cervantino  se abrirá un nuevo capítulo  de hermandad entre las culturas de los pueblos, cuyas páginas iniciales estarán a cargo de dos grandes exponentes de la música latinoamericana: La orquesta de Juan Formell y los Van Van y   la Filarmónica del Desierto de Coahuila, en representación de Cuba y Coahuila, Invitados de Honor de la edición 49 de este memorable encuentro en el que se reunirán todas las artes.

 

 


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