Futuro y contemporaneidad ha sido el tema seleccionado por el equipo curatorial de la XIV Bienal de La Habana, evento que se ha gestado y habrá de tener lugar en medio de las más complejas circunstancias vividas por los habitantes de nuestro planeta desde finales de la II Guerra Mundial.

El reflejo que de su época está llamado a ser el arte contemporáneo, protagonista de la cita que comenzará el 12 de noviembre próximo, se potencia en la actual coyuntura, demostrativa de la fragilidad de nuestra especie y de la responsabilidad colectiva ante la preservación de las condiciones que hagan posible la vida en la Tierra.

A estos argumentos sustentadores del tema de la XIV Bienal de La Habana se refirió en un reciente encuentro con la prensa Nelson Ramírez de Arellano, director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, institución que organiza la cita.

“En el pensamiento de vanguardia del mundo se ha impuesto esa preocupación por el futuro; esa preocupación por las posibilidades que tiene el arte de brindar nuevas alternativas y crear nuevas narrativas que pudieran, quizás, hacer posible llegar a un futuro en el que la vida sea realmente viable”, reflexionaba entonces.

Ese rol propio del arte de estos tiempos quedó plasmado en la Plataforma teórica de la XIV edición, la cual habrá de extenderse de forma excepcional a lo largo de seis meses, período que en el actual escenario posibilitará el desarrollo de presupuestos tan abarcadores.

La tradicional atención que brinda el evento a los discursos de los países situados al margen de los centros de poder - llamados en otros tiempos del Tercer Mundo- poseedores de una sabiduría ancestral capaz de mostrar nuevos derroteros a la Humanidad, quedó asimismo plasmada en el documento que trajo a colación Ramírez de Arellano.

De forma coherente y más allá de las ya de por sí difíciles condiciones económicas y sanitarias que atraviesa el mundo, el más importante acontecimiento de las artes visuales en el país pretende desarrollarse en un clima de austeridad que impida el despilfarro de los recursos naturales y la innecesaria contaminación ambiental, sin menoscabar la calidad de sus propuestas.

A repensar y dar respuestas desde el arte a la inquietante relación entre Futuro y contemporaneidad invita la XIV Bienal de La Habana, con cuyos curadores, artistas y públicos buscará mantener un diálogo abierto el Periódico Cubarte.