Nuestra Casa continental, la Casa de las Américas, tuvo el honor de recibir en su sede en esta capital, al poeta, ensayista y crítico literario Jaime Quezada presidente de la Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral, a propósito del Aniversario 70 del otorgamiento de esa distinción a la inolvidable poeta chilena.
En sus palabras de bienvenida al intelectual sudamericano, el escritor Jorge Fornet significó el conocimiento y vinculación que, sobre Quezada, ha tenido desde 1969 la Casa de las Américas cuando desde esa fecha “en la revista Casa aparecieron por vez primera publicados algunos de sus poemas”, al igual que en otro de sus números dedicado a Chile, como país invitado de honor a una Feria Internacional del Libro de La Habana.
Rememoró Fornet que Quezada fue también quien, de alguna manera, acercó al escritor Roberto Bolaño a dicha institución, al mismo tiempo de ser un importante estudioso de la obra de Gabriela Mistral, Premio Nóbel de Literatura (1945). Al respecto se subrayó el estrecho vínculo de la escritora chilena con la Isla —al visitarla por vez primera en 1922, y luego en 1931, 1938 y en 1953—, y de haber sido desde muy joven, siendo maestra, una gran lectora de la vida y la obra de José Martí.
Durante su intervención Quezada destacó que cuando “la Mistral trabajó en el Ministerio de Educación de México publicó una antología (1923) titulada Lectura para mujeres, donde realiza una selección de poemas del Apóstol dedicados a la mujer cuya lectura siempre recomendó. Al respecto dio a conocer algunos fragmentos de dicho texto:
“Todo es agradecimiento y amor en mi obra hacia Martí; gratitud hacia el escritor que es el maestro americano más ostensible en mi obra, y también hacia el guía, hacia el hombre terriblemente puro que la América produjo en él (…) ¿De dónde sale este hombre tan brillante? ¿De dónde sale este hombre tan viril y tan tierno? ¿De dónde viene este hombre teológico tan completo, tan repleto de inteligencia y voluntad? ”.
Asimismo, el poeta chileno resaltó que “la obra poética de Gabriela Mistral no es extensa, pero sí muy intensa. Ella misma reconocía, sin recato alguno, que mi pequeña obra es un poco chilena por la sobriedad y la crudeza (…) en su tratamiento de escritura tan reveladora de tema y de lenguaje. Sin embargo, esa pequeña obra conlleva a una profunda valoración de los sentimientos espirituales y humanos, a un amor por la tierra campesina (…) viva de los pueblos americanos”.
Al profundizar en la significación de la vida y la obra de la recordada poetisa para nuestra América hispana afirmó: “No solo en la poesía cargada de intensidad y de gran sentido humano se revela la personalidad de Gabriela Mistral, sino que ella también representa a una mujer chilena y latinoamericana del siglo veinte proyectándose al veintiuno, que supo decir buenamente lo suyo y, en lo suyo, lo de los otros a través de su pensamiento y de su acción (…)Siempre amó y defendió la cultura, la democracia, la libertad y la unidad necesaria de una América tan suya y tan nuestra”.
Jaime Quezada, nos expresó: “Descubro a Martí a edad muy temprana, cuando era casi un niño. A partir de ahí es que inicio mi interés personal hacia la vida y la obra de un hombre tan sumamente excepcional. De manera especial mi interés radicó en su poesía, pero donde más lo llegué a conocer fue en los textos y artículos que sobre él escribiese Gabriela Mistral. De esa forma me fui haciendo martiano, y me fui ejercitando en el conocimiento de la obra prosística de un escritor y patriota no solo de Cuba, sino también de este continente, donde las realidades de cada país más o menos se asemejan. En Martí siempre he tenido un gran acercamiento espiritual en especial, en su escritura ejemplarizadora, que te induce a observar, a pensar, a reflexionar una y otra vez sobre nuestra realidad latinoamericana.
“También como poeta chileno y como estudioso de la obra de la Mistral quisiera agradecer a ustedes, cubanas y cubanos, por este acercamiento a la vida y la obra de esta escritora chilena y latinoamericana, cuyo espíritu mantendremos por siempre volcado en cada una de sus obras. Esto, indudablemente, constituye una mirada hacia nuestros países y, en especial hacia Cuba, un país realmente muy querido por nuestra escritora”.
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