La propuesta martiana de solidaridad, unidad y de hermandad latinoamericana estuvieron presentes una vez más dentro del marco de actividades a las que convoca la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana. En esta oportunidad la sede habanera del Centro de Estudios Martianos (CEM) resultó impronta de esta unicidad entre los pueblos y países de nuestra América al convertirse en puente cultural –como bien acostumbra desde hace décadas--, con las propuestas históricas y literarias de un grupo de intelectuales de la hermana República de Costa Rica. País donde, en dos oportunidades, nuestro Héroe Nacional José Martí tuviese en cuenta en sus recorridos y visitas de preparativos independentistas, y donde residiese el Titán de Bronce, Antonio Maceo, junto a su familia y un numeroso grupo de cubanos mambises tras los hechos de la Protesta de Baraguá.
Así prestigiosos académicos del CEM y del alto centro de estudios de la nación centroamericana, la Universidad Nacional de Costa Rica (creada en 1974), conformaron dos tiempos de análisis y discusiones sobre diversos temas histórico-literarios. El primero, versó sobre el tema Cien años de la revista Repertorio Americano. Cuba y la cultura cubana en sus páginas, el que contó para su exposición con la presencia de la profesora costarricense Msc. Marybel Soto-Ramírez, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA); la doctora Marlene Vázquez Pérez, directora del CEM, y del investigador, ensayista y periodista doctor Mauricio Núñez Rodríguez a quien en el marco de esta Feria le fue otorgado el Premio Alejo Carpentier.
En su intervención la doctora Marlene Vázquez Pérez, directora del CEM, recordó una segunda visita que Martí realizase a su país por segunda y última vez, donde mantuvo estrechos vínculos con grupos de intelectuales costarricenses, entre ellos, la familia García Monge (seis de julio de 1894), “e impresionó de tal modo al niño Joaquín que éste más tarde le dedicaría la vida a la difusión y estudio de los ideales martianos al servicio de la cultura latinoamericana. Hoy, a más de 125 años de aquella despedida, la huella martiana en la cultura de mi país se fortalece día a día y gana cada vez más seguidores”.
La Académica subrayó que García Monge “sería el propiciador por excelencia de ese diálogo intercultural pues su revista Repertorio Americano, aparecida entre 1919 y 1958, de propósito americanista y universal, la que dedicaría espacio privilegiado a la obra martiana al igual que a la presencia de otras zonas de la producción intelectual de la Isla, y a una generación de legado vanguardista que vivificaba en palabras y acciones la obra de Martí”.
Enumeró la presencia en dicha publicación de las plumas de intelectuales cubanos como Dulce María Loynaz, Emilio Roig de Leuschering, Alejo Carpentier, Jorge Mañach y Enrique José Varona, entre otros, al igual que la presencia de escritos de figuras latinoamericanas como la Premio Nobel de Literatura, la chilena Gabriela Mistral.
Por su parte, la Msc. Marybel Soto-Ramírez, enfatizó en la comunión político-literaria que Martí llega a difundir a toda nuestra América en cada uno de sus escritos, publicados y resaltados más tarde por Monge en la revista Repertorio Americano.
La Directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA) trajo también a esta Feria Internacional del Libro de La Habana la presentación de las “Novedades actuales de la editorial de la Universidad Nacional de Costa Rica”, entre ellas la revista Temas de Nuestra América, perteneciente a la institución que dirige, “en la que se editan trabajos de intelectuales de renombre universal, a la que se suman Repertorio Americano, Temas de Nuestra América, y Derechos humanos en América Latina. A la vez realizamos la coordinación de 23 revistas académicas”.
Por su parte, el laureado investigador cubano doctor Mauricio Núñez Rodríguez resaltó no sólo la presencia de las publicaciones impresas editadas por la Universidad Nacional de Costa Rica, “sino también las configuradas on line o digital (pdf), lo que constituye un gran mérito de ese centro relacionada con el estudio y las investigaciones de la Historia de nuestra América, y con las que ya tenemos el honor de contar mediante soportes que forman parte del amplísimo espectro de publicaciones de la Biblioteca Nacional José Martí y del CEM”.
Seguidamente el investigador y profesor costarricense Miguel Calderón Fernández, presentó dos novelas de su autoría: Muertos que nunca mueren, cuya edición ý publicación partió de ese centro de estudios, y La Mansión, de la Editorial Kamuk, Asociación de Escritores y Editores de Pérez Zeledón.
En Muertos que nunca mueren, Calderón Fernández evoca muchos aspectos de la cultura centroamericana. Las vidas campesinas, los mitos, las leyendas populares, los ideales emancipadores de los pueblos, la conciencia religiosa, las luchas políticas, los episodios épicos de la memoria colectiva.
“En dicha novela, dijo, caminamos entre Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Rafael Scorza, Alejo Carpentier y Augusto Roa Bastos, entre otros escritores latinoamericanos quienes encontraron en el imaginario y la experiencia popular una fuente de inspiración para sus relatos magistrales. Así aparecen líderes como Augusto César Sandino, Farabundo Martí, el general Tijerino o Carlos Fonseca Amador, quienes con sus vidas inspiran las luchas emancipadoras”.
A continuación destacó que “en el caso de La Mansión ella está inspirada en la figura humanizada de Antonio Maceo, al narrar aspectos y momentos anecdóticos de su vida social y personal durante su estancia en Costa Rica” en específico, en la península de Nicoya.
Finalmente y para clausurar el primer tiempo de este encuentro, el doctor Vinicio Marco, cónsul de la Embajada de Costa Rica en la Isla, expresó:
“No podemos pensar en la integración de la América Latina sin Cuba y sin el Caribe. Tenemos un encuentro de ideas y de corrientes que confluyen en una sola cosa: en nuestro desarrollo y realización humana. Los momentos que vivimos son muy difíciles; son momentos que requieren de nuestra seriedad y, particularmente, de nuestra seriedad espiritual. No podemos separarnos de esta propuesta martiana”.
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