La cantautora Liuba María Hevia y el público santiaguero sostuvieron anoche un inolvidable encuentro en la Sala de Conciertos Dolores, en esta ciudad, en ocasión de la gira nacional con que la intérprete festeja sus 35 años de vida artística.

Los integrantes del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Lázaro Expósito Canto y Beatriz Johnson Urrutia, primer secretario del PCC en la provincia de Santiago, y vicepresidenta del Consejo de Estado y presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, asistieron a la velada.

Al final del concierto y ante el público que repletó la Sala, la cantante recibió de manos de Johnson Urrutia, el cuadro y la placa que la hacen merecedora del Escudo de la Provincia, la más alta distinción que otorga la Asamblea Provincial del Poder Popular.

Durante casi dos horas, la vocalista regaló una selección de los temas que la han situado en la cima del gusto de los cubanos, tanto de adultos como del segmento infantil.

Para una presentación tan extensa y que en todo momento mantuvo en alto el interés de los santiagueros y visitantes, Hevia se asistió en ocasiones de su guitarra; en otras, estuvo respalda por la Orquesta Sinfónica de Oriente bajo la dirección del maestro Enrique Pérez Mesa; por el Coro Madrigalista, dirigido por la maestra Magalys Sánchez; por guitarristas y percusionista invitados, y en los números de cierre, por la intervención de cantorías infantiles de la urbe.

“Estoy feliz, emocionada. Quiero entrañablemente a esta ciudad, por lo que ella representa para Cuba; por la manera de ver la vida que tienen los santiagueros, y por la forma en que ustedes defienden la cultura. Mi madre me traía aquí y siempre fueron visitas inolvidables como esta”, dijo.  

Tangos y canciones esenciales del pentagrama tradicional cubano y latinoamericano, y en especial de la vasta discografía de Liuba, abarcaron esta presentación, que sirvió para reafirmar, sin discusión, el alto nivel de convocatoria de una de las mejores voces femeninas del país.

Antes de hacer un “popurrí” de tangos argentinos, Hevia recordó las veces que al estar en Santiago de Cuba compartió con los integrantes de la peña que aquí defiende la canción rioplatense.

Y cuando presentó a las decenas de niñas y niños de las cantorías, mencionó a la pequeña Patricia de la Caridad, una de esas voces, que celebró su cumpleaños ese día.

Luego de tantos números aplaudidos por el público era difícil “subir la parada”, sin embargo, Liuba lo consiguió cuando interpretó con la OSO y las voces infantiles y del “Madrigalista”, temas como Granito de canela, Señor Arcoíris… Se emocionó otra vez, cuando recordó a la entrañable compositora Teresita Fernández:

“Estuve tan cerca de Teresita, que estos 35 años de vida artística los celebro con ella, porque sus canciones han sido también mi canto”.

No pudo ser de mejor manera el cierre, porque el concierto finalizó con esa pieza inolvidable de Teresita: Dame la mano y danzaremos. Entonces a la voz y la guitarra de Liuba; a las secciones instrumentales de la Orquesta Sinfónica de Oriente; a las voces de las Cantorías, se sumó el canto del público en una despedida en verdad impresionante, aunque hoy jueves, a las 11:00 horas y también en la “Dolores”, la cantautora y sus invitados repetirán el concierto.