Carteles para una noche de cine es el título de la exposición de Rafael Morante inaugurada este martes en la sala del capitalino 23 y 12, sede de la Cinemateca de Cuba, a propósito de las celebraciones por el  aniversario 55 de dicha institución y como parte del programa colateral de la XII Bienal de La Habana.

Excepto el affiche de Chaplin, primero que realizara en 1961 para la Cinemateca, de la cual devino símbolo; y una remasterización digital del inspirado en la película El acorazado Potemkin de Sergie M. Einsenstein, el resto de las 33 obras exhibidas son recreaciones de otras que le inspiraran clásicos del séptimo arte, facturadas ahora con nuevas técnicas.

Ellas forman parte de la colección de lujo que Morante concibiera por encargo de una publicación europea, la cual ha difundido de ese modo  la obra del diseñador cubano en el Viejo Continente.

Posicionar y legitimar en la Isla el extenso legado de este creador fue el propósito de los curadores Jorge Sánchez y Patricia Díaz, quienes enfrentaron la ardua tarea de hacer una pequeña selección entre los cientos de carteles que él ha concebido, fundamentalmente a partir de 2004, cuando comenzó a trabajar sobre soporte digital.

La heterogeneidad del conjunto en el que hay referencias a  joyas de la cinematografía producidas en su gran mayoría entre 1936 y 1968, encuentra unidad en la síntesis del diseño, un discreto uso del color y un particular tratamiento tipográfico, elemento este último  muy característico en la obra del mencionado autor.

Gracias a la colaboración de la Embajada de Noruega en La Habana, las piezas que ahora se exhiben fueron impresas en vinilo sobre cartulina, técnica empleada para el coleccionismo por prácticamente triplicar el tiempo de conservación del color y la brillantez que originalmente les fueron dadas.

Con una extensa labor también como diseñador e ilustrador de libros, Rafael Morante posee además el gran mérito de mantenerse activo a los 84 años de edad, siempre en la búsqueda de un lenguaje contemporáneo dentro del diseño.

La exposición se mantendrá abierta durante todo el presente mes en el Cine 23 y 12, donde también continuará proyectándose el ciclo Tesoros de la Cinemateca de Cuba, con títulos entre los que se encuentran algunos de los que inspiraron esta muestra.