La más amorosa de las guajiras


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Maestro Jorge González Allué.

“¡Quién iba a decir que yo viviría de una guajira!” Así nos recibió sonriente en su casa de la Avenida de los Mártires, en el reparto Vigía, Camagüey, el maestro Jorge González Allué. Sin más preámbulos se sienta al piano y mientras arranca de las teclas la conocida melodía, canta:

 

En una alegre campiña

Donde florece la piña

Aroman las flores

Y arrulla el palmar

 

“Mira lo que son las cosas de la música, esa guajira quien primero la grabó fue el cantante mexicano Ramón Armengod, en 1940, y se lo agradezco mucho”.

Amorosa guajira fue compuesta en el año 1937, y su nombre original es Guajira sentimental. Esta composición, su obra más conocida, ha sido grabada, además de Armengod, por Ramón Veloz, Luis Aceves Mejías, Guillermo Portabales, Dúo Cabrisas-Farach, Clara y Mario y otros afamados intérpretes cubanos y extranjeros.

Maestro, ¿hubo alguna mujer inspiradora?

Esa pregunta siempre me la hacen. Mira, sucedió que cuando yo tenía veintisiete años de edad me fui a pasar unas vacaciones en el campo. Al caer la tarde me puse a mirar la belleza del paisaje, el sol poniendo colores sobre la arboleda, y divisé, algo lejos, una casita pintada de blanco. Entonces en mi imaginación quise poner una amorosa al paisaje… Lo demás vino casi sin querer, la guajira sentimental fue fruto de mi imaginación, y así titulé a aquella pieza, Guajira Sentimental, luego, alguien que no recuerdo quién, le cambió el título y así se conoce internacionalmente.

Jorge González Allué nació en Camagüey el 11 de febrero de 1910. Comenzó a estudiar música con su prima María Josefa González Allué y luego con María Larín Carmenate. Se graduó de profesor de piano en 1925, en el conservatorio fundado por Hubert de Blank.

Dos años después de su graduación compone su primera obra: un vals para piano titulado Corazón mudo, que mereció su publicación en la revista Carteles.

En 1937 funda su primera orquesta, que le puso por nombre Yemayá; pero su primer viaje al exterior lo hace con la orquesta del maestro Froilán Maya, con la que se presenta como pianista en las ciudades de Cali y Manizales, Colombia. Ese mismo año viaja a Lima, Perú, contratado por la orquesta de Don Vidal.

Encontrándose en Lima coincidió con el maestro Ernesto Lecuona, y de inmediato este lo incorporó a su orquesta, donde actuó en cuatro recitales ofrecidos en el Teatro Municipal y también en la radio.

Cuando regresó a Cuba, Lecuona insistió en continuar actuando con González Allué y lo invitó a que tocara junto a él y diez pianistas más en un recital en el Teatro Auditórium, donde interpretaron su famosa Malagueña.

De regreso a su ciudad natal, en mayo de 1938, lo nombran director artístico de la Sociedad Popular Santa Cecilia. Como dato curioso diremos que allí conoció al malogrado poeta camagüeyano Rolando Escardó y lo presentó como cantante y bailarín el 15 de septiembre de 1938 en una función ofrecida en el Teatro Municipal de Camagüey. Ese mismo año tuvo la idea de fundar el primer centro nocturno de la ciudad, al que llamó Terraza Riverside, que estaba junto a las márgenes del río Hatibonico.

Pero no todo en la vida de González Allué fue éxito y felicidad. En los años anteriores a 1959 existieron empresas musicales que se aprovechaban de la situación económica de algunos compositores para adquirir sus derechos de autor por unos pocos pesos. González Allué no escapó a esos desmanes. La editora musical norteamericana Robbins Co. escuchó Amorosa guajira y de inmediato localizó a su autor. Le ofrecieron la exigua suma de 50 dólares y nunca más recibió de aquella firma ni un centavo más por su música.

Siempre sintió afición por la enseñanza artística, así que en 1931 acepta la plaza de profesor titular de la cátedra de ciencias musicales en la universidad Enrique José Varona de Camagüey.

Cierta vez se le ocurrió probar fortuna en La Habana y en la capital cubana tuvo éxito. En 1957 fue contratado como pianista acompañante del programa de televisión Café de Artistas. Luego se presenta en el Wilies Club, de N y 21, pero siente la nostalgia por su pueblo y su gente y regresa a los pocos meses para ocupar la plaza de director de la Academia Municipal de Música.

Ya con cerca de sesenta años organiza un combo y se presenta en el Círculo de Trabajadores Intelectuales, y también en distintos clubes nocturnos.

Su obra musical abarca ciento treinta composiciones de todos los géneros de la música cubana, además de musicalizar varios temas de los Motivos de Son, de Nicolás Guillén.

Unos días antes de su desaparición física, ocurrida el 3 de noviembre de 2001, recibió la Orden Félix Varela de 1er. Grado, la más alta condecoración que concede el estado cubano a los intelectuales.

En su despedida cientos de voces entonaron:

 

Ven porque el sol ya se muere

Y mi alma no quiere

Preciosa guajira

Vivir sin tu amor

 

 

FUENTES CONSULTADAS:

 

—Expediente de la Academia Municipal de Música de Camagüey.

—Bianchi Ross, Ciro: “La amorosa guajira seguirá sonando”. Periódico Juventud Rebelde, 11 de noviembre de 2001.

—Suardíaz, Luis: “González Allué y su Amorosa guajira”. Periódico Granma, 13 de julio de 1989.


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