La vida que ha quedado atrás. Un testimonio excepcional en forma de largo metraje documental


la-vida-que-ha-quedado-atras-un-testimonio-excepcional-en-forma-de-largo-metraje-documental

Se trata de una realización, la más reciente, del reconocido director y guionista Manuel Pérez Paredes (Premio Nacional de Cine, 2013), producida por el ICAIC y culminada a inicios de este 2021.

El documental se estrenó en el VIII Congreso del Partido, su línea discursiva es una entrevista de dos horas y veinte minutos con el Teniente General Nikolai Leonov, Analista de Información de la KGB y especialista en América Latina y El Caribe quien, en 1956, conoció en una travesía oceánica al también muy joven Raúl Castro cuando este regresaba de Viena, Austria, y él, Leonov, se dirigía a México, para perfeccionar sus estudios de Lengua Española en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e iniciar su carrera diplomática en la Embajada de la URSS en dicho país. 

Al tocar puerto el buque en La Habana, Leonov vio cómo las advertencias de Raúl sobre el trato que les esperaba por parte de la policía política se hacían amarga realidad. Meses más tarde conocería por la prensa sobre el ataque al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba,  tendría así nuevas noticias de su camarada de viaje e información acerca de algunos de sus compañeros. En 1956, mientras se llevaban a cabo los preparativos para la expedición a Cuba en el yate Granma, el “azar concurrente” los hizo tropezar en una calle de la muy populosa Ciudad de México. En esa oportunidad, Leonov se encontraría, además, por vez primera, con Ernesto Guevara. 

Hechos como este se narran en el filme, que comienza presentándonos los orígenes humildes de su protagonista, en una aldea a doscientos cincuenta kilómetros de Moscú, y continúa luego el discurso, siempre ameno y directo, sobre una coordenada diacrónica. 

En su papel de traductor, el joven Leonov sería testigo de acontecimientos vitales como la visita a Cuba de Anastás Mikoyán, Presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS; la del Comandante en Jefe Fidel Castro a la URSS en 1963, tras el delicado episodio de los misiles  que tuvo lugar durante el gobierno de Nikita Jkrushov, así como la del Che Guevara, y sobre tales sucesos nos brinda no solo detalles, sino, además, en palabras sencillas, la visión  especializada acerca del significado de cada uno de ellos en el mapa geopolítico de la época y en el plano de las relaciones bilaterales entre ambos países.

El testimonio de este hombre ruso, a quien la vida hizo transitar por complejos y ricos meandros y quien alcanzó, por su esfuerzo, talento, rigor, creatividad y honestidad altas responsabilidades, entre las que también se cuenta su desempeño docente, nos lleva de la mano-- de una manera siempre atractiva -- por la historia de la URSS hasta su finiquito y, lo que  resulta esencial, nos da su versión profesional y ciudadana de las razones que, desde adentro, produjeron la implosión. 

Nikolai Leonov, portador de un valioso testimonio

Semejante producto audiovisual se vuelve una interesante lección de historia económica y política contemporánea, en particular una lección que nos esclarece sobre la importancia y el alcance de los recursos políticos y subjetivos para la consecución y el funcionamiento de un régimen social socialista. 

Tuve el privilegio de integrar, por gentileza de su director, una de las pequeñas audiencias de cientistas sociales, docentes y estudiantes ante las cuales se hicieron presentaciones especiales en algunas de estas tardes de pandemia en el Cine Chaplin. Como una espectadora más siento la necesidad de agradecer, desde estas líneas, el desempeño del equipo fílmico integrado por Raúl Rodríguez, como fotógrafo; Velia Díaz, sonidista;  Hannol Rodríguez, asistente de cámara, y Saúl Ortega a cargo de la edición, bajo la conducción del realizador Manuel Pérez Paredes.

El equipo filmó al entrevistado durante dieciséis horas en total; de este valioso conjunto fue preciso, luego, realizar una selección que mantuviera una coherencia en sí misma y que alcanzara una extensión pertinente para ser exhibida como un todo. Estos especialistas, además de garantizar los delicados parámetros de imagen y sonido que requiere la entrevista, enriquecieron con discreción y fineza el filme mediante la inclusión de elocuentes imágenes de archivo poco conocidas que complementan de manera formidable la reflexión de su protagonista.

Agradezco particularmente al director Pérez Paredes su sagacidad y permanente interés por la historia política, cualidades  que, junto a otras, le posibilita, una vez más, colaborar desde el arte cinematográfico, que es su pasión, con la información y cultura de sus espectadores y que, en esta ocasión, le permitió identificar tempranamente la  idoneidad del Teniente General Nikolai Leonov como portador de un testimonio que había que dar frente a cámara para su mejor y mayor difusión y su conservación para la posteridad.

El tesón de Pérez Paredes a partir, sobre todo, de 2006, y su habilidad estratégica, sumado a todo el apoyo que, en el momento preciso, recibe el proyecto de parte de la institucionalidad cubana – el ICAIC en la primera línea.-- , más la generosidad, amor por Cuba, fidelidad a los principios y a los amigos cubanos del Teniente General Leonov conforman los elementos que nos permiten hoy contar con esta inestimable obra.

Por supuesto, la gratitud especial, que seguro será compartida por los futuros espectadores, a esa persona de excepción que, en virtud de este producto fílmico, dialoga con todos nosotros a partir de una meditación rigurosa, coherente y honesta que resulta fundamental para Cuba en esta precisa hora.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte