Literatura de combate en nuestra Historia: expresión de la vida misma


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Casa del Alba cultural, La Habana

“En el Instituto de Historia de Cuba (IHC) se han rescatado varios diarios de campaña de jefes militares españoles que están en los archivos históricos cubanos, y que no tienen los españoles. Estos se incorporarán a una nueva edición de nuestra institución dirigida a los estudios e investigaciones sobre la Literatura de campaña”.

Así afirmó el historiador cubano doctor René González Barrios y presidente del IHC, durante la presentación de varios títulos acerca de un tema prominente en nuestras contiendas independentistas: la Literatura de campaña. La actividad, efectuada en la sede de la Casa del Alba Cultural en esta capital con motivo de la Feria Internacional del Libro, contó con la presencia de connotadas figuras del mundo académico de las Ciencias Sociales, historiadores militares en activo, filólogos, periodistas e invitados.

Como primer resultado de dicho importante trabajo, el Académico cubano, director del IHC, destacó el libro Apuntes autobiográficos de Ricardo Batrell Oviedo (1). A su vez, los doctores Yoel Cordoví, vicepresidente del IHC, disertó acerca de la Literatura de campaña durante las guerras de independencia, y René González, sobre igual tema pero en el Ejército español; mientras que el coronel Ángel Jiménez, jefe del grupo de Historia militar de las FAR, lo hizo partiendo de los períodos neocolonial y republicano para, finalmente, el filólogo Msc Rodolfo Zamora, disertar acerca de la conceptualización y análisis del mismo asunto en relación con la Historia de Cuba.

Durante su intervención, el Presidente del IHC rememoró a autores españoles involucrados en ese tipo de literatura como José Carbonell Alsina, “quien publicaría en Barcelona, “Del cuartel a la manigua”; a testimoniantes (también hispanos) como el alférez Carlos Saavedra, quien publicó en El Ferrol algunas consideraciones sobre la guerra con Estados Unidos en 1898; testimonios anónimos hallados en “las acciones de Najaza, Cacarajícara…; Eduardo Z. Caballero publicaría en Madrid, “Ofensivas de nuestros libertadores”; las experiencias del arte militar, en especial del teniente coronel de artillería Francisco Moya y del coronel Virgilio Cabanellas; del teniente coronel de infantería Florencio León Gutiérrez (conferencia de su autoría sobre la insurrección cubana); el folleto “La trocha militar de Mariel a Majana”, del primer teniente de infantería Teodoro Cueva. Todos, soldados y jefes militares hispanos, protagonistas de nuestras guerras por la independencia. En suma, un extensísimo listado de publicaciones acerca de la Literatura de campaña, e inclusiva asimismo de géneros como poesía, música campesina (Décima), prensa militar, todo ello como parte del rescate de la memoria histórica de la Nación cubana, y para lo cual trabaja el IHC. Entre las obras más sobresalientes al efecto, González Barrios citó Anales de la guerra de Cuba, en tres tomos, la cual recrea con lujo de detalles el período bélico entre 1868-1878 a través de fuentes militares.
Por su parte el Msc Rodolfo Zamora, analizó conceptos y definiciones referidos a la Literatura —primero en general— y luego a la de Campaña. Al respecto dijo que: “la Literatura es una forma de contar, de presentar la historia. El sujeto subjetivo tiene que ver no como una desviación factual, sino porque quienes narran siempre tratan de hacer valer su posición hacia la historia. Este tipo de Literatura (la de Campaña), tiene mucho de responsabilidad; de estar seguro cada autor de lo que está exponiendo (verdad o mentira), y siempre se verá como ficción a partir del primer momento en que se vuelque sobre el papel (…) El punto de vista y la responsabilidad del narrador son muy importante. El escenario bélico rural y la clandestinidad urbana son también situaciones a las cuales el escritor se enfrenta a una situación de excepción y sus resultados (estado de ánimo, psicología), son excepcionales también (…) Este tipo de literatura, pese a ser de ficción, ayuda al conocimiento histórico no sólo por lo que es capaz de revelar, sino también cómo lo revela (…) Carlos Marx, por ejemplo, en una ocasión afirmó que había aprendido más sobre Historia de Francia gracias a un escritor como Honorato de Balzac, que con todos los libros de historia sobre Francia que había leído (…) Estimo que la Literatura cubana debiera ser mucho más estudiada desde el punto de vista del escenario de la guerra (guerras de independencia, de liberación nacional, la toma de La Habana por los ingleses y la defensa de sus pobladores, sin existir aún en aquel momento el concepto de Nación y nacionalidad (…) Entre la objetividad y la ficción realizar una labor de voluntad investigativa, y entender lo planteado por nuestro José Martí cuando convocaba que la Literatura es la expresión de la vida misma y, como ella, imperfecta, rica y esperanzadora. Su literatura no se limitaba tan solo a lo que escribía, sino en lo fundamental a lo que hacía, cómo actuaba”.

Finalmente, el doctor González Barrios puntualizó en la labor investigativa que lleva a cabo la institución que dirige con vista a la elaboración de las Obras Completas de Máximo Gómez y de Antonio Maceo. La primera está a cargo de su colega doctor Cordoví, “quien está a cargo en estos momentos de la confección en primera edición crítica del Diario de Campaña del Generalísimo, la cual esperamos tener lista para este año. Será un excelente regalo para todos los lectores de nuestro país”.

Nota
(1)Mark Sanders: Apuntes autobiográficos de Ricardo Batrell Oviedo. Edición crítica del doctor René González Barrios, Editorial Ciencias Sociales. Nuevo Milenio.
El profesor Sanders redescubrió en los archivos y bibliotecas de Estados Unidos las memorias de un viejo combatiente mambí, negro, del Ejército Libertador de Cuba. Originario de la provincia de Matanzas, Ricardo Batrell Oviedo tras auto-alfabetizarse, escribió y publicó después (1912) sus memorias de la guerra.

La guerra de independencia de 1868-1898 revisita caracteres dramáticos en la provincia de Matanzas y la combatividad del Ejército Libertador. Ricardo Batrell Oviedo, joven combatiente negro, ayudante del Mayor General Pablo Betancourt, brinda en esta desgarradora obra su privilegiado testimonio, dibujando la vida en la manigua redentora en todo el laberinto, contradicciones y complejidades.

Este título tiene una gran carga de emotividad, y es uno de los mayores testimonios de la guerra de independencia que se hayan tenido.

 


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