No es la primera vez que entrevisto a Esteban Isnardi, defensor como el que más de nuestra cultura.Y no porque lo declare, sino porque  lo evidencia, día a día,  de  la mejor manera que tiene un artista,  con obras.  Después de recorrer medio mundo como  bailador y maestro internacional de baile, el también escritor y letrista, se ha concentrado en los últimos tiempos en la caricatura personal; teniendo a los músicos de  nuestro país, entre los más recurrentes personajes. Con tanta genialidad y pasión, tan prolíficamente, que es conocido y admirado por cientos de músicos cubanos, residentes en la Isla y regados por el mundo. Isnardi ha sido declarado el caricaturista oficial de Los Van Van y de la Orquesta Aragón y fue convocado por El niño y la Verdad para dibujar a los participantes de su proyecto Voces de hoy. Para más,  ya casi completa su mega exposición “300 grandes músicos cubanos de ayer y de hoy”.

Una de estas series está dedicada al  gran  músico cubano Benny Moré. A propósito de los 58 años que hoy se cumplen de su partida  física, como merecido homenaje a su figura y para acercarla de la manera más fresca a los jóvenes, entrevistamos al autor de estas majestuosas caracterizaciones, que nos concedió  y compartimos.

¿Cuándo comenzaste la serie de caricaturas “50 luces y sombras del Benny”?

Comencé esta serie hace aproximadamente seis meses. Como saben, estoy preparando una exposición de grandes músicos cubanos de ayer y de hoy, que deseo llevar a Cuba y cuya expectativa ha crecido muchísimo; tanto entre los músicos como en el público en general.  La figura del “bárbaro del ritmo” es clave en la música cubana. Es mi manera de rendirle homenaje al Benny, mostrarlo en diferentes facetas de su arte y expresión.

Aunque, debo reconocer que me puse a trabajar de modo intenso en este proyecto, a raíz de las declaraciones desafortunadas del rapero Chocolate. Cuando se presentó  como el Benny de estos tiempos

¿Y por qué se presentó  como “el Benny de estos tiempos”? ¿Acaso por algún parecido físico?

En realidad no sé bien porqué lo hizo y no quiero juzgar de sus cualidades como persona, ni como artista. Pero ante el revuelo y la indignación que sus declaraciones provocaron, tendría que haber hecho perfil bajo y reconocer que fue al menos una torpeza.Yo no soy quién para juzgar porque mi vida está llena de acciones no siempre dignas de aplaudir. Lo que rescato es que eso me dio pie en lo personal, o digamos el empujón que me faltaba para emprender esta obra.

Como caricaturista  ¿eres  estudioso de los rasgos físicos, de la apariencia o de las  almas? ¿Qué descubres  de la personalidad del Benny a través de sus imágenes, en sus gestos?

Captar algo del alma es para mí como caricaturista la meta más ansiada, pero al menos si no logro dicho propósito, siempre busco extraer los rasgos que resaltan un carácter y una suma de vivencias. Esta exposición la quise llamar “50 luces y sombras del Benny”, jugando con el título del libro mundialmente conocido, porque justamente veo en él algo muy contrastado entre un sufrimiento interior, o que así yo percibo, y un resplandor debido no solamente a su figura pública pero que también estaba en él, como si albergara unas contradicciones muy potentes en su ser.

Hay artistas, personajes, con un sólo rostro, como un patrón para los medios. Pero en la Serie del Benny, al observar el conjunto,  uno nota un repertorio de gestos, una  riqueza y una naturalidad  como su música.  ¿Ha sido un descubrimiento o una intención  tuya?

Me gustaría decir que ha sido una intención así quedo como un artista de los más intuitivos, pero para ser franco fue un verdadero descubrimiento ver todas esas facetas y sigue siendo todo un reto, con las que aún me quedan, poder plasmarlas en la hoja. Te diré que de las 26 que llevo hechas hasta hoy, he roto unas 70. El Benny no se deja tomar tan fácilmente por este servidor.

Pero, sí que   hay una intención  de armonizar esa variedad o riqueza con una variedad técnica, en las composiciones y soluciones  formales de tus caricaturas.

Por supuesto, mi intención es que, a través de varias técnicas (porque uso lápices, pinceles, bolígrafos y soportes diferentes de hojas), El espectador vea de modo impactante esa riqueza de la cual estamos hablando.Simplemente es todo un reto.

Vas por la mitad, ¿qué nuevos  retos  o motivaciones  te impulsarán hasta las 50?

Efectivamente, voy por la mitad, pero no necesito nuevos retos. Ya he hecho varias otras versiones que he tenido que romper porque no estoy satisfecho. Lo único es seguir dándole una y otra vez con el lápiz hasta que la número 27, 28, 29 etc. sean aceptadas por mi visión autocrítica y estética.

Quisiera agregar que mi objetivo es que los jóvenes cubanos se paseen por todos esos rostros de El Benny y que se impregnen de su magnitud histórica, así como también deseo que esa obra quede en el corazón de los isleños y para las generaciones futuras.

Encuentro cierta conexión de algunas de estas  con aquellas fotos de la realizadora francesa Agnés Varda que también  quedó cautivada con la  gestualidad del Benny, con su impronta cubanísima. ¿Es así, las conoces?

A esa famosa directora de cine yo la conocí personalmente y hace décadas que sigo su trabajo. Desgraciadamente, fue un encuentro fugaz. Yo vivo en una región francófona, fue durante un encuentro de cine, en el 86 u 87, yo era muy jovencito y estaba muy impresionado. Hablamos de su película famosa “Sin techo ni ley”. Le dije cuán grande había sido mi placer al verla y le expresé mi admiración. Entonces no conocía su trabajo con el Benny.

Cuando vi que había hecho una serie de caricaturas del gran cantante quedé impresionado por lo que había logrado extraer y por la intimidad que había logrado establecer con el gran artista cubano. Entonces para mí es un doble placer poder apoyarme en algunos de sus retratos fotográficos y es un homenaje a ella también, que desapareció hace poco.

En Facebook, encontré una animación de  una de tus caricaturas del Benny. ¿Quién las hace?

Esas animaciones las hace Vicente Aristizábal Ceballos, un señor de Colombia que simplemente es muy afín a ese tipo de trabajos. Me ha hecho varias de muchas de mis caricaturas y yo las disfruto, aunque tienen un lado amateur, cosa que no fue así con las geniales animaciones profesionales del videoclip de Los Van Van realizadas por Jean Noa Castro, de Cuba.

En tus extensas conversaciones con Helio Orobio, ¿recuerdas algún comentario  suyo sobre el Benny?

Tuve la dicha y la fortuna de tener en casa nuestra al autor del Diccionario de la música cubana, durante dos meses aquí en Ginebra. Hablamos mucho del “bárbaro del ritmo”. Además de elogiarlo, por supuesto, fue también Helio quien me puso en ese camino de la personalidad múltiple y de los altibajos emocionales del artista. No me contó anécdotas precisas, pero siempre se refería a él al final de alguna frase o de algún planteo.

Por último, ¿qué opinión te merece la figura del Benny Moré? ¿Qué tanto lo mencionan tus amigos, bailadores y músicos cubanos?

Me merece la opinión de un baluarte y pilar histórico que le dio una dimensión universal a la música Cubana. Hubo muchos, el gran Arsenio, Chano Pozo, Piñeiro y tantos más. Pero si en el mundo se extrae un personaje emblemático es el Benny.

Los bailadores y músicos cubanos y no cubanos lo mencionan siempre y hay que ver, por ejemplo, no solamente el efecto que tuvieron las declaraciones de Chocolate,  y muy recientemente lo que el llamado Salserísimo de Perú sacó en su sitio Internet. Hay que ver cómo incluso los jóvenes lo han defendido, para darnos cuenta de su dimensión universal.