"a los enemigos de la revolución, no se les puede dar ni un tantico así".
Soy un artista plástico, formado gracias a las oportunidades de la Revolución, a la existencia de una Política Cultural y a la permanencia de instituciones que me educaron, me acompañaron en la formación y el desempeño profesional.
Como cualquier artista cubano, como creador de estos tiempos, jamás prescindiré del uniforme y del compromiso como combatiente del Ejército de Pueblo de defender agradecido a la Revolución que emancipó y protege mis sueños y que, cual progenitora, enraizó en mí la modestia, la dignidad, la valentía y una conciencia propia de la deuda eterna contraída con nuestros mártires.
Hoy mi trinchera de ideas y creación se profundiza hasta confundirse con mis raíces y desde ella lanzo una ofensiva permanente contra los enemigos, tanto internos como externos, con mis armas y energías.
En estos momentos no puede haber cabida para los solapados, los timadores, los enmascarados, los pseudorevolucionarios y mucho menos los mercenarios, contra revolucionarios, anexionistas, colonizados y leguleyos. No hay cabida para los confundidos, neutrales y los sin patria ni bandera. Es un tiempo de luz y sólo pueden existir y permanecer los capaces, los decididos e incondicionales.
Sé que tenemos dificultades, porque somos y permanecemos como parte del pueblo. Un creador es imprescindible en cualquier batalla y victoria de nuestra sociedad; por eso luchamos todos los días para vencerlas o al menos minimizar sus efectos. No somos perfectos, pero participamos en un proceso poseedor de una ideología y un programa justos, inclusivo, verdadero, profundamente humano e internacionalista.
Estoy convencido de que nuestro país es promotor de oportunidades y sueños, sin importar razas, generaciones, creencias, géneros y orígenes, en el empeño de continuar luchando y demostrando a los enemigos y amigos que la Revolución está repleta de revoluciones constantes, persistentes y vitales. Siempre dispuesta al cambio, al desarrollo, a la creación y al emprendimiento, como nos enseñó y nos guío nuestro invencible Comandante en Jefe Fidel Castro, desde su posición de líder y combatiente eterno de las verdades.
La condición de artista y promotor no lo otorga una institución. La da, se reconoce y se distingue por el pueblo; en el compromiso de representarlo, reflejarlo y liderarlo como comunicador, defensor y continuador de sus tradiciones, identidad y valores estéticos. No hay oportunidades para falsificadores promovidos por el imperio, con el interés de confundirnos y difundir modelos genuinos de una neo cultura no contemporánea.
El reconocimiento a nuestros creadores, a su obra y proyectos de vida no puede venir desde afuera, imitando estilos y retribuido por un mercado manipulado por intereses elitistas. No se puede vivir del arte sin haber vivido para el arte, con el debido aporte y demostración convincente de una obra y un compromiso con su tiempo y con su pueblo.
Es cierto que, en ocasiones, carecemos de espacios para el diálogo en nuestro sector, especialmente en la base, en la comunidad. Esos intercambios los necesitamos y los reclamamos para movilizar esfuerzos y empeños. No es tiempo de reservas, de mudez y desconfianza.
En estos momentos es más necesario que nunca realizar un dialogo efectivo, fundamentado y convincente desde los municipios donde vivimos y desarrollamos la labor de proteger y salvaguardar el arte y la cultura del pueblo. No puede ser un privilegio de personas carentes de esta conciencia que se arrogan el derecho de convocar a las máximas autoridades, emplazar estructuras y funcionarios en beneficio de una representación artística.
Hoy mi compromiso como cubano, artista, promotorcultural y líder natural es aportar a los propósitos de salvar al país de la pandemia y fortalecer un orden de igualdad, justicia, legalidad, bienestar y prosperidad, en el que se continúe estimulando el desarrollo pleno de nuestras mujeres en todas las esferas de la sociedad.
Sepan los empecinados enemigos que, en este memorable momento en el que los creadores celebramos el Aniversario 60 de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de las Palabras de Fidel a los Intelectuales, no se van a enfrentar a un país, sino a un ejército popular que, en impenetrable trinchera, está decidido a defender todas sus conquistas. ¡Cuba Viva! ¡Viva Cuba!
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