Único de su tipo en Cuba, el Museo del Humor—institución emblemática de San Antonio de los Baños— invita a reír y a pensara la vez. Cuando el 17 de marzo de 1979 nacía la primera Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, se abrían también las puertas de una casa donde está prohibida la entrada a personas pesimistas o malhumoradas. El aburrimiento allí no tiene cabida. Por eso existe.

“Es en San Antonio de los Baños porque es aquí donde nacen Eduardo Abela, René de la Nuez, Manuel Alfonso y junto a ellos han seguido otros. Se convierte el humor gráfico en una tradición importante de esta ciudad”, señala Isel Chacón Díaz, directora de la institución cultural.

“Pero la Bienal no es el único evento que realiza el Museo—aunque es el más importante y por el cual se nos reconoce en todo el mundo—. Junto a la Bienal desarrollamos la peña del danzón, círculos de interés, diferentes inauguraciones y actividades de animación sociocultural que nos permiten, junto a las visitas dirigidas y el estudio de nuestras colecciones, poder cumplir con nuestra gran misión: atesorar, estudiar, conservar, promocionar, a través de nuestras actividades de investigaciones, el patrimonio caricatural que poseemos, tanto de Cuba como del mundo”.

Obras de varios países se atesoran en los fondos del Museo donde también se exhibe el desarrollo del humorismo gráfico en Cuba desde 1848 hasta la actualidad.

Sin embargo, para que la risa luzca mejor, se necesitan también condiciones. Por ello en las manos de las autoridades locales está el cuidado de ese lugar, el único monumento declarado del municipio artemiseño y que tanto orgullo aporta a la Villa fértil del Ariguanabo.Para el 2016 se prevé una restauración general que dará otro aire al sitio.

Un Museo que atesora la obra humorística cubana. Risa y reflexión desde San Antonio de los Baños o San Antonio del humor.