Por tercera vez, el Taller de indigeneidad cubana Valores y Saberes fue convocado en la primera quincena de diciembre, del 11 al 16, en Playitas de Cajobabo, municipio Imías, Guantánamo. Al mismo corresponde el Boletín “Cajobabo” 3/3019, recomendado por su alto valor cultural.
Palabras claves: Indigeneidad cubana, Pueblos originarios Cuba, Descendientes de indígenas cubanos, Sociedad cubana actual, Cultura cubana.
Ante todo, deseo agradecer la solicitud que gentilmente me hicieron los organizadores del III Taller de Indigeneidad Cubana, el MSc. Alejandro Hartmann Matos y el Dr. José Barreiro, para que realizara la Introducción del sugestivo conjunto de trabajos recogidos en el Boletín “Cajobabo” 3. Unos fueron escritos sabiamente como ponencias científicas. Otros, en un inicio, se expresaron solamente en forma oral, con similar sabiduría, para trasmitirnos los saberes útiles necesarios en la vida cotidiana, especialmente en las montañas.
En general, son valiosos testimonios que dan fe del legado recibido de los pueblos originarios de Cuba por varias generaciones de descendientes y parientes, vivos hasta el momento actual, en relación íntima con la vida y luchas del campesino y la campesina principalmente asentados en zonas montañosas o migrante hacia las pequeñas ciudades y pueblos del Oriente cubano. En verdad, todos los trabajos constituyen partes de una historia nacional no escrita hasta ahora, casi desconocida. Injustamente sus hechos, personajes, causas y consecuencias, han sido olvidados o ignoradas.
El Boletín Cajobabo 3/ 2019 es uno de los resultados tangibles más importantes del Taller de Indigeneidad Cubana III, que vamos a recibir, leer –estudiar y compartir con gran disfrute, por la frescura y amenidad de su contenido, no obstante ser este muy sustancioso. Nos revela, a los no iniciados en esta materia, pero interesados en ella, los diversos rasgos o aristas del mundo material y espiritual que identifican a la indigeneidad cubana contemporánea.
Las buenas noticias acerca de los avances que suceden, encabezan de forma muy estimulante el Boletín 3: están relacionadas con los objetivos que se proponen los Talleres: hacer visibles a los descendientes de nuestros pueblos originarios y divulgar su legado histórico cultural, ambos son elementos activos en nuestra cultura actual.
En primer lugar, aparece la información sobre el Programa Nacional contra el racismo y la discriminación racial creado por Acuerdo del Consejo de Ministros del 21 de noviembre de 2019. Dicho Programa será dirigido, personalmente, por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, lo cual subraya la alta jerarquía del asunto, a nivel nacional. Pronto, conoceremos con precisión los objetivos y fines, metas, estrategias y etapas de aquel.
Después, dos breves notas se refieren a: uno, a la cancelación de 6 sellos postales como parte de la colección filatélica “Huellas vivas del aborigen cubano”, lo cual hace ampliamente probadas y perdurables las imágenes de elementos tradicionales de la cultura aruaca en nuestro Archipiélago Cubano. Representantes de las familias Ramírez y Rojas participaron en esta importante actividad, junto a la Presidencia del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
La nota dos comparte con orgullo el otorgamiento del Premio Nacional Memoria Viva, edición 2018, patrocinado por el Instituto Cubano de Investigaciones Culturales “Juan Marinello”, a Francisco Ramírez (Panchito) y su familia Rojas-Ramírez. Lo recibieron por su conocimiento y defensa de las tradiciones indígenas cubanas y de sus portadores, los descendientes vivos de aquellos pobladores primigenios que sufrieron en carne propia la invasión y conquista europea en Cuba, en los primeros años del siglo XVI.
Varios trabajos, valoraciones historiográficas e investigaciones históricas, se presentan a continuación, en un indiscutible afán de reivindicar la posición de los indígenas cubanos y sus descendientes en nuestra Historia, de aportar nuevos elementos para el mayor conocimiento y mejor evaluación de sus manifestaciones culturales.
“Deudas de la cultura e historia cubanas: el reconocimiento de la raíz indocubana y sus actuales descendientes” de la MSc. Lohania Aruca, investigadora histórica, expone con argumentos claros una crítica del tratamiento hecho o ausente, del mentado tema por la historiografía cubana colonial y republicana.
El rescate y estudio histórico biográfico de una personalidad femenina infelizmente poco conocida, la patriota holguinera-guantanamera Cristina Pérez y Pérez “La capitana del Regimiento Hatuey”, constituye la conmovedora entrega del MSc. José Sánchez Guerra, Historiador de Guantánamo.
La dieta original de los primeros pueblos que habitaron la región oriental de Cuba y el desenvolvimiento de un lento proceso de transculturación, ocurrido desde la época colonial hasta hoy día, se explica en el “El aporte alimentario aborigen a la sociedad colonial santiaguera” del MSc. Juan Manuel Reyes Cardero, investigador de la Oficina del historiador de Santiago de Cuba.
El historiador municipal de Jiguaní, Lic. Hugo Valentín Armas Pérez, en su contribución, “Perdurabilidad de la Cultura Aborigen en Jiguaní”, se plantea una verificación histórica de los elementos culturales indígenas cubanos en la región oriental, cuya continuidad persiste desde la fundación en 1701 del último pueblo indio reconocido oficialmente por las autoridades coloniales españolas, San Pablo de Jiguaní, hasta 1818 aproximadamente. De forma excepcional, su fundador fue el indígena Miguel Rodríguez, natural de Bayamo y propietario de las tierras donde ocurrió el asentamiento de aquel pueblo.
En la sección dedicada a la identidad, usos y costumbres, resalta el análisis de los fundamentos teóricos y las características y de la indigeneidad, en particular la cubana, elaborado por el doctor José Barreiro, historiador. “Somos Indios: Taínos cubanos” de Geovani Ramírez Rojas, periodista radial, perteneciente a la Gran Familia Ramírez-Rojas. Él rememora el testimonio y derrotero de su familia “india” en las montañas guantanameras, después de su expulsión de El Caney, el más antiguo pueblo indio, en Santiago de Cuba. Intervenciones orales trasliteradas dan un hermoso seguimiento a los artículos anteriores en esta sección del Boletín: la de Hortensia Rojas, madre de Geovani Ramírez —a cuyo trabajo ya me referí anteriormente—, trata de la elaboración y uso de la güira como eficaz remedio medicinal. En torno a la construcción de edificaciones vernáculas con materiales de origen vegetal, vara en tierra, bohío y otras, una cuestión práctica de mucha utilidad hasta hoy, discurren los comentarios, reflexiones y recomendaciones de Alejandro Hartmann, Eduardo, Maisí, Toa, Ramón (Yateras) y Panchito.
El maestro Fredy Martínez Ramírez, de la Comunidad Arroyo de Carlos (Guantánamo), en su comunicación “Sembrando en Conuco: La sabiduría que tengo es de la herencia de mi abuelo, de mi papá ...” nos relata experiencias agrícolas añejas, imprescindibles para diversos tipos de cultivo en terrenos de montaña. Mientras que, Ramón Rojas Rojas, de la Comunidad de Bariay (Fray Benito), Holguín, miembro de la Gran Familia Rojas-Ramírez, en su exposición “Mi familia es casabera” ofrece, con finos detalles, los conocimientos y la experiencia alcanzadas en este quehacer familiar de hacer casabe, por más de doscientos años.
Por último, aunque por ello no menos excelente, tenemos el comentario de Carlos Caballero, miembro del Grupo Kagüeiro, sobre la obra de teatro Luz de pueblo, dirigida por Manuel Romero, que fuera exhibida en la Casa del Alba Cultural, el Vedado, La Habana. Una mirada crítica de Carlos saluda la intención de la puesta en escena de rasgos culturales indígenas cubanos, pero disiente en los aspectos formales en que se realiza la misma.
Resumiendo, en brevísimas palabras, para no dilatar más la lectura de esta reseña: insisto en la calidad y cualidades de este Boletín 3, que nos alienta a proseguir a través de los Talleres anuales, los estudios acerca del tema de la indigeneidad en Cuba.
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