Pincel y pluma: Su obra, el Hurón Azul y más allá (Parte II)[i]


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El Hurón Azul en vida de Carlos

El “Hurón Azul” fue construido en 1938, en una finca que el pintor cubano heredara de su padre, junto a sus hermanas y que es hoy Monumento Nacional de la República de Cuba.

La casa de estilo ecléctico, se dice fue inspirada en la casa de madera de la estación de trenes en Pensilvania donde se hospedó el artista en 1924 y a la que se le adicionarían elementos de nuestra arquitectura colonial, tales como el mediopunto y la reja con motivo de lira.

Al fondo de la finca, el amplio terreno con diversos árboles, entre ellos algunos cedros originales, podría haber resultado un acercamiento a su infancia y a la tranquilidad no encontrada en las áreas urbanas donde predomina el cemento, el ruido y los espacios cerrados.

Su nombre, Hurón Azul deviene de una piel del susodicho roedor que le regalara un artista y amigo de Carlos, y que este clavara, teñida con azul de metileno, en la cara interior de la puerta de entrada para armonizar con el color de las puertas y ventanas.   

Su estudio, ubicado en la planta superior, al que se asciende por una escalera de madera de pino marcada con unas huellas, que según la leyenda, fue de un misterioso fantasma que vivió en la zona, lo que proyecta una mística adicional al Hurón Azul, junto a su cábala.

Desde allí y a través de una ventana, podía Carlos degustar visualmente un paisaje natural, o entonces casi natural, en el cual sus queridas palmas eran doblemente reales.

Muchas de sus obras fueron realizadas aquí. Algunas de ellas alcanzaron premios nacionales e internacionales. Tales son los casos de Dos Ríos (1939), premiada en 1953 y Arlequina, ca 1944-45, premiada 1946.

La biblioteca es otro de sus principales atractivos, allí estaba otrora la literatura más moderna, y documentos sobre el surrealismo, y otras corrientes artísticas.

Las frecuentes tertulias del Hurón Azul fueron notorias. No es descabellado imaginar que en ellas apareciera la fragancia de alguna dama y el no menos deseado olor al “chancho” y congrí, untada premeditadamente la garganta con un poco de “alcohol destilado de caña”. Todo lo cual sería un “home ron” para mucho de lo asistentes.

En aquellas condiciones, no era para menos que surgieran sobre el Hurón Azul, como manantial,  multitud de anécdotas, de hechos, de encuentros y desencuentros, de ideas discutidas y en discusión, y sus proyectos, en fin, un surtidor de cultura.

Allí acudieron intelectuales como Pablo Neruda (poeta chileno miembro del Partido Comunista en su país), Rómulo Gallegos (escritor, educador, periodista, político venezolano y presidente de la República, considerado uno de los innovadores de la narrativa hispanoamericana del Siglo XX), Juan Ramón Jiménez (relevante figura de las letras hispanas y Premio Nobel de Literatura), Alejo Carpentier (Premio Miguel de Cervantes), Rene Portocarrero, Víctor Manuel, Emilio Vallagas, Amelia Peláez, Mariano Rodríguez, Félix Pita Rodríguez, entre otros.

Se dice que podían encontrarse en ocasiones hasta unas 60 personas y que podían hablarse a la vez 6 idiomas.

Sería posible, al menos por un instante, imaginar un encuentro en este ambiente. Considérelo una invitación, entonces, entórnese los ojos y retrotráigase a aquellos momentos y, como un observador atento, verá caminar e intercambiar y discutir ideas a todas esas personalidades y otras como Félix Pita Rodríguez, Nicolás Guillén,  Agustín Guerra, Fidelio Ponce,  Juan Marinello, Félix Ayón, Alberto Alonso, Fernando Alonso, Jorge y José Antonio Fernández de Castro, Fernando Campoamor, Juan David.

¡Debió ser muy estimulante y rica aquella experiencia!

Es que Carlos y Eva, una de sus esposas, sobresalían por su capacidad como anfitriones y ese es otro de los legados que dejara, un aura que aun emana hoy desde la Casa Museo y que ha sido heredada por sus trabajadores que están convirtiendo a la institución en un centro de la identidad cubana y de la identidad de Carlos como cubano. Una institución que está llamada a aportar aún mucho más al conocimiento de la cultura cubana.

El Hurón Azul como Casa museo

La Casa Museo abrió sus puertas el 21 de mayo de 1987 y fue declarada Monumento Nacional el 20 de octubre del año 2000, año del centenario del artista.

En la actualidad la institución está cerrada al público desde  2017 a causa de los daños producidos por el ciclón Irma, sumado a deterioros acumulados por el tiempo. La preocupación y ocupación de las máximas autoridades del país sobre los Monumentos Nacionales ha posibilitado una importante contribución e impulso a la pronta terminación de su reparación y su reapertura.

Hoy toda la finca y sus trabajadores están en efervescencia. Esperanza y alegría se observan en sus rostros por los nuevos vientos…, aunque es necesario señalar que nunca el espíritu de investigar y velar por el patrimonio atesorado disminuyó ante las limitaciones para resolver algunos de las dificultades constructivas y las restauraciones de obras y objetos del artista.

Una de las restauraciones importantes es la que se realiza sobre el llamado “Mural Las Bañistas”, además de otras 37 obras que también reciben atención, junto a libros de la exposición permanente.

Desde lo constructivo se reparó toda la madera dañada y el cercado de acceso al lugar, el enlozado de barro de la terraza y las tejas criollas. Mejoró la protección del papel de techo y el sistema de sellado y se repararon las columnas dañadas. La jardinería también recibió atención y el sistema de iluminación, que incrementa el ahorro al ser ubicadas bombillas LED.

Una vez terminado todo, el interior del inmueble volverá a presentar sus salas con diversas obras y objetos personales del artista con un nuevo guión museológico y seguirá impresionando El Mural Las Bañistas, por su estilo, sensualidad y erotismo en la pared que rodea la chimenea.

Los fantasmagóricos pasos marcados en la escalera estarán presentes, ya que se conservan con rigor y  cuidado extremo a la vez que algunos de sus peldaños se reparan para mantener el aire místico y la atmósfera que rodeó al artista en este oasis apartado de la ciudad.

Su biblioteca conserva el hechizo del pintor y el exterior expresa el ambiente campestre de siempre, presto a acoger a los visitantes en nuevos intercambios y reflexiones sobre plástica y literatura. 

De este modo la institución responde a las vertientes fundamentales del trabajo y a la satisfacción de las necesidades culturales de la comunidad, a la vez  que se potencia como centro de promoción cultural, más allá de las fronteras territoriales.

Al resaltar los valores del Hurón Azul, Valcárcel expresaba: “es que el extranjero vine buscando, en su mayoría, la cubanía” y, es verdad, eso desborda Carlos, tanto en sus pinturas como en sus novelas. “En la narrativa, Carlos pintaba con palabras” afirmaba también el director de la Casa Museo.

Junto a la exposición permanente, el museo volverá a desarrollar numerosas actividades de animación cultural dedicadas a la promoción de la vida y obra de Carlos Enríquez.

Actividades educativas y culturales

Entre otras de las preguntas realizadas durante la entrevista desarrollada en la Casa Museo estaban las relativas al objetivo esencial de esta institución educativa cultural y cómo ello se materializaba en el diálogo con la comunidad, cuáles los principales obstáculos y cuales sus potencialidades.

Principales acciones

En sentido general, Alberto Valcárcel, junto al equipo de especialistas de la Casa Museo hacían referencia a dos líneas principales:

La primera: la actividad museológica interna y con la comunidad; sus servicios científico-técnicos, así como la animación cultural (tertulia literaria, entre otras).

Uno de las intenciones es revelar lo que de patrimonio material e inmaterial existe. Todo lo que emana de Carlos como personalidad, y  todo lo que brota desde su obra y del Hurón Azul como un universo sociocultural.

Es interesante destacar que la mayoría de los visitantes al Hurón… no eran pintores, sino escritores, lo que le otorga un voto más al Hurón Azul como un amplio centro cultural-educativo.

Carlos Enríquez fue asiduo colaborador de la revista cultural “Orto”, junto a  una buena parte de la intelectualidad más avanzada del país como Nicolás Guillén, Luis Augusto Méndez, José A. Portuondo, Félix Pita Rodríguez, Regino Pedroso, Juan Marinello, José Zacarías Tallet, Ballagas Florit, Carlos Rafael Rodríguez, Maceo Verdecia y otros.

Orto, fue una revista semanal, fundada en Manzanillo en 1912, y alcanzó ser una verdadera institución cultural. En su momento histórico desempeñó una función titánica en pos del desarrollo de la cultura y la identidad nacional.

Este empeño divulgador del museo también se encuentra en la atención a los diversos estudiantes e investigadores que acuden en busca de información sobre el autor del lienzo “Paisaje criollo” y la novela “La Feria de Guaicanama”, pero se aspira a más. La visión más general tendría que ser convertirse en un museo-escuela por todo lo que la Casa… puede aportar al arte cubano y universal.

Entre los espacios fijos para el diálogo museo-comunidad se encuentran: “El museo te visita” dirigido a escuelas de la enseñanza en primarias, secundarias y preuniversitarios.

Dos espacios infantiles son desarrollados los 2dos y 4tos sábados del mes: “Arco iris entre los cedros” y “Jardín de la Fantasía”, animados por talentos artísticos, payasos y otras sorpresas. No pocas veces se realizan dibujos y pinturas por los infantes, o se representan obras infantiles escenificadas por los propios niños y, de acuerdos a los recursos disponibles, a veces aportados del bolsillo de los propios trabajadores de la institución.

Para estudiantes del “pre”, los 4tos viernes de cada mes se muestran audiovisuales y dictan conferencias que promueven la obra del artista y otros temas que contribuyen a la formación cultural de los presentes.

Dado la profesión de médico del padre de Carlos, otra actividad dirigida a la comunidad es sobre “Historia y Salud”, guiadas por doctores del hospital “Julio Trigo”. Estas se realzan los 3ros sábado de cada mes.

También con carácter mensual se realizan los 2dos y 4tos jueves el encuentros con la tercera edad “Conversando con los abuelos” sobre temas culturales.

La segunda líneas es sobre eventos científicos bienales, Carlos Enríquez y las Vanguardias su carácter teórico muestra el resultado de los estudios e investigaciones sobre Carlos  a la vez que se ratifican y proponen nuevos derroteros.

Así, destinado a los adultos existe el evento titulado “Combate” que trata sobre Carlos Enríquez y su generación y también “Soy cubano”, esta vez dirigido a niños, en estímulo a la creación plástica y que forma parte de la vocación educadora de esta institución.

En general, todas las actividades de la Casa Museo transitan por una dimensión común que es la ambiental. De particular atractivo son los recorridos por toda la finca, llamados Rutas Arco iris, como parte de un movimiento masivo que llevan todos los museos  del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de la capital.

Estas enseñan la relación entre arte y naturaleza y que el hombre forma parte del sistema, por lo que si se afecta cualquier componente del medio ambiente se afecta a sí mismo.

Un abanico de posibilidades se abre ante la Casa Museo que podría conducirla a ser un centro de estudio de referencia mundial de la obra de Carlos Enríquez y de sus contemporáneos.

Sin pretender construir la matriz DAFO,  algunos elementos podrían ser tomados en cuenta para estas proyecciones algunas potencialidades (fortalezas y oportunidades) y limitaciones (amenazas y debiliddes).

Potencialidades (algunos elementos):

  • Carlos Enríquez, una de las figuras más atractivas de la cultura cubana para promover valores históricos y artísticos de Cuba.
  • Formación de valores culturales autóctonos en estudiantes.
  • Incrementar el conocimiento y ampliar las investigaciones sobre Carlos Enríquez, como ser biopsicosocial  bajo un enfoque holístico.
  • Promover al Hurón Azul como aula-museo (comunidad, posgrados, diplomados y tesis de grado). 
  • Incrementar el sentido de pertenencia y de identidad de vecinos, instituciones, tomadores de decisión y otros.
  • Ampliar la lectura de la población y el cultivo de sus conocimientos.
  • Lecturas al aire libre con acciones educativas de diversa índole en un ambiente seguro y sano.
  • Preparación profesional y vocación del personal de museo.

Limitaciones:

  • Todas las actividades actuales no están exentas de ser perfeccionadas, pero como se recoge en los encuentros realizados con los especialistas del museo se requieren de una mayor atención en cuanto a medios de trabajo.
  • El museo no dispone de medios automatizados alguno, de servicio de correo electrónico, ni internet, entre otros aspectos.
  • Carecen de equipos para medir las variaciones de humedad  temperatura, entre otras necesidades  para conservar sus colecciones de alto valor, ni de adecuado sistema de protección (sistemas de alarma, entre otros).
  • Necesitan de condiciones para desarrollar un Centro de Documentación.
  • De acuerdo con los trabajadores del museo sería oportuno disponer de una cafetería para ofertar refrigerios a los visitantes, dado lo apartado de la finca y de una tienda especializada en artes visuales y literatura.

Es que la Casa Museo no es un museo a secas, de él emana el espíritu del artista y de sus múltiples amigos que cada semana acudían a intercambiar ideas, hablar de arte, de los sucesos y necesidades de la época, y más allá.

Créalo, estar presente en la finca es sentir un nuevo ambiente, es como refractarse hacia la esencia, hacia la cubanía, matriz de la identidad, es penetrar en una nueva dimensión.

Y para Ud., amable lector, disponga de una invitación permanente. El Hurón Azul lo espera.

 

Notas:

[i] Es importante reiterar el agradecimiento al profesor y director de la Casa Museo “Hurón Azul” Alberto Valcárcel y al equipo de especialistas de esa institución por el alto valor de la información ofrecida y la revisión de estos originales.

Otras fuentes Centro de Desarrollo Territorial Holguín – UCI. Ecured Portable v1.5.

Juan Sánchez  : “Carlos Enríquez”.

Juan Martínez: “The Painter of Cuban Ballads”.

Ecured y Wikipedia


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