Los recuerdos de la estancia de José Martí en Guatemala pudieron estar entre los incentivos más importantes y en los instantes de la escritura de la novela Lucía Jerez, en 1885, en la ciudad de Nueva York. Publicada primero con el título de Amistad funesta, en el periódico El Latino-Americano, y conocida posteriormente con el nombre de Lucía Jerez a través de un proyecto de edición.
Así expresó el connotado periodista, investigador y crítico cubano doctor Mauricio Núñez Rodríguez, en la sede del capitalino Centro de Estudios Martianos (CEM), en actividad-homenaje al Aniversario 140 de la llegada de José Martí a Guatemala, y que a la vez constituyó un digno gesto solidario de la hermana nación centroamericana al presentar una edición conmemorativa de la novela martiana Lucía Jerez. En esta ocasión, dicha novela corresponde a un volumen confeccionado por la Editorial Cultura perteneciente al Ministerio de Cultura y Deportes, en la persona de su director Francisco Morales Santos (Premio Nacional de Literatura Guatemalteca), y cuyo prólogo, edición crítica y bibliografía estuvieron a cargo del doctor Núñez Rodríguez.
Subrayó a continuación Núñez Rodríguez que:
Cuando José Martí escribe su novela ‘Lucía Jerez’, es un joven de 32 años de edad, que ha tenido una experiencia vital interna. Ha conocido y vivido en diferentes países de América, y en los siete apresurados días en que redactó esta narración trató de alcanzar una síntesis espacial de todos estos lugares que le impresionaron, que le gustaron y de los cuales guardaba recuerdos entrañables, pero seguramente, también recreó aristas de aquellos sitios —los volcanes, el quetzal, el colorido, las gentes…—, con los que soñó o los que inventó. De esta forma alcanza una simbiosis de la naturaleza hispanoamericana en ese, su momento histórico y geográfico. Es un espacio recreado artísticamente, ficcionalizado. No obstante, ya fuera de manera consciente (o inconsciente) en su síntesis artística, sin lugar a dudas, la topografía de Guatemala logra jerarquía.
Por su parte Morales Santos, director de la Editorial Cultura y Deportes, puntualizó en relación con esa casa editora que:
La experiencia con los escritores jóvenes ha sido gratificante porque sus nuevos libros han sido publicados en editoriales de la región (como es el caso Costa Rica), a la vez que se les invita a participar en festivales literarios tanto en América como en Europa. En relación con la distribución de nuestros libros, debo decir que una vez conocidos por las bibliotecas municipales, asociaciones y casas culturales y de los institutos de todo el país, corresponsales de esas instituciones continuamente solicitan las últimas publicaciones (…) En lo que va de año el número de bibliotecas atendidas por nuestra editorial es de 298, con un total de 32 mil 752 libros. Al final de noviembre, la Editorial Cultura habrá publicado treinta títulos entre los que destacan el volumen ‘Lucía Jerez‘. (…) El Centro de Estudios Martianos nos ha dado la oportunidad de traer una nueva edición, la primera de la Editorial Cultura, que demuestra otra faceta de José Martí.
En otra parte de su intervención, Morales Santos calificó como “capítulo de suma trascendencia la presentación de este volumen, demostrativo del paso del Apóstol por esa tierra centroamericana —marzo de 1867 a julio de 1868—, y donde con el apoyo de otro cubano, el profesor José María Izaguirre, Martí trabajó también como profesor (…) Durante los años que vivió en Guatemala hizo además amistad con el poeta cubano José Joaquín Palma y con el general García Granados, ex presidente de mi país, y padre de María Granados, más conocida como La Niña de Guatemala”.
Entre los asistentes a dicha presentación se encontraban: la doctora María Elena Segura, subdirectora del CEM, y quien tuvo a su cargo las palabras de bienvenida a dicha actividad; el señor Héctor Iván Espinosa Farfán, embajador de la República de Guatemala en La Habana; funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP); representantes de la comunidad de guatemaltecos residentes en la Isla, y diplomáticos cubanos quienes han cumplido misión en la hermana nación centroamericana —a partir del restablecimiento de las relaciones entre ambos países (1998)—, y que han colaborado además con el CEM en la realización de actividades y proyectos académicos y culturales.
Publicado: 27 de octubre de 2017.
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