Rescatar una historia de vida desconocida


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El pasado 9 de marzo falleció en Ciego de Ávila la historiadora Rita Leonides Díaz García, después de una penosa enfermedad. Nacida en el central Delicias, hoy denominado Antonio Guiteras (municipio Puerto Padre, Las Tunas), en 1921, durante su larga existencia desplegó una intensa actividad política, fundamentalmente en las esferas educacional y artística, favorable a la causa revolucionaria de los sectores más humildes y empobrecidos del país. Su alineación comunista y de absoluta incondicionalidad a los principios enarbolados por la causa emancipadora liderada por Fidel Castro Ruz, se hizo tangible en la conformación de valores en varias generaciones de cubanos.

Lamentablemente, esta exposición no puede reseñar la magnitud y trascendencia de su aleccionadora y fecunda vida. Solo es posible esbozar algunos elementos de su obra intelectual, con el marcado propósito de incitar a la realización de una obra mayor.

Fue una juglar de pensamiento. En su localidad natal integró los grupos itinerantes que, organizados por el Partido Socialista Popular —al que ingresó a la temprana edad de 17 años bajo el influjo de las doctrinas marxistas leninistas y martianas—, recorrían el país llevando a las masas lo mejor de la literatura, la música y el teatro cubano e internacional, al tiempo que recaudaban fondos para enviar a los frentes de lucha contra el fascismo, comprar y sostener la radioemisora Mil Diez, así como para contribuir a solventar el enorme gasto que implicaba la fecunda labor cultural de la organización comunista y la Confederación de Trabajadores de Cuba.

Fue una activa luchadora de primera fila. Infatigable hasta que sus fuerzas físicas y mentales se lo permitieron. Participó en numerosos congresos internacionales relacionados con el destino de las clases trabajadoras, las mujeres y los estudiantes. No hubo un solo sector social marginado que no estuviese en el centro de sus motivaciones.

Comunista y comprometida en la lucha contra el régimen de Batista, fue profundamente sensible a las aspiraciones y exigencias del mundo intelectual. Su hondo conocimiento de la cultura nacional y universal le permitió dar a conocer, mediante la declamación o la narración oral, en cualquier rincón del oriente del país, los clamores y esperanzas del verbo histórico de nuestros pueblos. Así sembraba rebeldías, inconformidades y conductas opositoras.

Escribió y publicó un solo libro titulado Abriendo Caminos, el movimiento obrero cubano en la educación y la cultura, 1899-1958 (Editorial Pueblo y Educación, 2004). Por razones incomprensibles, entonces y ahora, su edición no fue concebida para el gran público, ni distribuido en las librerías del país; tampoco se divulgó en los diferentes escenarios intelectuales; solo se presentó, en el mismo año de su publicación, en el Instituto de Historia de Cuba, centro continuador del fundado por ella y conocido entonces como Instituto de Historia del Movimiento Comunista y de la Revolución Socialista de Cuba.

La obra en cuestión constituye un valioso acercamiento a las diferentes manifestaciones artísticas y literarias cubanas desde el fin del colonialismo español hasta 1958. Su eje central es la forma de subsistencia y desarrollo de lo cubano frente al neocolonialismo cultural impuesto por Estados Unidos.

El texto, cuidadosamente escrito, devela el profundo conocimiento de su autora sobre la naturaleza de la sociedad republicana, burguesa y neocolonial; ventaja que le posibilita analizar su crisis secular y los procesos de renovación espiritual que le fueron inherentes. Muestra, también, el accionar de innumerables personalidades, desconocidas prácticamente hasta hoy, que tuvieron una notable incidencia en el afianzamiento de la cultura genuinamente cubana y desempeñaron un significativo papel en la consolidación de la obra revolucionaria.

Con mucho respeto y sensibilidad, Rita Díaz reconoce el esfuerzo de quienes, desde un dramático aislamiento, solventaron obstáculos y prohibiciones para expresar su protesta contra el orden social y político existente, mediante la crítica o la denuncia culta, dejando para la posteridad un indiscutible legado de valores morales.

Rita hace un exhaustivo recorrido por publicaciones tales como la santiaguera El Pensil y la matancera El Estudiante, dirigida esta última por Agustín Acosta. Igualmente, profundiza en la Sociedad de Conferencias de Manzanillo.

El libro aborda minuciosamente, por primera vez en la historiografía cubana, la conformación y desarrollo de la política educacional y cultural del primer Partido Comunista de Cuba, la Confederación Nacional de Obreros de Cuba y la Confederación de Trabajadores de Cuba, con interesantes estudios, entre otros, sobre la Escuela Racionalista; las Bases Programáticas para la enseñanza presentadas a la Constituyente del 40 y los logros alcanzados en materia de educación en la Constitución; la importante campaña “Por la Escuela Cubana en Cuba Libre” y el apoyo recibido mediante la movilización popular; la actividad y significación de las Escuelas Proletarias creadas por la CTC; la contribución de los artistas plásticos cubanos más trascendentes; la poesía social y revolucionaria; la fusión de lo culto y lo popular en la música cubana; la organización de grupos de aficionados; el rol del periódico Hoy, de la radioemisora Mil Diez, la Unión de Escritores y Artistas, y de las numerosas revistas obreras —que llegaron a sumar 31 en 1945, con más de cien mil ejemplares—; la fundación y el accionar de la Prensa Obrera de Cuba (APOC), la Editorial Páginas y diversas publicaciones teóricas; junto al esfuerzo de la Cuba Sono Film, el Teatro Popular, la Sociedad Popular de Conciertos y otras instituciones, encargadas de llevar lo mejor de la cultura cubana y universal a los distintos rincones del país.

No escapó a la autora la presencia en Cuba de la Guerra Fría y, particularmente, la aplicación del Punto 4 del Plan Truman, que preveía el desarrollo de una enseñanza superior dirigida a “crear condiciones en las cuales el capital invertido pueda ser más rentable”, junto a las “becas de estudio”, la instauración de escuelas sufragadas con dinero nacional, pero con profesores norteamericanos para el adiestramiento militar de los jóvenes, la creación de la Universidad de las Américas y otros engendros, que debían introducirse bajo la apoyatura del Plan Truslow, así como la anunciada Reforma de la Enseñanza para 1956.

Díaz resalta, en ese contexto, la actitud de la Universidad de Oriente de mantenerse sin compromisos con el régimen de facto, luchando por hacer realidad su lema de “ciencia y conciencia”. Analiza, en las páginas finales, la labor cultural, en particular de la educación, dentro del movimiento insurreccional liberador, muy especialmente la aplicada en el Segundo Frente Oriental Frank País. Debe saberse que Rita Díaz actuó como enlace entre este Frente y el llano, acción por la cual sufrió prisión y vejaciones en la cárcel santiaguera, acusada de rebelde y comunista.

No pocas veces hemos recomendado a los jóvenes investigadores la consulta de su obra. Casi nunca se ha obtenido una respuesta positiva. Los argumentos son, lamentablemente, onerosos: sus técnicas y métodos son obsoletos, sus presupuestos teóricos están desactualizados, su contenido es parcial, como su visión de la sociedad de entonces, entre otras cuestiones. Lo cierto es que padecen del prejuicio contra los intelectuales comunistas y revolucionarios. Subyace la ignorancia y el desprecio hacia todas las aperturas que solo la cultura es capaz de brindar, para suerte del mejoramiento humano.

Hay que abrir, constantemente, las puertas del entendimiento hacia todo lo que contribuya al enriquecimiento de valores. Vivimos tiempos difíciles y altamente dotados de retos. Los enigmas pueden deshacerse en la misma medida en que se aprehenda la historia con su incalculable sabiduría. Hacia ella hay que recurrir sin sacralizaciones ni estigmas. Lo bueno generado desde la sinceridad y las convicciones merece un espacio en la vida de todos. Rita Díaz vivió para que hiciéramos posible nuestros propios sueños. Bien merece revisitarla.


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