La Ruta Arco iris “Ciudad 500” es un recorrido para que los citadinos redescubran el municipio de La Habana del Este, el de mayor superficie de La Habana y a su vez, el más verde por los diversos sitios naturales que en él se encuentran. Con 144,9 km² ocupa casi el 20% de la provincia y su extensa franja costera posee las mejores playas habaneras, cuyas cálidas aguas acogen a cientos de miles de turistas nacionales y extranjeros cada año. 

En su territorio, además de naturaleza hay importantes hechos históricos y culturales. Como ejemplos se pueden mencionar: restos de asentamientos y enterramientos aborígenes; la huella colonial es notable tanto en lo material como en lo espiritual; sus aguas atesoran historias de la piratería; sus fondos la presencia de pecios de inestimable valor; su suelo, las rutas para el contrabando por mar y sus llanuras el sudor y la sangre de las luchas mambisas y revolucionarias.

Las huellas de la historia también se encuentran en las construcciones, en las fortificaciones que forman parte de un conjunto declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1982. Y es notable además la arquitectura moderna, así como un complejo de instalaciones deportivas para los Juegos Panamericanos evidencia de la integridad natural y cultural de La Habana del Este.

El patrimonio espiritual está latente en muchos aspectos de la vida de los habitantes del territorio, entre ellos, sus creencias, tradiciones y costumbres que aportan notables valores culturales y que integran en su diversidad e integridad lo urbano y lo campesino.

La Habana del Este es poseedor también de monumentos de significación de país, como por ejemplo la Unidad Vecinal No. 1 Monumento Nacional.

El término, “La Habana del Este” fue expresado por primera vez por Manuel Febles Valdés en 1949, cuando el arquitecto y ministro de obras públicas del gobierno de Carlos Prío presentó un proyecto para unir a La Habana Vieja con los terrenos situados al Este de la bahía mediante un túnel bajo el canal de la entrada de la misma y, desarrollar en aquel territorio prácticamente virgen, una nueva ciudad con repartos residenciales, comerciales e industriales.

Los sitios naturales son muy importantes para el municipio. Entre los catorce sitios existentes se destacan el Rincón de Guanabo (monumento local) y a La Laguna del Cobre – Itabo, ubicado en la lista de patrimonio, ambos reconocidos posteriormente como Paisajes Naturales Protegidos.

En resumen, este municipio presenta diferentes sistemas naturales: acuáticos y terrestres. En la zona costera, destacan la presencia de su cresta coralina y su laguna arrecifal, y áreas de playas de fina arena, excelentes para el turismo, o tramos con sistemas estuarinos y lagunares y su protectora vegetación de mangle. Hacia el sur, en tierra firme, otros grupos vegetales se suceden, entre los que se encuentra la zona de cuabal que propician condiciones a todo este diverso entorno para la presencia de especies endémicas. Además, por estos parajes y su atmósfera circula un corredor de aves, ideal para la contemplación y las investigaciones.

Tomando en cuenta todos sus valores y atractivos naturales y culturales se  seleccionó de manera especial la Ruta Arco iris “Conociendo la naturaleza y la cultura del Este de La Habana” como actividad “Ciudad 500”, faro de la conmemoración del aniversario de la fundación de la capital.

Esta emblemática puesta en escena del inicio del verano cultural, tuvo un enriquecimiento adicional y fue su integración y adecuación con otra ruta Arco iris, esta vez, interpretativa de los valores patrimoniales de la primera Habana, la Vieja, y su bello e histórico Paseo de Prado, o simplemente el Prado, para los más íntimos, que son muchos.

EL VIAJE Y SUS VIAJEROS

Así, las imaginarias cortinas de la aventura se descorrieron a partir de la calle Trocadero 162, donde viviera y escribiera  uno de los más prestigiosos poetas de las letras cubanas, José Lezama Lima, cuya vivienda, convertida hoy en casa museo, atesora una parte importante de su legado.

Allí, suben al nuevo ómnibus el último grupo de arriesgados “arconautas” (por aquello de navegantes de las rutas arco iris), en esa suerte de episodio de aprendizaje y entretenimiento cultural. Es la primera vez que se va realizar esta ruta por el aniversario 500 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, hay expectativas entre los arconautas y también entre los guías de dos de las instituciones involucradas, cuya responsabilidad recayó en los directores de dos museos, el MSc. Israel Díaz de la Casa Museo José Lezama Lima, y la MSc. Aliuska Miranda del Museo Municipal de La Habana del Este.

El transporte, ya en movimiento hacia su manifiesto destino, posibilitó que el director Israel Díaz, revelara y describiera los valores existentes en el primer tramo del trayecto. Algunos forjados hace más de 200 años en esa importante arteria citadina, cuyo nombre oficial es Paseo de Martí, el cual transita perpendicular y a unos escasos 150 metros del museo.

El paseo parece surgir como canal de asfalto que emerge de la mar desde el malecón habanero hasta terminar varios cientos de metros después en la fuente que representa la imagen de la India Habana, en cuyo honor fue nombrada la ciudad. La fuente también es conocida como de la Noble Habana y fue inaugurada el 15 de febrero de 1837.

En su recorrido o entorno cercano, el Prado cuenta con cuatro grandes hoteles históricos próximos al Parque Central en cuyo centro se encuentra la primera estatua de José Martí que se erigió en Cuba: el Sevilla, el Inglaterra, el Plaza y el Saratoga.

El Sevilla, construido en 1908 con marcada influencia mudéjar en su arquitectura;  el Inglaterra, monumento nacional desde 1981, en el cual  estuvo hospedado Antonio Maceo y Winston Churchill; o el Plaza, el que primero fue edificio de vivienda, sede del periódico “La Marina” y “Hotel La Leal”, al que visitaron Albert Einstein, Ana Pavlova e Isadora Duncan, bailarinas rusa y estadounidenses respectivamente, y Babe Ruth, estrella del beisbol; y el Saratoga, ubicado frente a la Fuente de la India, y que fuera construido en 1880 para almacenes, después remodelado como hotel en 1933 y reinaugurado en 2005.

Estos y otros aspectos fueron ilustrados por el director durante este tramo de recorrido.

Era inevitable la trayectoria por esta avenida de 4 vías y doble sentido de la circulación, con un ancho y arbolado separador central, si se quería recorrer el vial subterráneo que dejaría atrás el municipio de La Habana Vieja para adentrarnos al Este de la capital, por el también emblemático túnel de la bahía de La Habana, una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana.

Así se vencía la distancia de 733 m, o de 45 segundos a 60 km/h, que separa ambos municipios por la zona más estrecha de este accidente geográfico que es la bahía de bolsa de la rada habanera.

A partir de aquí, Aliuska Miranda, se hizo cargo de la expedición. “Es un sueño hecho realidad”, fueron sus primeras palabras, seguidas del reconocimiento a aquellos que concibieron y materializaron esta bella idea.

La construcción del túnel fue terminada el 25 de Mayo de 1958, pero su flujo vehicular comenzó el 1ro de junio. Constituye la red de acceso a las diferentes urbanizaciones de la franja costera del municipio La Habana del Este. Fue construido por la compañía francesa “Societé des Grands Travaux de Marseille”,  que incluían el túnel y la Avenida Monumental.

Por su importancia, en el decursar del trayecto se hizo referencia al sistema defensivo colonial de La Habana y de las flotas, para lo cual fueron construidos los fuertes: Castillo de la Real Fuerza (1577), Castillo de San Salvador de la Punta (1600) y el Castillo de los Tres Reyes del Morro (1630), observados los dos últimos durante el recorrido.

Para completar esta cadena defensiva se construyeron: el complejo Morro Cabaña, el Torreón de Cojímar y el Torreón de Bacuranao, y las Baterías No.1 y No.2., todos vistos durante la ruta.

Inmediatamente, el Hospital Naval fue otro de los sitios comentados. Su construcción que se hallaba inconclusa al triunfo de la Revolución, es retomada, inaugurándose este centro de salud el 3 de diciembre de 1962.

Un giro de timón hizo variar la trayectoria del Este hacia el Norte, para conocer la Unidad Vecinal No. 1. Camilo Cienfuegos, Monumento Nacional desde 1996. Es la primera urbanización construida por la Revolución e inaugurada el 16 de noviembre de 1961. El 28 de octubre de 1965 esta localidad recibió el nombre de “Ciudad Camilo Cienfuegos”.

Fue la primera vez que utilizaron métodos de administración estatal para este tipo de actividad. Se realizó acorde a los preceptos de lo más moderno de la arquitectura cubana de esos momentos. El proyecto fue dirigido y ejecutado por Pastorita Núñez, dirigente revolucionaria de altos valores humanos, altruismo y honestidad.

En la construcción de la misma participó el Comandante Ernesto Che Guevara y fue entonces que realizara, en la Escuela Secundaria Básica Otto Barroso, el primero de sus muchos trabajos voluntarios.

Después de atravesar esta urbanización se empleó el camino de la costa para llevar al grupo al vecino pueblo de pescadores denominado Cojímar, rico en historias, entre ellas la del insigne escritor Ernest Hemingway.

Antes de llegar a Cojímar, y hacia el lado sur del trayecto, se levanta La Villa y el complejo deportivo Panamericano donde se realizaron los XI Juegos Deportivos Panamericanos en el verano de 1991. Una explicación de sus principales instalaciones fue realizada por la directora-guía.

Destacan por su propia personalidad y estilo constructivo las edificaciones de la villa, todas diferentes, sirvieron para alojar a los deportistas de los juegos y de ahí el nombre adoptado de “Villa Panamericana”. Los apartamentos construidos fueron entregados posteriormente a los trabajadores destacados.

La Ruta Arco iris “Ciudad 500”: Conociendo la Naturaleza y la Cultura del Este de La Habana, deparaba aun muchas emociones que se describirán en la segunda parte.