A pocos días de la XIII Bienal de La Habana muchas son las expectativas relacionadas con el evento, que dará inicio el próximo 12 de abril y se extenderá hasta el 12 de mayo. Entre las propuestas previstas sobresale un proyecto artístico, pedagógico y tecnológico que tiene como gestores a alumnos y estudiantes de la Academia de Bellas Artes San Alejandro.

Se trata de La Nube, exposición muy bien pensada y a tono con las tendencias más contemporáneas del arte, que será inaugurada el 15 de abril, en las dos galerías de la escuela, y donde «se subirán» obras que responden al concepto del arte más tradicional, desde la pintura, la escultura y el grabado, hasta llegar a la relación entre lo físico y virtual.

Lesmes Larroza González, director de la Academia, explicó el por qué de la propuesta. «En un mundo dominado por la tecnología la enseñanza artística no puede estar ajena a ese fenómeno. Actualmente, es más fácil ver a un estudiante de arte o un ciudadano común con un tablet, o un dispositivo móvil, como una manera de comunicarse, de crear, de gestionar también la cultura.

«Además, hoy todo lo guardamos en la nube, para después socializarlo, compartirlo en las redes sociales. También sucede con frecuencia que cuando pasamos por las aulas si un estudiante no está prestando atención decimos: anda en las nubes. La palabra en sí misma encierra una serie de simbologías, tanto desde lo artístico como desde lo pedagógico y tecnológico. Es por eso que el proyecto central se llama La nube».

Usted ha afirmado que todo el edificio estará en función de la Bienal. ¿Qué otras propuestas prepara la Academia?

La relación artístico-pedagógica es lo que defendemos. Pero eso no excluye la participación de artistas invitados, egresados de la escuela, que estarán con sus obras en otros espacios físicos de la institución. Además, cada cátedra aportará su experiencia, por lo que los mejores resultados de cada especialidad estarán expuestos en las aulas.

«Hemos previsto, del mismo modo, que durante esos días sean defendidas públicamente y como parte del ejercicio académico algunas tesis de grado. Toda la instalación estará en función de la Bienal con performance y otras acciones artísticas. Ahora estamos enfrentado una etapa de reparación y mantenimiento, gracias a los esfuerzos del Ministerio de Cultura, lo cual es importante para el desarrollo con calidad del evento».

¿Cuál ha sido el vínculo de San Alejandro con las bienales de La Habana?

San Alejandro se ha venido robando un espacio de la Bienal desde el año 2000, cuando sucedió la Séptima Bienal de La Habana. En aquel momento yo era estudiante de la Academia y para mí fue una motivación muy grande que mi maestro, un destacado escultor que ya falleció, Ramón Casas, nos invitara como estudiantes de tercer año de la carrera a participar de un proyecto que se llamó Iroko y se hizo en ese momento en las inmediaciones de un parque en Vista Alegre, en La Víbora, cerca de donde vivía Casas. Fue una experiencia espectacular. Un estímulo muy grande.

«La diferencia en esta ocasión es que el espacio es oficial. Logramos insertarnos verdaderamente. Somos una de las subsedes del evento. Con La Nube queremos hacerle un homenaje al Comandante en Jefe, quien visitó San Alejandro el 21 de enero de 2001».

¿Qué relación existe entre Fidel y La nube?

—Cuando el Comandante visitó San Alejandro yo todavía era un estudiante de la Academia y recuerdo que fue un hecho trascendental. Fue la única oportunidad que tuve de interactuar físicamente con él. Recuerdo bien que después de escuchar la historia de la institución, las cifras, los datos, Fidel hizo una pregunta muy puntual: ¿cómo se inserta la enseñanza artística y las artes plásticas en los nuevos medios y con los nuevos medios? En aquel momento las máquinas eran Pentium, estábamos saliendo del lenguaje Basic, para incorporarnos a otros más avanzados y ya Fidel estaba haciendo esa pregunta.
«Hubo como una especie de negociación docente, metodológica, pedagógica y Fidel dijo: si ustedes logran tener un espacio en 15 días, aproximadamente, aunque sea un boceto, una aproximación a lo que sería los nuevos medios y el arte digital dentro de la enseñanza artística, nosotros haremos un esfuerzo por poner el mínimo de recursos indispensables. Comienza como un proyecto, un taller, y a partir de 2003 se formaliza como la Cátedra de Nuevos Medios. Es un homenaje, porque esas cosas no las podemos perder de vista y porque es también la manera de insertarnos en el mundo de lo virtual».

Más allá de su inserción oficial en esta gran fiesta de las artes visuales, dos grandes novedades trae San Alejandro este año: el curso para trabajadores y el nivel elemental. ¿Qué puede decirnos al respecto?

Son dos sueños sociales que habían quedado engavetados y que ahora salen a la luz renovados. Están en proceso, pero son firmes. El Curso para Trabajadores, llamado nocturno, que cerró en el 2011 y es una de las grandes conquistas que San Alejandro nunca debió abandonar, y que permaneció desde entonces como un deseo dormido. «Pretendemos reabrirlo en septiembre, con los planes de estudio readecuados para que pueda recibirse en tres años.

Como requisito, hay que ser trabajador, no necesariamente vinculado a la cultura. Presentarse a exámenes de ingreso de la especialidad y tener hasta 40 años de edad en el momento de las pruebas. La matricula será de 15 estudiantes y las clases en el horario de 4.00 p.m., a 8.30 p.m. Por el momento, los aspirantes tienen necesariamente que residir en la capital.

«Estamos esperando a tener en la mano la Resolución Ministerial para publicar la convocatoria. San Alejandro surge por un curso para trabajadores porque primero había que ganarse la vida y después estudiar.

«También con tres años de duración, de manera experimental se implementará, en el sistema de enseñanza artística nacional, el nivel elemental de artes plásticas. Todavía se estudia cómo será ese proceso dirigido a estudiantes de 7mo grado. En la actualidad, en la Academia se estudian disciplinas como pintura, dibujo, escultura, grabado, cerámica, ilustración, orfebrería, gráfica, fotografía y arte digital».