El encuentro literario «Desde su voz otras voces: la poesía de Jesús Lara Sotelo» comenzó a sesionar en la galería Teodoro Ramos Blanco de El Cerro capitalino, en el contexto de la exposición retrospectiva Poemas capitales de este creador, que se encuentra instalada en el Centro Provincial de Artes Plásticas.

En esta primera sesión del evento intervinieron la investigadora literaria, crítica y ensayista Cira Romero y el poeta y narrador Alberto Garrandés, los cuales complementaron una profunda caracterización de la obra literaria de este multifacético creador y un acercamiento a su quehacer pictórico y a su naturaleza humana.

Coincidieron ambos estudiosos en la vocación renacentista de Lara Sotelo, la que se materializa en su abarcadora faena en las diferentes expresiones de las artes visuales y en su vasta producción literaria, de la cual cuarenta volúmenes aun permanecen inéditos.

Garrandés aseguró que refleja en sus obras las múltiples agonías del hombre que van de lo universal a lo íntimo; «su guerra es contra el sin sentido y sus libros muestran con bastante frecuencia un paisajismo mental en el que habría que insistir mucho porque es allí donde su personalidad se ilumina», apuntó.

Más adelante consideró: «Sentencioso, narrativo, en ocasiones axiomático, Lara Sotelo alude a lo honorable, subraya el pudor y la honestidad, invoca el decoro, la conciencia moral y también, claro está, lo sagrado, el desafío del cuerpo, el abismo del sexo y se aposenta con igual ansia y desasosiego en las mansiones del placer y el horror cotidianos de la vida»

Anotó entonces que la agonía del mundo, el precario renacer del hombre, el amor y el deseo como vaivenes de la intimidad humana, la incertidumbre del valor del conocimiento, la crisis de la verdad, las nuevas estructuras de la imaginación son algunos de los asuntos en los que «los libros de Lara Sotelo hunden sus raíces» y declaró que el autor «se compromete no con la cubanidad o con las utopías más inmediatas sino con algo mucho más importante y de trascendencia probada: el espíritu y sus crisis sucesivas».

Cira Romero, por su parte, dio lectura al texto «Extrañezas, emociones y escamoteos: La obra de Jesús Lara Sotelo», a través del cual realizó un recuento cronológico y valorativo de la vida y la producción pictórica y poética del artista.

Expuso Romero que la obra literaria de Lara es heterogénea y exhibe un fervor incansable y una copiosa inspiración en la que se destaca su potencia lírica y donde el amor está tratado en su sentido más abarcador: desde lo sentimental hasta lo brutal.

Comentó además que la labor escritural del creador está marcada por una formación autodidacta en muchas disciplinas que se asocian a su multiplicidad de intereses y en la que se conjugan de manera rigurosa «la asimilación y respeto por la aventura humana».

Explicó asimismo que la obra de este autor «original, múltiple e imprevisible», que escribe muchas veces desde la paradoja, nunca refleja desencanto, pesimismo ni falsedad, que recoge lo esencial de la existencia y que «siempre avanza hacia una impresión de libertad nacida de verdades que muchas veces se abalanzan en la búsqueda de la liberación de sí mismo».

Para concluir indicó: «Aceptar el carácter cósmico de su arte significa acariciar de un golpe la constatación de un temperamento súbito e inesperado, calzado —como el gigante— con las botas de las siete leguas».

Garrandés a continuación presentó el libro Tiempo de revelaciones. La obra visual de Jesús Lara Sotelo, una compilación estructurada en cuatro secciones, realizada por la joven historiadora del arte Elisa Álvarez Delgado, que contiene igualmente una valoración crítica del trabajo del artista.

La autora expresó que con Tiempo de revelaciones pretende testimoniar el universo pictórico que Lara ha venido construyendo por más de veinticinco años de carrera artística. «Es una invitación a que puedan leer desde las páginas cómo Lara se desenvuelve entre una y otra manifestación (…) procesos poco comunes en el arte cubano contemporáneo».

Sobre el paisajismo de Lara, quien es conocido como “El paisajista de Centro Habana”, opinó: «Es cierto, Lara es muy buen paisajista, desautomatiza el género en cuanto a los ángulos, la perspectiva, el espacio, pero catalogarlo de paisajista sería simplificar el resto de las manifestaciones que trabaja: fotografía, cerámica, litografía, el performance, el dibujo».

Lara, al intervenir, entre otras confesiones, dijo: «He cambiado tantas veces la manera de crear como veces he cambiado la manera de vivir, de pensar; no soy un hombre que ha apostado a un pensamiento único, siempre he sido enemigo de la parálisis, he amado el cambio y por supuesto he detestado a quien frena el cambio, por eso es que mi obra es dura y no es exactamente todo lo dura que debiera ser; la dureza está en la realidad, yo simplemente reflejo lo que veo y lo que vivo».

Sobre un tema al que vuelve una y otra vez este artista en sus obras, señaló: «Lo esencial en la vida es la verdad; tienes que ser verdadero contigo mismo, tienes que ser rigurosamente honesto contigo, no hay otra forma de ser ni de estar ni de crear; una creación apartada de la honestidad, de la limpieza y la trasparencia y la renuncia al miedo como freno y obstáculo al desarrollo no llega a ser nunca un arte auténtico y la autenticidad está en crisis en nuestro tiempo».

Para hoy se anuncia en el encuentro la intervención de Jesús David Curbelo y las conferencias de las poetisas Lina de Feria y Marilyn Bobes, las cuales luego darán lectura a una selección de poemas propios; el viernes tendrán lugar las conferencias «El alto precio de la poesía», del poeta Alberto Marrero, y «Poesía más reciente de Jesús Lara Sotelo: Poemas Capitales y Poemas de Berlín», de Francisco López Sacha y quedará clausurado el encuentro con un recital de poesía de Lara Sotelo.

Publicado: 26 de septiembre de 2017.