Recientemente Issac Delgado arribó a la nada desdeñable cifra de veinticinco años con su propia orquesta. Después de haber transitado por agrupaciones de la talla de Proyecto, con Gonzalo Rubalcaba, la Orquesta de Pacho Alonso y sus Kini Kini y NG la Banda, con el maestro José Luis Cortés, decidir crear su propia agrupación fue sin dudas un paso arriesgado, pero bien pensado. Y la mejor prueba de ello han sido sus resultados en el tiempo.
Con motivo de este onomástico, CUBARTE quiso acercarse a este popular artista de la música cubana para conocerlo más de cerca y mostrar al Issac que vive día a día fuera de los escenarios.
Issac, veinticinco años no es una cifra pequeña para una agrupación musical. En ese período has debido experimentar diferentes momentos y situaciones. ¿Consideras que estás en una etapa de continuidad, renovación o preparas una nueva escalada en el orden musical y de popularidad?
Veinticinco años de responsabilidad frente a una orquesta ha sido un reto enorme para un artista casi empírico como yo que va aprendiendo por el camino, intentando calar en el gusto popular; pero al mismo tiempo ha sido un placer enorme el haber contribuido a la formación de muchos talentos, de representar la música y el arte cubano en Cuba y por el mundo, de compartir vivencias con muchos de mis referentes, incluso en este período en que intento recuperar memorias y al mismo tiempo seguir creando música con el mismo amor y la ambición de tocar el sentimiento y las fibras más sensibles del ser humano, las expresiones artísticas y musicales, haciendo música para entretener, como un goce del espíritu
Unos dicen que el éxito llega de manera casual, otros aseguran que es posible prepararlo. En tu carrera has podido vivir épocas de gran popularidad y también de éxitos en el orden musical. ¿Qué opinas tú del éxito y la popularidad y cómo los enfrentas?
El éxito es un resultado o el producto del trabajo, pero en la mayoría de los casos no es fortuito. Hay una maquinaria de producción, principalmente mediática, que puede convertir en éxito algo que para algunos no se corresponde con sus gustos o con la calidad (según como se valore), pero es muy probable que en lo más sencillo se encuentren grandes cosas. Ser popular es algo casi siempre muy variable. Dicen los que saben de esto que es mejor mantenerse en la parábola media, que la cuestión “no es llegar, sino mantenerse”. En mi caso intento no sufrir de falsas ideas del éxito o popularidad. Hay que poner los pies en tierra firme.
Algunos te califican como el más internacional de los “salseros” cubanos. Uso aquí el término “salsero” en su acepción más total de la música popular bailable cubana, agrupando lo mismo son, songo, timba, que otras sonoridades afines. Pienso que esto tiene que ver con la aceptación que ha tenido tu música en otros países, donde incluso exitosas agrupaciones de la Isla no han logrado el impacto esperado. ¿Ha sido un proceso casual, natural o has trabajado tu música con esa intencionalidad?
Creo que he trabajado duro, pero también he tenido la suerte de haber trabajado con compañías internacionales que han impulsado mi carrera. Fui parte del elenco de RMM desde mis primeros discos. También la confrontación y el camino recorrido en escenarios del mundo te ayudan a hacer un curriculum importante. Es obvio que debe haber un producto con una media de calidad y de acercamiento a otras culturas. Uso muchos elementos comunes de las músicas del Caribe, pero parto de la base de nuestra música tradicional, la de siempre, la que se aprecia en todas partes del planeta, la de Benny, Pacho Alonso, Cuní, Celia, Matamoros, etc.; pero nunca he dejado de reconocer el aporte que ha hecho a mi música la salsa de Puerto Rico, de Colombia, Venezuela, de los grandes intérpretes de este género como Cheo, Blades, Gilberto, Oscar, etc. Soy una fusión de todos, creo yo.
En el mundo de la música tropical bailable es común que los grandes intérpretes y agrupaciones vivan de sus grandes éxitos, y aunque sigan sacando al mercado nuevos números y discos no dejan de interpretar aquellos que les dieron fama internacional, y además sus seguidores esperan que los interpreten. No sucede así ni con las principales agrupaciones cubanas ni con lo que el público cubano les exige. ¿Qué piensas de ello? ¿Cómo sucede contigo en particular?
Es una suerte para todos los que podemos seguir tocando las canciones de hace veinticinco años o más; quiere decir que han resistido, se han trasmitido por carácter espontáneo a otras generaciones. Eso es un orgullo que siento cuando me presento a un público tan diverso de criterios y gustos como el cubano. Hay muchas tendencias musicales que viven paralelas a la música que hago, por eso también, como ser humano, me fusiono con el tiempo en que vivo, pero no dejo de re-inventarme, de hacer cosas nuevas y de aceptar a todos los que me rodean. Hay que seguir andando y proponer.
Muchas personas piensan que los músicos solo escuchan la música que hacen o música parecida a la que ellos hacen o interpretan. Nada más lejos de la verdad. ¿Qué disfruta escuchar Issac cuando el tiempo se lo permite?
Soy un melómano, escucho música de Brasil, amo el bossa nova, el tropicalismo, el jazz; pero también me gusta lo que escuchan mis hijos, los amigos… todo. Cuando puedo escaparme veo televisión y mucho deporte, pero la música es mi pasión.
¿Cómo ves la música cubana actual? ¿Crees que hay un movimiento del gusto popular joven hacia géneros como la balada, el pop u otros? ¿No habremos saturado el mercado con modelos musicales similares o demasiado fuertes de cara al bailador o al que escucha? ¿Tiene que ver en ello las letras de las canciones, el tipo de ritmo utilizado?
Cuba es un mercado atípico. Hay consumidores de todos los géneros, nos enteramos de todo lo que suena por el mundo, hasta en China. El cubano es, en términos generales, un productor musical en potencia: todos opinan, todos bailan y cantan al ritmo de las canciones. Es difícil para un profesional hacer un plan de marketing adecuado en nuestro mercado. Aquí es donde único los temas pueden ser populares sin ser trasmitidos en la radio y la televisión. Hay un mercado paralelo de audiovisuales, de fiestas, de centros nocturnos y diurnos, de provincias, Djs, vendedores, promotores ambulantes de música, etc., que es lo que determina qué es lo que se mueve. Entonces la fórmula se llama “estar en todas”… Hay que trabajar y “hacer camino al andar” (como dijo el poeta). Sí, estamos un poco saturados, pero eso no es nuevo. Antes eran dos canales de TV y ahora son muchos. Lo bueno es que los géneros conviven aunque sean diversos.
En las décadas de los años 50, 60 y 70 no se concebía la presencia de una orquesta en el escenario de un teatro, evento relevante o la televisión si no salían de traje y corbata, guayabera o, al menos, de manera uniformada. Hoy no es así. ¿Crees que esto influya en la forma en que se valora la música popular bailable para incluirla en actividades relevantes o de cierta etiqueta? ¿Qué opinas del vestuario y la presencia en la escena de un músico?
El vestuario y la moda a veces influyen en los gustos, pero los jóvenes de hoy tienen muchas referencias, de ayer y de hoy. Pienso que cada artista sabe escoger cómo se siente más cómodo con su presencia ante el espectador y los estereotipos están creados por los medios de comunicación global.
No es un secreto para nadie que nosotros no hemos logrado, como sí lo hacen otros países, que nuestros ritmos tradicionales y originarios suenen diariamente y sean del agrado de la mayoría de la población como primera opción. Es difícil caminar por las calles de la República Dominicana sin escuchar un merengue y la gente en general lo recibe con agrado. ¿A qué crees que se deba que no sea así en nuestro país? ¿Los compositores de hoy? ¿Los arreglos musicales? ¿Los músicos? ¿Los medios?
Eso no es un trabajo de los músicos, ese es el trabajo de los medios: es un deber de los que promueven y tienen las herramientas, que suene nuestra música con la prioridad necesaria, provocando que las nuevas generaciones crezcan con ese oído, que los visitantes se lleven en su mente el sonido de nuestra música.
¿Cuáles son los planes de Issac para este año y los próximos? ¿Algún disco en camino?
Estoy trabajando en varios proyectos nacionales e internacionales, pero lo más importante es que estoy colaborando y trabajando con gente y artistas muy diversos. Personalmente me debo y le debo a la gente un nuevo material discográfico y audiovisual. Espero poder lograrlo.
Algo que le quieras decir a tus seguidores, que no son pocos.
Que hay que seguir soñando. Hay que creer en uno mismo, pero sobre todo en el amor y el derecho de cada uno a ser feliz. Muchas bendiciones a todos.
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