Sueño con dejar una huella perdurable dentro de la historia cultural de mi país


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En Conexión 4 la muestra que exhibe Galería Habana de forma virtual durante el mes de agosto de este adverso año 2020 surcado por una pandemia mundial, se han reunido cuatro artistas relevantes y a la vez vinculados por la relación de consaguinidad: Flora Fong, Nelson Domínguez, Liang Domínguez Fong y Li Domínguez Fong conforman un cuarteto familiar de excelencia tanto por la calidad del conjunto de sus obras como porque cada uno de ellos exhibe, por encima de elementos genéticos y de cultura familiar, un distintivo y característico quehacer.

Alejada un tiempo de la dinámica expositiva de las artes visuales por estar dirigiendo el Taller  de Gráfica Contemporánea en la Villa Panamericana y colaborar en el Estudio-Galería Los Oficios de su padre, el Premio Nacional de Artes Plásticas, Nelson Domínguez, Liang retorna a la actividad expositiva en la muestra Conexión 4 en Galería Habana, aprovechamos para dialogar con ella sobre su labor creativa y asimismo ahondar en sus motivaciones artísticas desde su adolescencia hasta la actualidad.

Liang Domínguez Fong es una creadora visual con una trayectoria extensa de aprendizaje y ejercicio en el grabado, si bien ha cultivado además otras manifestaciones, como la pintura y la escultura (Interreflejos, bronce, espejo y mármol negro) que puede verse en la exhibición online Conexión 4 de Galería Habana.

Es portadora de una sólida formación académica y creció en un ambiente donde la práctica artística era una rutina más de la vida cotidiana. Sus padres son artistas reconocidos en la historia del arte cubano, y su hermano igualmente es un artista visual relevante de las últimas promociones. Aunque reconoce cuán fundamental fue para su carrera la preocupación en su hogar por la enseñanza artística, y la ascendencia de la obra de Nelson Domínguez y Flora Fong, ella ha sido capaz de articular una obra propia que se distingue por su morfología peculiar, de la que resalta el empleo del cuerpo y sus preocupaciones en torno a la problemática femenina, desde sus propias vivencias. Respecto a estos temas y otros que pueden tener una relevancia en su labor creativa, establecimos el presente diálogo que transcribo y precedió a la mencionada muestra Conexión 4 que se exhibe online debido a la pandemia.

Además de haberte graduado del nivel medio de la academia y del superior en la Universidad de las Artes, ISA, diríamos que tienes un precedente informal, al tener padres artistas visuales. Entonces, ¿cuándo comienza tu motivación por el arte?

Mis primeros recuerdos son de cuando era muy pequeña, veía los cuadros de mis padres, ambos pintores, y pintaba sobre estos, y ellos, que a lo mejor ya los habían terminado, se encontraban con que mi hermano y yo veníamos entusiasmados con crayolas a pintar encima, y claro, entonces, debían volver a hacerlos. Me gustaba en mi  tiempo libre escabullirme para  mirar a mi padre trabajar sus grabados con la gubia y soplar las virutas de madera. Mi madre estuvo atenta a ver si tenía aptitudes para el arte y observó que me gustaba bailar, por lo que me llevó con 8 años a la casa de la cultura del municipio Playa, a matricularme en danza contemporánea, mas un par de años después, al finalizar el curso, me di cuenta que lo que más me gustaba era pintar.

En mi infancia vivíamos en una familia más grande, todos en una casa, crecí junto a primos a los que les gustaba dibujar y que luego se vincularon profesionalmente a la esfera cultural, de modo que nos desarrollamos juntos en un único ambiente artístico y familiar.

Tuve varias aficiones, además de la danza, después en la secundaria estuve en canto coral, y eso me sirvió para tener una sensibilidad hacia la música.

Y en sentido general, pudiera decir que desde niña he estado asistiendo de manera informal al Taller Experimental de Gráfica de la Habana, donde he compartido directamente con todos los artistas grabadores que durante tantos años allí han ido a realizar su obra.

Durante tu formación como grabadora ¿quiénes consideras tienen una relevancia por el valor de su magisterio?

Eso me lleva a realizar un recuento. Tendría 11 años cuando inicié formalmente mis estudios de artes plásticas. No olvido que mi mamá, la pintora Flora Fong, en el tiempo que le quedaba libre de impartir clases en la Academia de San Alejandro, revisaba mis trabajos, mientras me preparaba para ingresar en la Escuela Elemental de Artes Plásticas 20 de octubre, donde ingresé a los once años, para estudiar la especialidad de grabado. Allí tuve a profesores que eran artistas: Zaida del Río, Ricardo Rodríguez Brey, Gustavo Acosta, Pepe Franco, Gustavo Pérez Monzón, José Omar Torres, Waldo Saavedra y Emilio Rodríguez, entre otros que me impartían disciplinas como dibujo, ilustración, grabado y pintura.

Posteriormente continué mis estudios de grabado en la Academia San Alejandro entre 1989 y 1993, manifestación que solo se puede aprender en taller con profesores, a diferencia de la pintura que quizá no necesité de una formación técnica, y manifestación en la que podían apoyarme mis padres.

 En San Alejandro aprendimos varias disciplinas y tuve maestros que no puedo olvidar, como Antonio Alejo de historia del arte, Ángel Ramírez en grabado, la ceramista Teresita Gómez, el escultor Ramón Casas. Aunque la conocida grabadora Belkys Ayón no fue profesora mía, porque impartía clases en otro año, usualmente compartíamos en el taller de la academia.  

Posteriormente ingreso en el Instituto Superior de Arte (1989-1993), donde tuve muy buenos maestros, recuerdo a Sandra Ramos, Luis Lara y Pablo Borges en grabado, así como Julia Portela (de historia del arte), y aunque tampoco era profesora en mi curso, Belkys Ayón y yo continuamos compartiendo cada una nuestro quehacer en el taller de la universidad. En esa dirección, más tarde, pasé un taller de colagrafía con ella en Casa de las Américas, donde aprendí mucho de la técnica.

Proseguí superándome, siempre en la gráfica, y en el Taller de Serigrafía René Portocarrero pasé un curso de tres años, y allí terminé incluso como maestra impresora.

Esa formación de tantos años antecedió a mi trabajo profesional en el Taller de Gráfica Contemporánea, actualmente en la Villa Panamericana de La Habana. Hace ya 20 años que dirijo este taller que es de mi padre, el pintor y grabador Nelson Domínguez y donde se trabajan y promueven todas las manifestaciones de la gráfica.

¿Qué otros creadores cubanos e internacionales consideras han influido en tu obra?  

Yo creo que Belkys Ayón y Sandra Ramos, fueron las dos artistas que más han marcado mi quehacer.

Además, me gusta mucho el arte expresionista europeo, los escultores surrealistas, las obras de Picasso, Tapies, Magritte, Dali, Gustav Klimt, Alfons Mucha, del arquitecto Gaudí, de los pintores chinos, la obra de Zhang Daqian con sus grandes aguadas y pinceladas gestuales, el ukiyo-e y el Sumi-e japonés y los clásicos diseñadores de moda como Chanel, Dior.

Y por supuesto me influyen otras artes, como la música, de la que me acompaño para trabajar o el cine.

En el grabado has te tenido una formación intensa y larga ¿Qué lugar ocupa la manifestación en el conjunto de tu obra?

La gráfica ocupa el primer lugar para mí, pues me ha llevado más dedicación y tiempo, la he estudiado a todos los niveles de mi carrera, nivel elemental, medio y superior.

En el caso de la colagrafia la he hecho en gran formato y he realizado de cada matriz solo una copia para darle un valor único a cada obra, como en la pintura, para darle exclusividad y quitarle el efecto seriado típico en la gráfica mundial.

He utilizado todas las técnicas graficas en mi obra a pesar de haber trabajado la escultura, la talla en mármol, la fundición en bronce, el moldeado en barro y la cerámica.

La pintura parece estar en segundo lugar para mí mediante el empleo del óleo y el acrílico o la fusión de técnicas mixtas, trabajo la grafica en talleres y la pintura en mi tiempo libre en casa.

Asimismo, empleo elementos gráficos en mi pintura como por ejemplo materiales como el carborundo de diferentes grosores que uso para la litografía y con el que aplico texturas, al igual que la tinta inflable de agua usada para la serigrafía y en ocasiones, las tintas serigráficas sobre cualquier soporte que trabajo como técnica mixta.

Además del grabado que ocupa el lugar principal en tu extensa formación y que encuentro es relevante en el conjunto de tu obra, ¿que otras manifestaciones has cultivado?

Efectivamente, he trabajado no solo el grabado, sino la pintura, cerámica, fotografía, escultura, el dibujo, y he realizado varias incursiones en el diseño artístico de moda.

Suelo emplear técnicas como el óleo, acrílico, dibujo con carboncillo, óleo pastel y tintas chinas, empleo soportes variados como papel, lienzo, madera y textiles. Además, uso con frecuencia la técnica mixta en mis obras, me gusta experimentar cosas novedosas como el uso de polvo de aluminio, la canela en polvo fijada; el carborundo o polvo de lija de diversos grosores para dar texturas, las tintas inflables (ambos para la gráfica), pinto mucho con pinceles típicos chinos y sus rituales, y herramientas incluyendo el cuño rojo con mi nombre en chino que uso para personalizar mi obra., a modo de firma, al finalizarla.

El componente cultural en tu familia de origen asiático, en el caso de tu madre, la pintora Flora Fong, reconocida figura de la plástica cubana, es un precedente, ¿en qué consideras implica una impronta o huella en tu creación?

La gestualidad en el uso del pincel es del mundo asiático y el uso de la tinta china y en la manera de dibujar pienso que están presentes en mi obra, así como los peinados asiáticos que tienen mis figuras o vestuarios en las ocasiones en que los uso.

A la vez tengo una inclinación por el arte asiático, me gustan las acuarelas y tintas de los artistas chinos de quienes he visto obras que me han impactado durante mis viajes por el mundo se reflejan en mi quehacer, empleo el calado que es una técnica china en papel.

Es muy frecuente también en mi obra el uso de la tinta china al igual que en ocasiones el papel calado todas estas técnicas heredadas de la tradición china en el arte y la artesanía popular, además del uso de los pinceles chinos para pintar que dan trazos inconfundibles y típicos de estos pinceles usados en mi obra para resaltar detalles y hacer las aguadas y siluetas.

Dibujo los rostros con rasgos asiáticos y firmo las obras con un cuño con mi nombre en chino con la misma tinta roja que usan en la pintura tradicional china.

He realizado obras donde reflejo autobiográficamente este tema, como en Historias para contar donde empleé la fotografía de mi abuelo chino, sus espejuelos, su ábaco, los palitos chinos y elaboré una trenza con espaguetis (que los introdujo Marco Polo en Europa), la que pinté con esmalte negro en spray. ¿Por qué la trenza? Resulta que para un chino cortar esta es como mutilar cualquier parte vital de su cuerpo. Ella marca su cultura, sus tradiciones, su idiosincrasia y este fenómeno me tocó de cerca, pues mi abuelo chino era de Cantón y en su travesía hacia las Américas tuvo que pasar por esta transformación.  Él traía consigo también el conocimiento de las artes marciales y la culinaria china, que es el punto donde el uso de los fideos coloreados me permite dar a conocer a los espectadores el paso de este producto derivado de la harina de arroz, que fue traído al nuevo mundo a través de la ruta de la seda. Además, uso otros elementos como la canela en polvo, símbolo de seducción oriental, por su aroma y textura visual aterciopelada con sus bellos tonos sepias que luego es fijada con barniz en spray, todos estos elementos recontextualizados, fumigados y sellados.

El cuerpo como eje de introspección, exteriorizado en el performance parece ser un leitmotiv en tu obra. ¿Qué significación le otorgas y de qué formas lo has imaginado en tu quehacer?

Uso el cuerpo como objeto como inspiración por su forma, a modo de dibujo, por el movimiento; lo dibujo en forma de acrobacia, contorsionado, en modo meditativo, o con gestos expresivos para reforzar un mensaje o un sentimiento. Y como un autorretrato vivo.  El uso del fileteado en negro es para reforzar algún movimiento o detalle de vestuario o el rostro. Y a la hora de pintarlo, uso el gesto de mi cuerpo, como si estuviera en un movimiento de yoga o de danza para hacerlo pausadamente o con movimiento preparado.

El uso de mi cuerpo como matriz para tomar su huella como concepto gráfico (como en mi obra Mi cuerpo Huella, Serigrafía /cristal, escultura La Huella Múltiple 2016), es muy frecuente en mis obras. Por citar un ejemplo: entinto mi mano y la presiono sobre el lienzo con gesto preciso e imprimo su huella y sigo dibujando luego con pinceles y espátulas. En ese sentido, he entintado mi cuerpo entero (Serie Transformaciones, técnica mixta/ pellón) o he usado modelos para hacer un dibujo especifico (Al borde del abismo, técnica mixta/pellón o entretela) y juego con todo el conocimiento estudiado mezclando técnicas diversas. En El límite (técnica mixta /pellón), hice la figura central en serigrafía a tamaño natural y luego le hago aguadas con tinta china y le imprimo al momento las huellas de mis pies, a la vez que creo el limite diagonal en la pieza.

Por otra parte, la realización en gran formato me ha valido para poder imprimir cuerpos a tamaño natural; en mis colagrafías hago la matriz y la imprimo solamente una vez y en muy pocas ocasiones hasta 5 veces dándole más valor a la pieza realizada como un original exclusivo.

He creado varias obras en las que empleé una modelo para pintar su cuerpo e imprimirlo sobre entretela o pellón que es semejante a un papel de arroz chino o mi propio cuerpo. Por ejemplo, cuando estaba embarazada ―y ayudada del padre de mi hijo que es pintor──, me puse cola blanca y mallas de gasa para grabar la huella de mi piel y luego imprimir mi propio cuerpo en una colagrafía. También lo he realizado sobre papel transparente, para luego pasarlo a serigrafía e imprimirlo sobre vidrio.

Estas obras en colagrafía de la serie Mi cuerpo Huella son de formato grande, la mayoría tienen una sola edición o de una a cinco impresiones, para otorgarles una exclusividad. En todas intento plasmar vivencias y sentimientos autobiográficos.

En tu obra hay una inclinación por lo figurativo y predomina la imagen femenina ¿Tienes alguna intencionalidad específica por la temática de género? En esa dirección observo la presencia del tema del embarazo y el nacimiento en tu trayectoria.

Al ser mi visión desde mi punto de vista de mujer, ya hablo del tema femenino, abordo la feminidad cada vez que trato un tema, y asimismo me autorretrato.

He realizado obras con cajas de luz y tablets digitales con obras con el tema de la maternidad y La fuente, que tiene incorporada  una fuente extraplana echando agua y cambiando de colores para simular el acto del nacimiento, algunas de estas obras las expuse en una personal en la Galería Servando Cabrera en Playa. Las realicé estando embarazada (2009), puedo mencionar Alumbramiento, Suerte para unos, Transformaciones, La fuente, Energía y Procreación, Nacimiento).

En mi caso, pasé por más de 10 años de investigación médica para lograr embarazarme y aquel proceso  me permitió valorar y sensibilizarme mucho con aquellas mujeres que no podían ser madres en cualquier parte del mundo.

En una edición de La huella múltiple, evento de grabado, incluiste de forma performática modelos con vestuario diseñado con tus obras de arte. ¿Pudieras hablarme de este proceso y fase en tu creación?

Creo que el antecedente es incluso mi tesis como graduación del Instituto Superior de Arte, cuando usé mi obra colagráfica sobre tela, imprimí las huellas de mis padres como agradecimiento en mi vestuario, así mi ropa, de igual manera, era obra. Aquella fue mi primera incursión en arte y vestuario.

Entonces realicé una escultura en colagrafía a tamaño natural sobre entretela o pellon, rellena con esponja, tenía una forma de cojín o almohada, y era la silueta de mi cuerpo como figura central de la historia que se narraba, la titulé Espiral de sueños, tenía 9 metros y fue montada en forma de espiral.

En el 2002 fue la primera Huella múltiple donde participé en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, presenté modelos profesionales sobre pedestales. Artistas y familiares actuaron como modelos que se movían interactuando en el público.

Además de tu quehacer en el grabado y otras técnicas, has tenido una escasa, pero relevante participación como diseñadora de vestuario de moda artística y tus obras han sido inspiración para diseñadoras ¿Cómo ha sido tu participación en el Evento interdisciplinario Arte y Moda?

Fui invitada a participar en las cuatro primeras ediciones de Arte y Moda. En la primera una diseñadora, María Salomé, interpretó mi obra Pensamiento, y la llevó magistralmente a un diseño de vestuario.

Yosvani Martínez se inspiró en mi obra Homenaje a Saturno que era una colagrafía y la trasladó a la pasarela en la segunda edición de ese evento. Ya en el tercero interpreté la obra del diseñador Yosvani Martínez y la llevé a diseño.  En el cuarto, fui la artista y la diseñadora, empleé pellón y serigrafía y titulé la obra La hora del té.  Dos de estas obras Pensamiento y Homenaje a Saturno fueron exhibidas por modelos en una colectiva en la Galería Villa Manuela de la UNEAC (2006).

El trabajo con las modelos fue muy interesante al ver como ellas son el acabado final para defender tu vestuario en el escenario y las encargadas de darle dimensión y movimiento con una gran actuación. 

Mi labor con ellas consistió en maquillarlas con plantillas precisas para reutilizar en cada desfile, y hacer una pintura sobre su cuerpo diferente en cada evento en que participé, donde además pinté los accesorios, como abanico, cartera y sombrero, seleccionando cada detalle plástico que formaba parte del vestuario minuciosamente. Al igual que la plástica, estas presentaciones llevan su museógrafo, y también especialistas en luces.

Mi experiencia es que la modelo se mantiene en comunicación con la artista, quien hace un conversatorio de su obra para que la modelo interiorice e interprete en el escenario, luego de conocer sobre mi mundo interior y teorías, ello hace que pueda defender esa obra, con una actuación y profesionalismo, en la pasarela, algo sumamente importante en el desfile. Allí se destaca lo novedoso de la obra en un ambiente en el que el uso de las luces y sonido tienen tanta importancia, como cuando exhibes un cuadro en una galería, finalmente todo debe tener un rigor extremo.

Este trabajo ya no era nuevo para mí pues, junto a la diseñadora Mercy Nodarse,  participé en una muestra colectiva con varios grandes de la plástica en lo que fuera el precedente de este proyecto Arte y Moda, Serios Divertimentos fue realizado en La  Maison (2002).

No hace mucho se exhibieron estos diseños artísticos de moda en una exposición “Círculos y circuitos. Arte Chino Caribeño Contemporáneo. Diáspora China por el Pacifico”, sobre la diáspora China en el Pacífico vitrina del Museo de China en los Ángeles.

Si te preguntaran, ahora mismo, ¿cuál es tu preocupación principal ya a la entrada de la segunda década del siglo XXI?, ¿qué responderías?

Mi preocupación principal en esta segunda década del siglo XXI es que la burbuja del arte siga creciendo y que artistas jóvenes como yo, luego de una extensa carrera investigativa y de desarrollo, no sean reconocidos, pues en estos momentos somos como una aguja en un pajar.

Me siento como una artista independiente y autónoma, caminando libre por el mundo del arte, autofinanciando mis proyectos y creando mi camino, que hoy en general está lleno de obstáculos y retos en un mundo donde la voz femenina ha tenido que sobreponerse e imponerse con más sacrificio, además por la dualidad de ser procreadora y guía maternal, mérito doblemente destacado en la obra y vida de las artistas plásticas hoy dondequiera que estén.

Finalmente, pero no menos importante: sueño con dejar una huella perdurable dentro de la historia cultural de mi país.

 


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