El teatro La Caridad, de Santa Clara, tiene como fecha fundacional el 8 de septiembre de 1885, pues esa inauguración los santaclareños, con la señora Marta Abreu a la cabeza, la consagraron a la Patrona de Cuba por ser este su día en el santoral.

Además de una rica historia de presentaciones de sobresalientes figuras del arte nacional y foráneo, el teatro La Caridad ostenta notables valores patrimoniales, ambientales y arquitectónicos, por lo que destaca  como parte del conjunto urbano que rodea al parque Leoncio Vidal Caro en el corazón mismo del Centro Histórico de la capital de Villa Clara.

Estas fortalezas hicieron merecedor al inmueble de la condición de Monumento Nacional en el año 1981, el cual es reconocido como integrante del ilustre trío de teatros cubanos que se erigieron en el siglo XIX, junto al Sauto de Matanzas, y el Tomás Terry  de Cienfuegos.

Una iniciativa de Marta Abreu de Estévez

La señora Marta Abreu de Estévez tuvo la idea de levantar un teatro en el mismo espacio que otrora ocupara La Ermita de la Candelaria, primer templo que  se construyó en la villa en 1696, el cual fue convertido en cuartel en 1849 y posteriormente en Oficinas de Telégrafos; fue demolido en su totalidad en el año 1884.

Con el propósito de mantener en el imaginario de esa ciudad central La Ermita de la Candelaria, su imagen fue reproducida en el telón de entreactos del nuevo coliseo.

Marta Abreu, considerada la máxima benefactora de Santa Clara, financió, con la venia y bolsa de su esposo, el doctor  Luis Estévez Romero, la construcción del teatro cuyos recaudos se destinarían a labores humanitarias y caritativas con las personas  pobres de la urbe.

En agosto de 1885 concluyó la construcción del teatro La Caridad, obra que fue concebida por el ingeniero Herminio Leiva y Aguilera; la edificación ocupó, en su proyecto fundacional, una extensión superficial de 1 950,48 metros cuadrados; incluyó restaurante, barbería y locales para sociedades de recreo.

El inmueble, de estilo neoclásico y realizado en forma de la clásica herradura,posee tres niveles y  cuatro palcos laterales al borde del proscenio, ocho principales, 16 de platea y ocho de tertulia, 244 lunetas y 76 butacas, además de las situadas en tertulia y gradería.

Todos los espacios fueron ambientados con  refinado gusto y mostraban piezas de las artes visuales creadas por artistas cubanos de la época, como es el caso de Miguel Melero, destacado pintor y profesor de la Escuela de San Alejandro.

También intervinieron reconocidos artistas extranjeros, tales como el pintor Filipino Camilo Salaya, graduado de la academia madrileña San Fernando, quien tuvo a su cargo los laterales de la parte superior de la boca , y la decoración del cielo raso, con la representación alegórica de la aurora, con tres de mujeres que simbolizan el genio, la fama y la historia.

La noche inaugural

La noche del 8 de septiembre de 1885, Día de la Virgen de la Caridad del Cobre, abrió sus puertas el elegante teatro, en el que  artistas aficionados santaclareños presentaron la obra Los Lazos de la Familia, el actor Camilo Salaya declamó la poesía «A Villa Clara», y como colofón se interpretó la polca «La Pasionaria».

Al día siguiente Marta Abreu y su esposo recibieron un homenaje  agradecido en el propio teatro; caminaron sobre una alfombra de flores naturales y a ella se le confirió una medalla conmemorativa a nombre del pueblo que tanto losadmiraba.

La apertura del teatro La Caridad fue reseñada en rotativos nacionales y en algunas publicaciones en España, destacando la trascendencia cultural del acontecimiento.

A partir de este momento comenzaron a pasar por las tablas de La Caridad los artistas más prestigiosos del patio y de otras latitudes.

Parte de la historia de  la edificación es la partida que disputó en 1912 el campeón mundial de ajedrez José Raúl Capablanca, y de igual forma la visita del líder estudiantil revolucionario Julio Antonio Mella en 1921.

En épocas contemporáneas han ofrecido su talento en este escenario Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba, Chucho Valdés, Frank Fernández, Rosita Fornés, las compañías Lizt Alfonso Dance Cuba, y Codanza, y la Camerata Romeu entre otros representantes de las artes cubanas.

Artistas internacionales como Enrico Caruso, cuya actuación el 17 de mayo de 1920 se rememora como una leyenda, Libertad Lamarque, Jorge Negrete, o la Compañía de Lola Flores, también dejaron su huella en esta escena, testigo de tantos sucesos culturales relevantes.

La actualidad

La Caridad sigue siendo uno de los principales teatros de la isla, y su vida artística, aunque en pausa hoy  por motivo de la crisis sanitaria internacional, continuará su exitoso rumbo constituyendo uno de los núcleos centrales de  la cultura santaclareña.

En el  pasado mes de junio, el periódico local La Vanguardia anunciaba el desarrollo de un nuevo proyecto para la restauración del emblemático teatro, con la participación de un equipo multidisciplinario de especialistas de la provincia y la asesoría de la Oficina del Historiador de La Habana.

Con motivo del aniversario 320 de la fundación de Santa Clara,  se le practicó una larga y profunda restauración al coliseo, luego de la cual fue reinaugurado el 15 de julio de 2009.

El actual proceso de rehabilitación constituirá una restauración capital aprobada por la Comisión Nacional de Monumentos. Incluye elementos como la carpintería, instalaciones hidrosanitarias y eléctricas, cubierta, obras pictóricas, pintura exterior, fachada, el frontón, y la rejería exterior, que también recibirá acciones reconstructivas.  

Las pinturas murales serán remozadas porque su estado así lo requiere, ya que la última intervención  en este sentido fue en los años 80 del pasado siglo.

Sin dudas, el teatro  La Caridad es uno de los orgullos de Santa Clara y de la isla toda, y cuando reabra sus puertas al público,  completamente restaurado, será un nuevo renacer de la principal institución cultural  de este territorio.