Tiempos de cambios diversos en buena parte de la geografía latinoamericana están ocurriendo desde hace algún tiempo. Cambios que acrecientan nuevamente el poder de la derecha neoliberal a partir de gobiernos dependientes y sumisos a un imperio, “de aquellos que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses”, pero que a su vez y debido a tanta ignominia contra sus pueblos, estos últimos deciden levantarse nuevamente como “¡árboles en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!”. Tiempos en que eventos como Casa Tomada en su IV Encuentro de pensamiento y creación joven en las Américas representa en lo fundamental la eterna aspiración bolivariana y martiana de hacer de nuestra América una sola en unidad y pensamiento reivindicador.
El evento Casa Tomada se está realizando el presente año y, en primera instancia, gracias a la voluntad de los invitados. Tras el paso del huracán Irma, comenzamos a conectarnos con muchos de ellos a través de WiFi —debido a la falta de energía eléctrica—, y nos percatamos que teníamos más de un millón de mensajes apoyando el evento, a la Casa de las Américas y al pueblo de Cuba en general. Y al mismo tiempo, todos insistiendo en su realización. Fue así como decidimos llevarlo a cabo, al demostrarse claramente la voluntad de resistencia no solo de nuestro pueblo, sino también de todo este continente.
Así afirmó en entrevista concedida al Periódico digital Cubarte, Ana Niria Albo Díaz, una de las coordinadoras de Casa Tomada, para añadir seguidamente que:
De hecho, desde la semana pasada, comenzaron a arribar delegados de distintos países quienes se incorporaron de forma inmediata a las labores de limpieza, saneamiento y recuperación de nuestra institución, con vistas a lograr la puesta en marcha de este evento.
Como siempre ocurre con todas las actividades que se efectúan en nuestra sede, consideramos que, una vez más, Casa Tomada será un epicentro de los intelectuales y artistas de la región. Asimismo hace unas horas, los invitados se reunieron con nuestro presidente Roberto Fernández Retamar, quien les explicó acerca de la importancia de Casa Tomada en estos momentos en que se piensa que existe una gran apatía política, a la vez que desde las altas esferas existe una inclinación hacia la derecha. Sin embargo al respecto, los jóvenes están demostrando todo lo contrario. Están demostrando que continúan abogando por la justicia y transformaciones sociales, por la existencia de un mundo mejor y más solidario. Es por ello que este evento puede ser una muestra y semblanza de estas aspiraciones y de estas posiciones. Todo esto es lo que han demostrado desde su llegada a La Habana.
Así Casa Tomada, en su cuarta ocasión, desde este martes 19 hasta el viernes 22, reúne a través de seminarios, exposiciones fotográficas, pinturas, serigrafías, audiovisuales, conciertos, talleres y acciones diversas —entre estas últimas puestas en escena—, la praxis creadora de un sinnúmero de jóvenes latinoamericanos y caribeños.
Así escuchamos en este día de inauguración las voces de la chilena Javiera Manzi, del mexicano Roberto López y de la colombiana Gloria Esquivel, quienes reunidos en el panel “A la calle nuevamente. La América Latina y el Caribe desde sus espacios públicos…”, abordaron sus experiencias personales, exentas de pesimismo alguno y enardecidas en manifestaciones y movimientos sociales demandantes de “Seguridad social para estudiar, libertad para vivir”, “NO más educación racista para el pueblo mapuche”, “De la sala de clases a la lucha de clases”, “Sin las mujeres la lucha va por la mitad”…, entre otras muchísimas consignas para las que despliegan valentía, audacia, pensamiento libre y unidad.
El intelectual guatemalteco Arturo Arias, Premio Casa de las Américas en dos ocasiones y estudioso de las culturas originarias de Centroamérica, en sus palabras de bienvenida enfatizó en la salvaguarda de la memoria histórica y en la necesidad de profundizar en el estudio e investigación de dichas culturas, además de que:
(…) la vida podrá ser siempre una continua serie de problemas, pero si existe solidez de principios, los agobios —desde ciclones o terremotos, hasta invasiones o amenazas de guerra nuclear—, no pueden ni torcer ni alterar los mismos, por mucho que los años físicos sigan sus continuas cuentas (…) A mi modo de ver las nuevas generaciones de artistas de nuestro continente son igual de sensibles; sus mismas pieles funcionan como lienzos, hasta sus cuerpos se modifican para decir lo que sienten. Es importante visibilizarlos como creadores que prometen las nuevas visiones que trastocarán nuestro continente y garantizarán su continuidad mientras otros rincones del mundo no nos destruyan nuestro planeta, pero también como seres políticos que transforman el sentido de lo político por medio de su arte y creación (…) Estamos hechos para las dificultades, estamos siempre confrontando los problemas que sacuden a nuestros pueblos, y si se van a criticar los mismos lo haremos con la misma energía sin arrodillarnos nunca. Así se miden los artistas comprometidos.
Si bien la más que cincuentenaria Casa de todos los americanos, la Casa de las Américas, ha sido sede de eventos y con ellos de hechos inolvidables de todo el avatar literario, histórico, político y cultural de esta maravillosa geografía del mundo, en esta oportunidad es impronta extraordinaria de apoyo solidario, hermandad y de infinito amor al pensamiento martiano, bolivariano y fidelista de la gran Patria Grande unida. De esta que todos estamos aún más urgidos a defender frente a cualquier imperio. Tomar la Casa, recorrer los caminos para la discusión y socialización de proyectos y experiencias que ponen de relieve la capacidad instituyente del pensamiento y la creación joven en la región.
Entre los asistentes a la apertura de Casa Tomada se encontraban Fernando Rojas, vicemininistro de Cultura de Cuba; la profesora universitaria Doctora Graziella Pogolotti; y Roberto Fernández Retamar y Marcia Leiseca, presidente y vicepresidenta primera de la Casa de las Américas, entre otros directivos e invitados.
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