Para hablar de un sitio que rescata y preserva la memoria escénica en Cuba, hay que mencionar sin dudas la Casa de la Memoria Escénica fundada hace 25 años en la ciudad de Matanzas. Es esa una institución que tiene por reto mayor, atesorar el pasado escénico de colectivos y exponentes del teatro en el territorio yumurino y más allá de sus fronteras. Desde su fundación, la casa ha sido sitio de reencuentro con el pasado y espacio vital de diálogo entre creadores escénicos a través de su amplio y pretencioso programa de eventos.

Quienes laboran ahí no temen a las amenazas de una pandemia y emprenden esfuerzos en la realización del catálogo de las artes escénicas; una pretenciosa y necesaria iniciativa que constituirá material indispensable para comprender y analizar el quehacer escénico en la occidental provincia de Matanzas fundamentalmente a través de una síntesis de los colectivos e instituciones que han prestigiado la escena matancera durante estos treinta años.

Según Ulises Rodríguez Febles, director de la Casa de la Memoria Escénica, la iniciativa surge en ocasión de los treinta años de fundación de los Consejos Provinciales de las Artes Escénicas (CPAE) como parte de un programa para recordar la transformación conceptual y estructural del Ministerio de Cultura.

La iniciativa de este catálogo que nace por la necesidad de un material que sirva de guía y cronograma de la creación escénica en la Atenas de Cuba; un reto para los especialistas y en especial para el director de la institución, quién no reparó en emprender en la realización de este proyecto. El catálogo ofrecerá, además, un acercamiento la fecha de fundación de las agrupaciones e instituciones matanceras, así como un breve currículo, biografía del director, ficha técnica del repertorio activo y localizadores, según dio a conocer su director, quien también se destaca en el panorama escénico por su labor como dramaturgo y escritor.

Materiales audiovisuales, carteles y fotografías trascendentales de puestas en escena de colectivos y eventos desarrollados en el territorio conformarán también el catálogo que además busca ser un reservorio escénico de encuentro con festivales y distinciones vitales de las artes escénica como el Taller Internacional de Títeres de Matanzas y la Distinción Máscaras, entre otros. 

Ante las circunstancias actuales donde el distanciamiento social es fundamental, esta institución labora, además, bajo estrictas medidas de seguridad, en la reparación y mantenimiento de las esculturas que conforman el Museo de la Dramaturgia Cubana, perteneciente a la emblemática Casa de la Memoria Escénica matancera.

Todas estas labores que ahí se realizan, posibilitarán cuando las actuales circunstancias lo permitan y abran nuevamente las puertas de la institución, prestar un mejor servicio, y un reencuentro con vital el pasado escénico.