Un binomio inseparable: Inciarte-Morlote


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Rafael Inciarte Brioso

En el año 1927 llegó a Guantánamo el joven Rafael Inciarte Brioso, llamado cariñosamente “Filiú”. Dominaba a la perfección varios instrumentos musicales. Su padre, el capitán del Ejército Libertador Rafael Inciarte Ruiz, fue en la Guerra de 1895 director de la banda de música del Ejército de Oriente, al mando del Mayor General José Maceo Grajales.

Ya en Guantánamo se dio a la tarea de la enseñanza musical, y al mismo tiempo a la formación de orquestas de baile, como La Pimienta. Luego, con la pianista Conchita Bravo, organizó una orquesta con el nombre de la talentosa muchacha y en 1931 fundó la orquesta Le bon tón (El buen tono).

En 1934 fundó la orquesta Cristal, la mejor charanga que ha tenido Guantánamo, que se mantuvo con gran popularidad hasta 1954. Al año siguiente es nombrado director de la banda de música e instala una academia de música en su casa. Comienza a estudiar los orígenes del son y el changüí, haciendo grandes aportes a la musicología cubana, y es al mismo tiempo valioso informante del sabio Don Fernando Ortiz. Sus estudios sobre la Tumba Francesa sirven de base para el conocimiento de esa manifestación de la cultura franco-haitiana.

Por esos años conoce al Dr. Luis Morlote Ruiz, poeta e historiador, compañero en las lides culturales del bardo guantanamero Regino Boti.

De la amistad entre Rafael Inciarte y Luis Morlote nace una hermandad que dio origen al binomio Inciarte-Morlote. Estos dos destacados intelectuales estuvieron creando hermosas melodías durante más de cincuenta años. Durante todo ese tiempo de ininterrumpida labor conjunta compusieron ciento cuarenta y cinco obras musicales de distintos géneros como sones, guarachas, congas, boleros, mambos, guajiras, caprichos, canciones, blues, tangos, un vals y una danza cubana.

La primera confirmación que poseemos de una composición musical de ambos data del 4 de diciembre de 1940, cuando en el histórico Realengo 18, durante una fiesta campesina, se da a conocer el danzón Mi pulpa sabrosa.

El primer éxito de este binomio autoral en el ámbito nacional lo constituye el bolero Fue en la primavera, que data de 1942. Al año siguiente la música de Inciarte y Morlote llegó a Nueva York mediante una grabación que realizó la casa discográfica Columbia con la guaracha La jicotea; y en Puerto Rico la grabó la orquesta Montesinos.

Durante las décadas de los años cuarenta y cincuenta sus composiciones fueron grabadas por las firmas RCA Víctor, la PEER, y la Southen Music Co., de Estados Unidos. Las afamadas orquestas de Chepín-Choven y la Machito y sus Afrocubans tuvieron en sus atriles obras de estos músicos. Otros intérpretes de renombre universal fueron Anselmo Sacasas, la orquesta de los Hermanos Castro y María de los Ángeles Santana.

Sin abandonar la Villa del Guaso, continuaron componiendo. En 1950 compusieron el danzón Don Rafa, dedicado al capitán del Ejército Libertador Rafael Inciarte Ruiz. Esta obra recibió Mención de Honor en un concurso nacional de danzones, donde el destacado compositor Antonio María Romeu fue el presidente del jurado.

Luego de 1959, en la última etapa de sus composiciones, dieron a conocer los boleros Dímelo bien bajito y Ojos lindos; este último, editado por la SGAE y grabado en Venezuela, sirvió de tema a una película filmada en México por el famoso humorista Tin Tan y en los años setenta fue la música de fondo de la película francesa Donde hubo fuego hay cenizas.

En los carnavales guantanameros de los años sesenta y setenta, la Conga del Guaso fue la música popular premiada y la más solicitada. En 1972, el bolero Dilo sin hablarme conquistó el primer lugar en el concurso del creador musical.

El 14 de julio de 1978 inscribieron su última creación musical, titulada Por cobarde. En 1979, después de tantos años de incansable y fructífera labor cultural, el músico Rafael Inciarte y el poeta Luis Morlote dijeron adiós a su trabajo.

El maestro Inciarte continuó en su terruño ejerciendo como profesor e investigador musical hasta que la muerte, ocurrida el 3 de septiembre de 1991, le arrebató al pueblo de Guantánamo a este entusiasta músico, nacido en Santiago de Cuba el 24 de enero de 1909; pero considerado guantanamero, porque allí fue donde compuso todas sus obras y ejerció como maestro y estudioso de la música cubana.

Actualmente el Centro de Investigaciones Musicales que lleva su nombre —dirigido por el musicólogo José Cuenca—, realiza una loable labor de preservación y difusión del trabajo de investigación y creación musical del binomio autoral Inciarte-Morlote, quienes legaron a la cultura cubana un rico patrimonio musical que tiene un lugar cimero entre nuestros creadores. Ellos, como una confesión a sus años de trabajo artístico, compusieron un bolero que resume la satisfacción por la labor realizada.

 

La vida ya no tiene más

Que encantos para mí (1)

 

 

NOTAS:

 

(1) Bolero Todo lo tengo ya.

 

FUENTES CONSULTADAS:

 

—Sánchez Guerra, José: Investigaciones históricas.

—Conversación del autor con Rafael Inciarte y Luis Morlote.


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