Una Bienal de pensamiento, inclusiva y cuestionadora


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Inclusiva y cuestionadora la XIII Bienal de La Habana, reconocida entre las más prestigiosas de Latinoamérica, el Caribe y el mundo, dará inicio el 12 de abril próximo, más allá de los límites capitalinos, y se extenderá hasta el 12 de mayo de 2019.

El evento propone incentivar la interacción entre creadores, curadores, expertos e instituciones, en toda una variedad de procederes que aporten variantes de sostenibilidad, sin alejarse del carácter propositivo que toda obra o proyecto artístico representa. Provincias cubanas como Matanzas, Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Camagüey se insertan por vez primera con espacios expositivos.

Bajo el título La construcción de lo posible, esta edición contará con la participación, en el programa central, de más de 300 artistas invitados con proyectos individuales y colectivos, de 52 países. La mayoría de ellos procedentes de regiones como África, Medio Oriente, Centroamérica y el Caribe, América del Sur, América del Norte, Europa, Asia y Oceanía.

Las muestras colaterales se incorporan nuevamente al circuito, con propuestas colectivas, personales, intervenciones en espacios públicos y Estudios Abiertos. Artistas como Roberto Diago, Esterio Segura, Lázaro Saavedra, e instituciones como la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, la Casa de las Américas, los Talleres Experimental de Gráfica y de Serigrafía René Portocarrero, entre otros, ultiman detalles para interactuar con el público y mostrar nuevas formas de producción de arte contemporáneo.

DE LO MUCHO Y BUENO QUE VEREMOS

Cerca de 200 proyectos integran la nómina de las muestras colaterales, las cuales serán inauguradas oficialmente el 11 de abril, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, con la exposición colectiva de Arte Contemporáneo Cubano HB, en su cuarta edición.

Vale mencionar entre las exposiciones previstas la muestra colectiva de la colección de la Casa de las Américas, décadas del 70, 80 y 90; y la de fotografías que ha preparado el Consejo Nacional de las Artes Plásticas (Cnap) con momentos importantes de la Revolución, la cual será exhibida en el Memorial José Martí.

La Academia de Artes Plásticas San Alejandro se une a la Bienal con La nube, una propuesta artístico-pedagógica a donde «se subirán» obras que responden al concepto del arte más tradicional, desde la pintura, la escultura y el grabado, hasta llegar a la relación entre lo físico y la virtual.

La exposición constituye una suerte de homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien visitó San Alejandro el 21 de enero de 2001, adelantó Lesmes Larrosa, director de la prestigiosa Academia.

En esa ocasión, recordó el entonces estudiante de San Alejandro, durante la conversación que sostuvo con los presentes, Fidel indagó sobre el quehacer de los procesos formativos e hizo una pregunta que los puso a pensar a todos: ¿cómo ven ustedes el acercamiento de la enseñanza artística a los nuevos medios, a internet, a la era tecnológica?

Su interrogante, agregó Larrosa, generó un grupo de criterios sobre lo que es el arte digital y así nace, en 2003, la Cátedra de Nuevos Medios de San Alejandro, que ha permitido el surgimiento de proyectos como La Nube, enfatizó el director.

La Bienal traerá, igualmente, como parte de su programa colateral La construcción de lo posible desde una perspectiva gráfica, al Taller Experimental de Gráfica (Tegh), de la Habana. En el de Serigrafía René Portocarrero veremos tres muestras expositivas: Muquixes, exposición personal de Rafael Zarza; Selfie, colectiva de cartelistas cubanos y Tomografía, esta última realizada por serígrafos jóvenes cubanos.

De lo cerámico, estará en el Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana; y La ciudad que habito en El Ciervo Encantado. Con un carácter interdisciplinario La ciudad… favorece que converjan la fotografía, el audiovisual, la instalación, el performance y la música. La idea está basada en la colaboración y el diálogo entre esas disciplinas en un mismo espacio (la sala de teatro) sin alterar la función y cotidianidad del lugar.

Otras dos propuestas Punto Cero y Tropos llegarán a la Galería Casa 8 y el Centro Cultural Fresa y Chocolate, respectivamente. En Punto cero, sin que se diluya el perfil identificativo de las producciones simbólicas de cada artista, las obras funcionarán como piezas a encajar en la arquitectura de la galería, y en las variables estructurales que tengan una presencia tangible o no dentro del lugar. Se busca de esta manera que en la medida que el artista sea visibilizado lo sea también el espacio, como parte de una experiencia de intercambio artístico-institucional en el que todos puedan re (conocerse) mutuamente.

Tropos, por su parte, discursa desde la identidad hacia el mundo, la idiosincrasia marcada por las circunstancias histórico económicas remanentes del colonialismo, el modo diferenciado de ver y ser vistos, así como los sesgos de distanciamiento y desdoblamiento sociocultural como recurso mimético de inserción global.

En Galería Habana hallaremos a Roberto Diago, Esterio Segura e Iván Capote; en Galería Galiano la colectiva Resonancia; y en el Centro a+ espacios adolescentes, de la Habana Vieja, veremos a cerca de una treintena de artistas (Mabel Poblet, Osy Milián, Adriana Arronte, Adrián Fernández, Adislén Reyes, José Manuel Mesías, Ariamna Contino, y Lázaro Saavedra, entre otros).

Otros espacios como la Galería ARTIS 718, el Centro Cultural Padre Félix Varela, la Fundación Antonio Núñez Jiménez, y la Galería Espacio Abierto, de la revista Revolución y Cultura, acogerán algunas de las muestras personales.

En ARTIS 718 estará Niels Reyes con Óleo, que contará con piezas de formatos diversos, y en el Centro Cultural Padre Félix Varela, Karlos Pérez con Blackout. En Óleo, un ambiente cargado de evocaciones espirituales armadas por el encuentro entre la soledad y la penumbra ambiental, permitirá a las pinturas convertirse en «actores» sin teatro, con acentuada tendencia a destacarse en el magma de una atmósfera envolvente. Desde esta perspectiva de significación, el discurso museográfico aspira a ordenar los signos que fluyen dentro de las pinturas con los que aporta el espacio real.

Blackout es una mirada a la memoria desde el background fotográfico, una referencia al tiempo que no es mera sucesión sino un proceso que posee una dirección o apunta hacia un fin.

Isla-s (Sadiel Mederos Bermúdez) se exhibirá en la Fundación Antonio Núñez Jiménez y Ciudades Anónimas (Antonio (Tony) Núñez) en la Galería Espacio Abierto. Isla-s rebasa la geografía del cuerpo. La componen 15 piezas de formato grande.

«Es la personificación de un lugar: la encarnación de una llanura-montaña-abismo atado a una experiencia de vida. Lugares recurrentes en recuerdos y pesadillas, en sueños despierto. Lugares y experiencias transpirados por el cuerpo en su aislamiento. Evocación del desarraigo. Historia personal del auto-reconocimiento y la fragmentación, según señala la nota del catálogo.

Ciudades, parte del concepto de «anónimo» y su representación visual. Busca transformar la galería en una suerte de oficina de arquitectura donde cada sala mostrará una instalación diferente concebida, básicamente, con dibujos y pintura sobre papel.

Variadas son las propuestas. El programa colateral de la XIII Bienal de la Habana sale de la capital cubana y se extiende a otros espacios más allá de la Ciudad de las Columnas. Como parte del mismo, los estudios de nuestros Premios Nacionales de Artes Plásticas y de un importante número de creadores cubanos (más de 80) estarán abiertos al público y habrá intervenciones en espacios públicos. Se suman por vez primera las galerías privadas, con propuestas que tributan a la voluntad institucional de acercar las más genuinas expresiones culturales a todos los cubanos. 


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