El gravamen al dólar de EE.UU. (USD) en efectivo, por qué se puso en vigor y cuáles fueron los resultados


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"El ingreso principal a obtener en el mediano plazo sería obviamente el del gravamen. Aunque con el tiempo este ingreso iría disminuyendo, al reducirse la circulación del USD en efectivo, objetivo principal de esta medida, era de esperar que los resultados finales se lograran en un proceso de varios años, durante los cuales el porciento que se fijara como gravamen brindaría ingresos interesantes".

Recientemente dejó de aplicarse el gravamen del 10% al USD en efectivo en nuestro país. Esta medida se puso en vigor, junto con la obligatoriedad de utilizar CUC en los comercios, a través de la resolución 80 del Banco Central de Cuba (BCC) del 23 de octubre del 2004.

Desde el año 1993 se había autorizado la tenencia y uso de divisas extranjeras en Cuba. A partir de ese momento se comenzaron a abrir comercios, en adición a los que ya existían para los turistas, que vendían sus productos (ropas, alimentos, muebles, electrodomésticos) en USD. Estas tiendas tenían como objetivo la captación de divisas, que ayudaran a garantizar una vitalidad mínima de la economía que permitiera comenzar a elevar el nivel de vida de la población, que se había deteriorado considerablemente desde el inicio del período especial, sin renunciar a los logros sociales en educación, salud, cultura, deportes, etcétera, que había alcanzado la Revolución.   

Como resultado del incremento del turismo en Cuba, así como de las remesas recibidas por cubanos desde el exterior, el volumen de divisas en efectivo que obtenía el país había aumentado sistemáticamente de año en año y, aun cuando no alcanzaba niveles similares a los de otros países de la región, las cifras eran ya considerables.[1]

En este contexto, a mediados del año 2004, la Reserva Federal de los EE.UU. llevó a cabo una investigación en el banco suizo UBS Group AG, con el fin de precisar las operaciones que permitieron que 650 millones de USD en billetes de 100 USD nuevos, con números de serie que procedían de ese banco, se encontraran en Iraq después de la agresión a ese país. En este marco, ese organismo detectó que además de las operaciones con Iraq, el UBS Group AG había realizado operaciones con efectivo en USD con Cuba y otros países prohibidos según las regulaciones vigentes en EE.UU.

Para Cuba, se daba la cifra de 3 900 millones de USD en efectivo depositados en el UBS Group AG en el período 1996 – 2003 a través de 1900 transacciones.

Con esta información, la bien conocida congresista republicana por la Florida Iliana Ros-Lehtinen (la loba) comenzó a orquestar una furibunda propaganda con la ayuda de todos los medios de comunicación, planteando que sin dudas ese efectivo era producto del lavado de dinero, que tenía como origen el narcotráfico que Cuba realizaba con la ayuda de movimientos revolucionarios de Latinoamérica. A esta campaña se unió rápidamente el, también conocido enemigo de nuestro pueblo, congresista republicano Lincoln Díaz-Balart. En las primeras declaraciones ambos exigían que, por una parte, se multara enérgicamente al UBS Group AG y que, por otra, se tomaran medidas para que Cuba no pudiera depositar USD en efectivo en bancos internacionales.

Obviamente esa campaña era para personas no bien informadas, como ocurre casi siempre en las noticias sobre Cuba que se divulgan en EE.UU. En el informe solicitado por la OEA en el 2004 que se citó anteriormente, se calculaba que en total solo en el período 2001 - 2003, Cuba había recibido por concepto de remesas unos 3500 millones de USD, los que entraban en el país básicamente en efectivo, debido a las restricciones bancarias propias del bloqueo vigentes en esos años. Si a esta cifra le sumamos el efectivo en USD que se recibía de los turistas, está claro que los 3900 millones de USD en efectivo depositados por Cuba en el período 1996 – 2003 en el UBS Group AG representaban solo una parte de los ingresos totalmente legales que se obtuvieron en el país en ese período, por lo que afirmar categóricamente que ese dinero procedía del narcotráfico no tenía ningún fundamento real.

Finalmente, al UBS Group AG se le impuso una multa de 100 millones de USD, y obviamente este banco dejó de hacer operaciones con Cuba.

A finales de septiembre del 2004, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz llamó una mañana al Banco Central de Cuba (BCC), con el fin de informarse sobre los principales eventos que habían ocurrido en el ámbito financiero. Era una práctica de Fidel, en aquellos momentos, realizar estas llamadas.

En la llamada de aquel día, se le comentó lo que había sucedido con el UBS Group AG y la campaña que la Ros-Lehtinen había comenzado a orquestar con el objetivo de que los EE.UU. impidieran a toda costa el depósito de USD en efectivo por parte de Cuba en bancos internacionales.

Los USD en efectivo, como es fácil de imaginar, no pueden utilizarse en grandes operaciones de comercio exterior, requeridas por el país para mantener su vitalidad. Esos billetes deben enviarse hacia el exterior y depositarse en algún banco, con el fin de que sean acreditadas cuentas a favor de bancos cubanos, con las que se puedan gestionar los pagos. Esas operaciones de exportación de efectivo no carecen de riesgo y son costosas aún en condiciones normales, por lo que con el antecedente del UBS Group AG y la campaña propagandística antes mencionada, era de esperar que las vías para enviar el efectivo en USD hacia bancos internacionales se reducirían y su costo aumentaría.

Cuando se le hizo este comentario a Fidel, preguntó inmediatamente que podíamos hacer ante esta situación, y se le dijo que a primera vista lo recomendable sería eliminar el uso del efectivo en USD en los comercios del país, obligar a que las divisas extranjeras se cambiaran por pesos cubanos convertibles (CUC), de los que se tenían suficientes reservas en efectivo y que, de alguna forma, se «multara» a los USD en efectivo que tanto los cubanos como los extranjeros quisieran cambiar por CUC.

La primera reacción de Fidel fue positiva y orientó que se trabajara urgentemente en esa dirección, aclarando desde un inicio que no se debería hablar de una multa, sino de un gravamen, [2] en lo que, sin dudas, tenía toda la razón.

Al siguiente día llamó nuevamente preguntando solamente por este tema. Se le explicó que con estas medidas se obtendrían, además de cambiar a mediano plazo la composición de las divisas en efectivo que llegaban al país, algunos beneficios financieros no despreciables.

Hasta ese momento, como todos los comercios en divisa en el país exigían el USD en efectivo, el 95% de los ingresos en efectivo eran en esa moneda.

Por las condiciones que se habían creado, los turistas que arribaban a Cuba, fundamentalmente de Europa y Canadá, cambiaban sus monedas por USD en sus países de origen cuando venían a Cuba, con lo que se perdía una fuente de ingresos no despreciable. A las operaciones de canje de moneda en efectivo se les impone en todo el mundo una comisión que fluctúa entre un 2% y un 6% del valor a cambiar y, en ocasiones, se cobra además un valor fijo del orden de 5 a 10 USD por operación.  

El propio efectivo en USD, como se utilizaba directamente en la red comercial, no dejaba ningún ingreso por concepto de canje. Tomando el 3.25%, que en la mayor parte del tiempo se ha utilizado como comisión de canje en Cuba, sólo los canjes de ese efectivo producirían más de 35 millones de USD anuales de ingresos netos, si se toman las cifras de remesas del período 2001 – 2003 comentadas anteriormente, sin tener en cuenta los gastos en efectivo de los turistas.

Por otra parte, en esos años las operaciones con tarjetas magnéticas internacionales se habían incrementado sistemáticamente. Como la facturación en los comercios por estas operaciones se hacía en USD, no se cobraba ninguna comisión por concepto de canje. Al facturarse en CUC, esta comisión podía aplicarse también a estas operaciones, independientemente de la moneda en la que se realizara la operación con el exterior.

Por último, es necesario señalar que al concentrarse la manipulación de efectivo en divisas en un grupo de entidades financieras especializadas en esas tareas, y adelantar la entrada de ese efectivo a los bancos en algunos días, se generaban también ventajas logísticas y financieras para el país.

El ingreso principal a obtener en el mediano plazo sería obviamente el del gravamen. Aunque con el tiempo este ingreso iría disminuyendo, al reducirse la circulación del USD en efectivo, objetivo principal de esta medida, era de esperar que los resultados finales se lograran en un proceso de varios años, durante los cuales el porciento que se fijara como gravamen brindaría ingresos interesantes.

Con estas informaciones, Fidel orientó crear de inmediato un grupo de trabajo presidido por el BCC, con la participación de las restantes entidades involucradas en las operaciones con divisas en efectivo, para preparar los documentos normativos necesarios y elaborar un plan con las medidas requeridas para introducir lo antes posible el CUC como efectivo obligatorio a utilizar en Cuba en las operaciones que antes requerían el uso del USD.

Durante los análisis que Fidel hizo de las propuestas que se fueron elaborando, insistió en todo momento en que no se podía afectar a la población, que los USD que se tenían en cuentas bancarias no serían objeto del gravamen en ningún momento y que, inicialmente, había que fijar un período durante el cual se pudieran cambiar los USD que poseían a una tasa de 1 x 1, sin gravamen ni comisión por tipo de cambio. Alertó también de que debería quedar bien claro que la medida era solamente para los USD en efectivo, y que todo lo que llegara por vías bancarias no estaría sujeto a las mismas.

A partir de estas orientaciones, se creó el grupo de trabajo y se elaboraron los documentos y planes requeridos. Todo estaba preparado para el 23 de octubre del 2004, cuando lamentablemente Fidel sufrió un accidente en un acto en Santa Clara, que tuvo como consecuencia la necesidad de intervenirlo quirúrgicamente.

Tan pronto salió de la operación, Fidel orientó que las medidas propuestas se dieran a conocer el 25 de octubre del 2004 en una Mesa Redonda con su presencia. La Mesa Redonda se realizó en el Palacio de la Revolución en esa fecha. A partir del 28 de octubre de ese año comenzó la etapa de transición, durante la que la población podía cambiar los USD contra los CUC, 1 x 1.

Como resultado de estas medidas el volumen de efectivo en USD que ingresó al país fue disminuyendo rápidamente, y de una participación del 95% del efectivo recibido que representaba en el 2003, bajó a un 25% cinco años después.

Los ingresos netos por comisiones de canje aumentaron anualmente en correspondencia con el aumento del efectivo en divisas que ingresó al país, tanto por la vía de remesas, como por los gastos de los turistas.

Los casi 16 años en los que el gravamen ha estado vigente ha dejado sin dudas resultados positivos para la economía. La decisión informada el pasado 16 de julio de eliminarlo, responde obviamente a las complejas condiciones coyunturales actuales, y tiene como ventaja en comparación con el momento en que se tomó originalmente, que el volumen de efectivo en USD que ingresa al país no tiene el peso que en aquel momento tenía.

Bibliografía

  1. Resolución 80 del BCC, 23 de octubre del 2004.
  2. Remittances to Latin America and the Caribbean: Issues and perspectives on development, Report Commissioned by the Organization of American States Manuel Orozco, September 2004 Washington, DC
  3. UBS Dealings in Iran, Cuba to Be Probed, The New York Sun, October 10 2005, tomado de https://www.nysun.com/business/ubs-dealings-in-iran-cuba-to-be-probed/21250/ el 17 de Julio del 2020.
  4. The road from Baghdad to Zurich, FINEXTRA, 29 November 2004, tomado de https://www.finextra.com/featurearticle/571/the-road-from-baghdad-to-zurich el 17 de Julio del 2020.
  5. Tomado de https://www.significados.com/gravamen/ el 17 de Julio del 2020.
 

[1] En un informe del solicitado por la Organización de Estados Americanos (OEA) [2] se daba como cifra estimada de las remesas a Cuba en el año 2003, unos 1300 millones de USD, mientras que Republica Dominicana, Guatemala y el Salvador recibían alrededor de 2200 millones de USD y México casi 14000 millones de USD.

[2] Según [5] «En general, la función de los gravámenes es financiar los gastos del acreedor. Por ejemplo, el Estado tiene una cantidad de gastos que debe afrontar con el fin de cumplir con una serie de responsabilidades políticas, económicas y sociales. En este caso, el dinero recaudado a través de los gravámenes, es empleado para cubrir los gastos correspondientes a la administración pública, sistema educativo, sistema de salud, entre otros».

 


7 comentarios

Ernesto González
20 de Julio de 2020 a las 17:52

Lo mejor y casi único que se ha escrito del tema. Muy esclarecedor.


@adriancamaguey
20 de Julio de 2020 a las 21:59

Muy buen artículo !!. Con información muy necesaria.


@adriancamaguey
20 de Julio de 2020 a las 22:00

Buen artículo !!


El Cubano
21 de Julio de 2020 a las 18:56

Se hacen necesarios mas articulos como este. Insto a los economistas a enseñarnos a pensar en su idioma, para entender mejor nuestro medio


Daniel
21 de Julio de 2020 a las 19:03

Una pregunta, ¿Qué sucede con el otro impuesto de 3% ?


Rafa
22 de Julio de 2020 a las 11:40

Ahora sí está bueno esto. Resulta que el Banco Central es el culpable del gravamen. No sé cómo puede usted afirmar que había preocupación en no afectar a la población, cuando a ella era a quien se imponía el gravamen y no a los Diáz-Balart ni a "la loba". Todos esos notables ingresos que tuvo el país por ese concepto, se los sacaron del lomo a los cubanos de fuera y de dentro. Recuerdo perfectamente en una ocasión a Fidel muy molesto en una Mesa Redonda, porque ya ni los turistas ni los emigrados entraban con USD al país, sino con otras monedas como Euros, Francos suizos, etc. Claro, no había entonces a quién aplicarle la mordida. Casi 16 años después, muy a pesar de lo que dice el autor, las condiciones se mantienen y Cuba no puede hacer operaciones en efectivo en el exterior y el bloqueo, lejos de suavizarse se pone cada día peor. Entonces se quita el gravamen así de pronto, echando por tierra las mismas justificaciones que se emplearon para implantarlo en 2004. Hay que ser por tanto muy suspicaz con este tema y al final cuestionarse si alguna vez el dichoso gravamen fue justo y debió existir. La misma dirección del BCC que a finbales del 2019 defendió con vehemencia el gravamen, es la que tiene hoy que dictar una Resolución en sentido contrario. Difícil de entender. Aquí las medidas se toman cuando el agua está al cuello. Nunca antes ni pensando en nadie.


Humberto Herrera Carles
22 de Julio de 2020 a las 19:53

Muy interesante.El único efecto negativo es que nos encareció como país en el turismo, ya que los turoperadores conocedores de esto y verse los turistas limitados de usar el usd, lo compensaron con un incremento de los precios.es decir nos hizo un 10 por cierto más caro como destino.

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