Este artículo forma parte de la serie Descentralización y municipios: los retos de la COVID-19.
Esta serie, coordinada por el profesor Willy Pedroso, se dirige a analizar los impactos de la crisis provocada por la COVID-19 en el camino de descentralización y estímulo al desarrollo local que venía recorriendo Cuba desde la aprobación de la nueva Constitución. Se propone examinar en qué medida esta crisis ha puesto de relieve o profundizado problemas de gestión, así como económico-productivos, medioambientales y socioculturales. Asimismo, intenta discutir qué condiciones (políticas, materiales, institucionales) se requieren para que los municipios intervengan activamente en la estrategia nacional de recuperación de la economía en Cuba.
Moderador: Willy Pedroso Aguiar. Revista Temas (WP)
Participantes:
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Yarbredy Vázquez López. Investigador y Subdirector Científico del Centro de Desarrollo Local y Comunitario. (YV)
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Raquel Sosa Pérez. Especialista del CITMA y coordinadora del Programa de Fortalecimiento de Capacidades Municipales para el Desarrollo Local (PRODEL) en el municipio San José de las Lajas. (RS)
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Francisco Rodríguez López. Coordinador de Desarrollo Local en la Asamblea Municipal del Poder Popular del municipio Aguada de Pasajeros. (FR)
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Ana Hernández Apán. Investigadora del Centro de Desarrollo Local y Comunitario. (AH)
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Iroel Cantillo Cartaya. Especialista del CITMA y coordinador del proyecto PRODEL en el municipio San Antonio del Sur. (IC)
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Ninel Rivera Ferrer. Investigadora del Centro de Desarrollo Local y Comunitario. (NR)
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Miguel Salazar Rodríguez. Subdelegado de Ciencia, Tecnología e Innovación en Ciego de Ávila. (MS)
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Mailyn Esther Castro Premier. Investigadora del Centro de Desarrollo Local y Comunitario y coordinadora nacional de PRODEL. (ME)
WP: ¿Qué fortalezas y debilidades de los municipios se pusieron de relieve en el enfrentamiento a la COVID-19?
YV: Los municipios siguieron trabajando no solo en el ámbito de la gestión del enfrentamiento en sí (labor de los Consejos de Defensa), también en la esfera productiva, aunque es cierto que el nivel de actividad disminuyó. Este hecho nos indica que si se organiza mejor el trabajo, los territorios no se paran. Creo que esta capacidad de continuar los procesos es una gran fortaleza. La mayor debilidad es que la capacidad económica todavía es muy baja y los problemas que ya venían de antes se potenciaron, tales como el desabastecimiento.
RS: Puedo decir que la producción de materiales en San José de Las Lajas, una de las líneas de acción que acompaña el Programa de Fortalecimiento de Capacidades Municipales para el Desarrollo Local (PRODEL), continuó trabajando durante el tiempo de aislamiento por la COVID-19. Esa es una fortaleza. Considero una debilidad no haber tenido funcionando el Centro de Gestión de Riesgos; una pandemia mundial es imposible de prever pero hubiera sido útil una visión integral de las fortalezas con las que cuenta el municipio para enfrentar la crisis, como vía para una mejor estrategia. Además, el centro era el lugar donde debía quedar registrado todo lo referente a la incidencia de la enfermedad.
FR: Creo que las fortalezas estuvieron en la gestión del gobierno integrado con sus instituciones, bajo la coordinación del Consejo de Defensa Municipal y las directivas de país. Al menos en Aguada de Pasajeros, fue positivo el intercambio con la población, además de la divulgación coherente en dependencia de los medios existentes. Debo mencionar además la existencia de una estrategia de desarrollo municipal con líneas enfocadas en el hábitat y los grupos vulnerables. Por último, las minindustrias de producción de materiales y alimentos demostraron su capacidad de adaptación a cualquier circunstancia y resolvieron un gran problema.
En el plano de las debilidades, muchos actores locales no demostraron estar suficientemente capacitados, lo que determinó que algunos problemas no se resolvieran de forma eficaz. Si bien los medios de comunicación y las entidades del municipio trataron de mantenerse informando, se abordaron más cuestiones nacionales. La integración de trabajadores por cuenta propia a las labores municipales no fue suficiente, lo que se unió a la escasez de transporte municipal, poca capacidad de los centros de elaboración de alimentos para el apoyo a las actividades de aseguramiento; todo esto determinó que el servicio a la ciudadanía tuviera fallas.
AH: Durante este tiempo, los municipios donde se habían creado capacidades pudieron responder a las necesidades internas impuestas por la crisis sanitaria. Es un hecho que las minindustrias locales hicieron su papel y mantuvieron importantes indicadores de productividad. Aunque no tengo datos, creo que tenemos que pensar si fue esta la situación de todos los territorios, teniendo en cuenta que no todos tienen los mismos acompañamientos, recursos, capital humano, tradición en la gestión del desarrollo local. Este tiempo puede haber puesto de relieve importantes desigualdades entre localidades.
IC: La experiencia de San Antonio del Sur ha demostrado varias fortalezas de la escala municipal (además de varios elementos que se han mencionado antes): Contamos con una agricultura urbana y suburbana fortalecida y sin intermediarios, que mantienen de forma estable producciones que llegan a más del 70% de la población y contribuyen a hospitales y centros de aislamiento. Igualmente, tenemos un alto nivel de producción en patios y parcelas, que permite el autoconsumo familiar y la entrega de producciones a minindustrias. Tenemos además fondos en efectivo para cada unidad gastronómica y de la industria alimentaria para la compra de insumos locales.
Creamos una base de información local compartida sobre las amenazas y los riesgos sanitarios, particularmente la COVID-19, para impulsar la participación popular en la toma de decisiones. Esto se complementó con varias campañas de comunicación para movilizar a la ciudadanía y estimular la articulación. De modo que la fortaleza ha estado en el trabajo conjunto entre gobierno, las unidades productivas, las organizaciones sociales y ONG, así como la población; todo esto con la guía de la Estrategia de Desarrollo Municipal.
Claro que tuvimos debilidades (coincido también con las que se han mencionado): Un problema fueron los recortes de presupuesto y las pocas facultades recaudatorias, que tienen que ver con dinámicas más verticales. Creo que la capacitación de los servidores públicos para estimular la participación sigue sin ser la mejor, no acabamos de lograr una corresponsabilidad real, y en esta escala están las condiciones para que sea mucho más fácil. Por último, nuestra gestión para la reducción del riesgo también ha sido débil, sobre todo porque no se basa suficientemente en el trabajo multidisciplinario, el conocimiento, ni la articulación de las herramientas territoriales.
ME: Sin ánimo de reiterar, me voy a referir a tres fortalezas principales a mi juicio: La utilización de recursos propios en función de la satisfacción de las demandas de la población; la capacidad de convocar y articular actores; además de la inmediatez para aportar soluciones adecuadas a las características territoriales. Claro está, estos tres elementos no se comportaron de igual manera en todos los municipios, como se ha dicho, ni con el mismo enfoque estratégico. Creo que también hubo una debilidad en la insuficiente generación de incentivos para estimular las fuerzas productivas y la articulación público – privado.
WP: ¿Qué impactos tienen los efectos económicos y sociales de la crisis sanitaria en el camino cubano de descentralización y estímulo del desarrollo territorial?
YV: La crisis sanitaria exige una vuelta a lo local por razones claras: cuando los centros económicos del mundo se ven afectados por situaciones de emergencia, las zonas dependientes pasan por momentos muy duros. Por ello desconcentrar y descentralizar es un camino necesario para la seguridad económica e incluso la política del país. Yo creo que si el impacto no ha sido mayor es porque algunas capacidades de han ido creando. Por ejemplo, hace una década se hubiera parado la producción de materiales de construcción, pero ahora hay una política nacional para ello, que ha tenido una expresión local. Las noticias del programa de recuperación post-COVID confirman la necesidad de un país más descentralizado y con mayores iniciativas de desarrollo local.
FR: La crisis demostró la necesidad del desarrollo local. A pesar del impacto económico negativo, se fortalecieron, uniformaron e integraron los sistemas y estilos de trabajo del país en función del objetivo común (gobierno, instituciones, órganos represivos etc.). Identificada por la dirección del país la necesidad de continuar con las soluciones locales a los problemas nacionales, urge seguir inyectando desde arriba este bichito, horizontalizar procesos desde los grupos municipales y el trabajo estratégico integrado.
AH: Quisiera centrarme en la atención a las personas: La crisis sanitaria agudizó la intención del país de llegarle a todos con los recursos que tenemos, y hasta de proteger a determinados grupos sociales. Se evidenció la importancia de tener una mirada diferenciada a la población, de entender que no todas las personas tienen las mismas características, ni se encuentran en las mismas condiciones para enfrentar determinadas situaciones.
El desarrollo local, por las condiciones de cercanía con la gente desde las que actúa, ofrece la oportunidad de entender y atender situaciones específicas con mayor efectividad. La agudeza de este análisis permite trabajar en el territorio sobre las vulnerabilidades presentes, entendiendo que estas son de diverso tipo y grado, hasta al interior de un mismo grupo social. Este modo de accionar evidencia la necesidad de combinar las fórmulas asistenciales con otras donde los beneficiarios participen directamente. Para ello resulta imprescindible la generación de condiciones que propicien la disposición de las personas a la participación en el proceso de mejoramiento de sus condiciones de vida y las del colectivo.
IC: Como se ha dicho, este escenario ha permitido que se reconozca aún más por el gobierno municipal el valor de esta escala como espacio fundamental de desarrollo. Como ejercicio práctico real, se mostró la posibilidad de aprovechar muchas reservas locales, se generaron mecanismos de distribución y comercialización más solidarios, y se lograron encadenamientos productivos locales con cierre de ciclos en el municipio. La descentralización permite dar respuesta a los innumerables problemas que padecen los municipios pero no se deben sobrevalorar sus potencialidades, sobre todo si no se institucionalizan dinámicas de gestión multinivel.
ME: Quisiera añadir a lo que se ha dicho el tema de la disminución de fuentes de financiamiento e ingresos para gestar el desarrollo. Este será un reto importante para la autogestión, aunque la Política para impulsar el desarrollo local anunciada recientemente por el Ministerio de Economía y Planificación, representa una oportunidad. Más que nunca habrá que tener una visión estratégica de las oportunidades de financiación.
WP: ¿Qué condiciones son necesarias para que los municipios sean activos en la estrategia de recuperación de la Economía?
YV: Se deben crear equipos que dirijan el proceso de planificación estratégica para el desarrollo local. Los factores del municipio (PCC, organizaciones de masas), el gobierno y la ciudadanía tienen que asumir de forma integrada este reto; si no, seguirá siendo un trabajo técnico. Desde el nivel nacional hay que avanzar todo lo que se pueda en la definición de competencias municipales y en la Ley de Municipios, pero en especial en lo primero.
FR: Será indispensable que los planes nacionales conecten con los municipios y que parte de los tributos al presupuesto del Estado de empresas que radican en el territorio, tengan una presencia en el mismo. Que se conduzca la economía desde el nivel nacional-provincial-municipal con el mismo sistema de trabajo con que se enfrentó la COVID. Será necesaria igualmente la potenciación de las empresas en el ámbito municipal, eliminación en la medida de lo posible los intermediarios en el acceso de los recursos a los productores, y seguir fomentando y apoyando al municipio con inversiones y tecnologías.
AH: Algunas ideas pueden ser: Definición de las competencias de los municipios para que sea un hecho la autonomía otorgada por la Constitución. Que los municipios definan, defiendan y ejecuten su planificación hacia el desarrollo y desde ahí aporten a la estrategia nacional. Que estén más y mejor representados los intereses, necesidades y aportes de las personas en la toma de decisiones. Que el centro del accionar de las instituciones de la administración del municipio tenga mayor autoridad para responder a las necesidades del territorio en primer lugar.
Que los gobiernos municipales aumenten sus niveles de credibilidad ante la ciudadanía, que se consolide en la población el orgullo por la pertenencia al territorio y desde allí se estimule la participación y el compromiso por el desarrollo. Todo ello tiene mucho que ver con las posibilidades reales de los gobiernos para dar respuestas y organizar soluciones a problemáticas del territorio, con su proyección ante la ciudadanía y con la convicción de servicio público en la actuación de sus instituciones.
IC: Habrá que acabar con las limitaciones de los actores municipales para ejercer el control real sobre las empresas e instituciones enclavadas en su territorio. Igualmente, deberán actualizarse algunas leyes y disposiciones legales que entorpecen el trabajo en el municipio. Necesitamos administraciones e instituciones más abiertas a la transparencia, la rendición de cuentas, la representatividad de puntos de vista distintos y complementarios; así como mayor preparación de los actores que lideran estos procesos.
Deberá pensarse en otorgar mayores facultades a los Consejos de Administración Municipal para reducir o aumentar las cuotas tributarias mensuales y establecimiento de precios a productos locales. Lograr mayor cantidad de convocatorias de proyectos para que la ciudadanía también aporte ideas innovadoras. Promover instancias de participación ciudadana más novedosas y adaptadas a las particulares circunstancias. Una idea clave es que habrá que pensar estrategias para eliminar las desproporciones territoriales.
NR: El enfrentamiento a la COVID-19 ha sido, entre otras cosas que se han venido diciendo, un ejercicio de creatividad, y el escenario local es el laboratorio perfecto para articular y poner a funcionar esos resortes. La creatividad tiene que ver con nuestra cubanía, pero movilizarla requiere capacidades de gestión, un liderazgo que estimule participación y procesos comunicativos más horizontales.
MS: Añado un tema que me parece importante trabajar en los contextos locales y son los entornos de la innovación. La innovación como proceso debe ser organizada, dirigida y planificada, no puede ser un fenómeno espontáneo, improvisado. En eso todos coincidimos, pero para ello hay que contar con dispositivos de interface, redes, mecanismos que desarrollen un ecosistema innovador en el municipio. La innovación tiene que ir más allá de lo tecnológico empresarial y orientarse a lo local, hay que empezar hablar del Municipio Innovador. Y esto no puede ser una declaración, tiene que ser un sistema. Hoy se habla de los arreglos productivos locales, pero ¿cómo se encadenan en un sistema desde lo local? En esto tenemos a mi consideración un gran reto. Vale y urge el intercambio.
ME: Yo vuelvo a pensar en tres cosas: voluntad política; disponer de una estrategia de desarrollo alineada con las acciones de enfrentamiento y recuperación de la COVID-19; y garantizar una población sensibilizada e informada. Creo que es un camino para empezar a pensar un poco más a largo plazo, porque debemos lograr procesos de no pongan en pausa la ruta del bienestar colectivo cuando se enfrentan situaciones de crisis.
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