Susana Acea: el ejemplo que nos acompaña


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"...me enseñaron que lo mejor, lo más ético, lo más elemental que se podía hacer [...] es yéndole a preguntar a la gente cómo tú quieres ver el municipio, qué tú piensas del municipio, qué es lo que tú quieres, hacia dónde tú quieres caminar, hacia dónde tú quieres ir..."

El equipo editorial de Temas lamenta la triste noticia de la muerte de Susana Acea, quien acompañó el trabajo de la revista en varias ocasiones, a partir de su experiencia como Delegada del Popular a nivel nacional entre 2000-2015 y Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana. La última ocasión fue como miembro del panel del Último Jueves dedicado a «Consultar y decidir. El diálogo con los ciudadanos», que tuvo lugar en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate, el 31 de enero de 2019.

En estos momentos se encuentra en preparación el próximo número de Temas y su sección Controversia incluirá las intervenciones realizadas en esa oportunidad. En homenaje a su vida y como muestra del agradecimiento profundo que le debe el equipo editorial de la publicación a Susana Acea, se incluyen algunas de las reflexiones que realizara en torno a las problemáticas vinculadas con el liderazgo político en la base.

 

*Susana Acea se graduó como Licenciada en Economía Política y Máster en Ciencias de Dirección. Realizó el Doctorado en Filosofía, 2011 con la investigación Los sentidos éticos y políticos del poder popular en Cuba. La experiencia de Centro Habana. Cumplió misión internacionalista en Angola. A su regreso ocupó la jefatura de la cátedra de Dirección Partidista en la Escuela Superior del PCC Ñico López. Fue Delegada del Poder Popular a nivel provincial desde el año 2000 hasta 2015, y Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana. Se desempeñó además como Delegada de circunscripción. Vanguardia Nacional en varias ocasiones. Fue miembro del Comité Nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, y de su secretariado Nacional.  


Consultar y decidir. El diálogo con los ciudadanos

 

Panelistas

Yohanka León. Investigadora. Instituto de Filosofía.

Guillaume Faburell. Profesor de Estudios urbanos en la Universidad de Lyon.

Susana Acea. Delegada del Poder Popular. Municipio Plaza de la Revolución.

Joel Suárez. Coordinador General. Centro Memorial Martin Luther King, Jr.

Rafael Hernández. Politólogo. Director de Temas.

 

Rafael Hernández: Este debate coincide con la Noche de las Ideas, evento auspiciado por la embajada de Francia —y en este caso también por la revista Temas—, a la que agradecemos especialmente por su colaboración con nuestro espacio Último Jueves.

Esta sesión trata un tema fundamental para el funcionamiento de la democracia, que no es solo elegir, no es solo nominar, no es solo votar: es el control popular, la posibilidad de estar en un permanente diálogo con los ciudadanos, el papel de la consulta en la toma de decisiones.

Antes de empezar queremos informar que invitamos a la comisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular que se ocupa de la consulta de la Constitución, para que estuviera presente en nuestro panel, y nos dijeron que estaban muy ocupados; y también a la Unión de Juristas de Cuba, que estuvo directamente involucrada en ese trabajo y la compañera asignada no pudo asistir. Hubiéramos querido que hubiera alguien de los organismos que se ocupan directamente de esto; no fue por falta de invitación nuestra que no están aquí.

La primera pregunta: ¿en qué consiste la consulta popular, qué la identifica y qué la hace particular y diferente a cualquier otro tipo de recogida de información, de encuesta, etc.?

[…]

Susana Acea: Creo que uno de los asuntos que hoy preocupa a toda la sociedad cubana, y me atrevo a decir que a gran parte de las sociedades en el mundo, es el asunto de cómo perfeccionar la democracia, y por tanto hay muchas miradas y muchas maneras de enfocarlo, pero cuando se trata de un proyecto político que se asienta sobre la participación, tiene determinadas finalidades. Alrededor de eso es que le damos valor a cualquiera de las formas participativas.

Coincido en que la consulta popular constituye un mecanismo muy importante donde las organizaciones y las instituciones involucradas convocan al pueblo todo a participar en la toma de decisiones sobre determinados asuntos que preocupan a la sociedad. Eso es sustancial en cualquier ámbito o nivel, porque este no es un asunto que solo compete a los niveles de la macro sociedad sino que también tiene que ver con las prácticas necesarias a nivel territorial, local, comunitario. De ahí se podrá entender el valor que tiene la consulta popular para el proyecto político revolucionario.

Una de las cuestiones que, a mi modo de ver, tiene la consulta popular como beneficio, como mecanismo de participación, es precisamente la posibilidad que da de apropiarse políticamente de la inteligencia colectiva. Es muy difícil resolver los problemas —que en la sociedad son cada vez más contradictorios, más convulsos, donde hay muchas mediaciones—, solamente desde la posición de aquel que está rectorando los procesos de dirección; por eso, uno de los medios, desde el punto de vista político, que quiero destacar en la consulta popular.

El segundo asunto es el valor que tiene desde el punto de vista ético y desde el político, es decir, el derecho que tiene el ciudadano, que en este caso lo identificamos como pueblo, y que a través de la vía de la consulta puede realizarse política, social y económicamente.

Este mecanismo directo de participación es uno de los asuntos que los gobiernos pueden aprovechar políticamente; evaluar la coherencia o no de los proyectos de cada cual y el objetivo que la sociedad persigue; así como también captar los sentidos de vida que las personas puedan expresar. Es decir, es un escenario de socialización, no un simple medio estadístico como puede ser la encuesta u otras formas de captar opiniones de la población que no dejan de ser valiosas, pero este permite, sobre todo, tener como centro el diálogo con un sujeto social, y tiene la posibilidad de realizarse a través de la política.

El cuarto valor que veo en este mecanismo es la posibilidad de la transparencia política, que es mucho mayor cuando se dialoga con las personas que cuando se recoge información por cualquier otra vía, y aquí incluyo los medios de comunicación.

[…]

Susana Acea: Desde la actividad práctica de dirección, no podemos, en mi opinión, separar ningún mecanismo, ni ningún medio, ni ningún método, por muy efectivos que sean. Yo trataría de ver cómo potenciamos cada uno de los medios, de los mecanismos políticos que tenemos como recursos culturales-políticos para echar a andar la actividad de dirección y verlos de manera integral, porque precisamente, si fuéramos a hablar de obstáculos, el mayor que yo veo es la falta de integralidad de los mecanismos, medios y métodos para lograr perfeccionar el sentido democrático de la sociedad, porque no se puede negar que hay muchísimas acciones, desde lo cotidiano hasta lo más extraordinario, que son muestras de ejercicios participativos. El asunto está en cómo logramos que la gente se sienta protagonista desde el diseño de la idea hasta la evaluación del proceso, y me parece que eso necesita de una cultura que está más bien en lo macro, eso no se puede negar, pero cuando llega al ejercicio local, comunitario, organizacional, se pierden algunas experiencias.

Yo siempre hablo de la parlamentarización de la sociedad, eso fue un ejercicio a nivel de la sociedad, pero nada impide que pueda ser utilizado en un colectivo laboral, etcétera. Podemos seguir hablando de la potenciación de la consulta popular como un mecanismo eficaz para que la gente participe, para que se empoderen, para que sean protagónicos, pero eso no es suficiente en la práctica cotidiana, hay que buscar otras maneras, otros procedimientos que hagan que realmente se vea como parte de la integralidad.

En este sentido, me parece que hace falta hacer evaluaciones permanentes del contenido funcional de las organizaciones, no solo las sociales, si están respondiendo estructuralmente, funcionalmente, si incluyen lo comunicacional, a un medio que obliga a hacer cambios y transformaciones, donde el centro sea el ciudadano. Me parece que por ahí están los asuntos.

Sobre la cultura del diálogo, nadie puede decir que no se dialoga en ninguna organización; ahora bien, ¿forma parte de una cultura de todas las organizaciones? Esa sería la pregunta, y donde tendríamos que seguir pensando de qué manera podemos articular las acciones que están establecidas. El Poder Popular, por ejemplo, tiene toda la estructura funcional para establecer diálogo permanentemente, entonces, en este caso, no es un problema estructural, sino de modo de funcionamiento. Esos son de los asuntos que, a mi modo de ver, en este tema tenemos que seguir estudiando, evaluando, e intercambiando.

[…]

 

Susana Acea: Vamos a empezar por Randdy porque hizo una pregunta muy interesante. A ver, yo ahorita recalcaba que cuando nosotros estamos hablando de cualquier mecanismo de participación que refuerza la institucionalidad, la legitimación, que posibilita la mayor confianza política, la transparencia, explicaba que esa era una cuestión, además de política una cuestión ética.

Yo recuerdo, y disculpen que yo les ponga este breve ejemplo, que cuando yo asumí por la, siempre digo que por la magia de la democracia cubana, y que me acosté siendo profesora y amanecí siendo presidenta del gobierno de Centro Habana, eso yo no lo sabía hacer, como era profesora y hablaba de estos temas entonces hay cosas que me eran más difíciles, y yo recuerdo que después de un mes, dos meses, tres meses, de estar firmando papeles, haciendo sesiones de asambleas, tomando decisiones en el Consejo de la Administración, etcétera, yo empecé a preguntarme: «Bueno, ¿y cuándo es que yo le consulto al soberano, como dice el artículo 3, sobre las decisiones que yo estoy tomando en nombre de él?», por eso, Randdy, yo te digo que todos estos asuntos pasan por un problema ético.

Y yo recuerdo, tengo una profesora allá atrás, que solicité la contribución de sus compañeros, y empezamos, me enseñaron que lo mejor, lo más ético, lo más elemental que se podía hacer desempeñando un rol de ese tipo es yéndole a preguntar a la gente cómo tú quieres ver el municipio, qué tú piensas del municipio, qué es lo que tú quieres, hacia dónde tú quieres caminar, hacia dónde tú quieres ir, y entonces eso pasa por algo que dijo alguien de los que hicieron las preguntas, eso pasa por, también por las cualidades de la persona que desempeña un determinado rol, y que eso no lo podemos obviar, y que usted sienta la necesidad que para usted hacer mejor el rol que está desempeñando de representante, que es solo de eso, de representante, no es más que eso, usted tiene que sentir la necesidad de ir, como decía Dorticós, ascender al verdadero que tiene el poder, que es al pueblo, hay que ascender, Dorticós decía: «No es ir al pueblo, es ascender al pueblo».

Y entonces cualquier otro asunto que nosotros podamos poner a mediar en este análisis ya cae en otros elementos que no son tan éticos, que ya cae con la demagogia, cae con la poca transparencia política, y hace mucho daño al proyecto, a cualquier proyecto, le hace mucho daño que después no hay cómo curarlo porque crea un estado de opinión, crea determinado comportamiento, determinados procederes, y entonces es más peligroso cuando nosotros en los momentos en que nos encontramos que hablamos de continuidad, nadie sabe lo que puede ayudar la buena eficacia de una buena consulta como estilo de trabajo, como estilo de trabajo, no por situaciones coyunturales, lo que puede ayudar a que sea más creíble el proyecto, sea más legítimo, la gente de verdad se sienta parte del asunto.

Yo, por ejemplo, en este momento Centro Habana no es igual que Plaza, en Plaza había una manera de comunicarse con la gente desde la posición de delegado diferente, usted no puede trasladar ese mismo comportamiento hacia un lugar donde las condiciones son diferentes, entonces usted tiene que necesariamente preguntarle ahora a los de Plaza qué es lo que usted quiere, y cómo usted quiere ver la circunscripción, cómo usted, porque es una necesidad, entonces en eso entonces buscamos lo que ahorita hablaban aquí de lo horizontal, pero eso es una comprensión, por eso yo les decía que es un problema cultural; y si a mí me preguntan, este asunto de la cultura del diálogo yo lo pondría desde las escuelas, porque eso tiene que ser una cultura, eso no es que te lo digan ninguna indicación ni ningún documento oficial, eso tiene que formar parte de la necesidad del comportamiento del ser humano, es lo que yo quería expresar.

Y con relación a los mecanismos que están, por ejemplo, compañeros, no hay cosa que dé más transparencia que el pueblo participe en la revocación de cualquier representante, eso está, eso está establecido, eso da transparencia, eso hace que la gente de verdad dice: «Si yo fui a las urnas a votar yo también tengo derecho a revocar cuando no se representen totalmente mis intereses», etcétera, etcétera, etcétera, es decir, que nosotros, el proceso del control popular en un Consejo Popular no son los diecisiete delegados, el Consejo Popular son sesiones abiertas como esto que está aquí, ahora, como mismo los compañeros saben que el último jueves de cada mes sesiona aquí un espacio de debate debiéramos saber todos que el segundo jueves de cada mes funciona mi Consejo Popular, y allí yo puedo hacer esto mismo que estoy haciendo y todavía mayor porque parto, formo parte de las propuestas de políticas públicas, etcétera, etcétera; por eso yo sigo diciendo que nosotros al margen del perfeccionamiento, que tenemos que buscar otras nuevas maneras, pero la actitud con ce y la aptitud con pe es muy importante en estos asuntos, cuando estamos hablando de algo que es decisivo para el proyecto, en lo que yo coincidió con todos los compañeros.

Nosotros, por ejemplo, hoy estamos estableciendo el gobierno electrónico, el gobierno electrónico no puede sustituir, es una aproximación buena, es algo que nos aproxima porque por lo menos hay un intercambio entre representantes y representados, pero no puede sustituir la capacidad de diálogo que tienen los seres humanos y que nos hace crecer, nos hace ser mejores personas, nos hace ser más integrales, es decir, es esa la apreciación que tengo sobre el asunto.

[…].

 

 

 


3 comentarios

Nidia Nelia Estevez Febles
18 de Julio de 2020 a las 14:55

Coincido que nuestra compañera Susana es y será un ejemplo que nos acompañará siempre. Consagró su vida a la Revolución y sobre todo a la defensa de los intereses del pueblo. Sus enseñanzas perdurarán en el sistema de educación partidista. Hasta siempre amiga!!!! 🇨🇺🇨🇺🇨🇺🇨🇺🇨🇺


Candelaria Rosa Alvarez Gonzalez
20 de Julio de 2020 a las 04:29

Susana merece este homenaje, y todos los que le han ofrecido sus muchísimos compañeros y amigos. Así está ella, VIVA, con toda su vitalidad. Gracias por compartir estas experiencias


Martica (Olo)
27 de Julio de 2020 a las 03:41

Magnifica persona, colaboradora en todo y presta a dar el mejor consejo. Gracias a la revista temas por reproducir este panel con su participacion.

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