En la mañana de este 25 de julio falleció en la capital cubana el octogenario fotógrafo Iván Nápoles, alguien sin el cual no podría escribirse la historia del nuevo cine cubano generado por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
Desde los años cincuenta, trabaja como luminotécnico en centros nocturnos y en la televisión. A finales de esa década forma parte del equipo técnico de Cine-revista, dirigido por Tomás Gutiérrez Alea. En 1961 integra el Noticiero Icaic Latinoamericano como camarógrafo y deviene el principal operador de cámara del realizador Santiago Álvarez, quien no pudo prescindir de su profesionalismo y entrega. Pronto devenido hombre de confianza del director del Noticiero Icaic, lo acompañó en el primer viaje realizado por Fidel Castro a la URSS, del que surgió un primer reportaje. El cronista del Tercer Mundo nunca pudo prescindir de él para filmar todos los eventos nacionales e internacionales que le condujeron a intervenir en más de mil ediciones entre 1960 y 1991.
“Iván Nápoles fue un profesional que se adaptó con rapidez de la pesada cámara de celuloide a la muy ligera de vídeo”.
La prolífica filmografía de Nápoles se inicia en 1963 con el documental Ciclón, e incluye clásicos como Cerro Pelado, Hanoi, martes 13, 79 primaveras, Mi hermano Fidel y el corto de ficción El sueño del pongo, entre muchísimos otros, casi todos dirigidos por Santiago Álvarez, quien lo convocó también como director de fotografía de Los refugiados de la Cueva del Muerto (1983), único largometraje de ficción en la obra de Santiago.
Iván Nápoles fue un profesional que se adaptó con rapidez de la pesada cámara de celuloide a la muy ligera de vídeo, alternativa a la que acudió el Icaic para recuperar la producción tras el período especial. A esta etapa pertenece una treintena de documentales con fotografía suya, una gran parte dirigidos por Santiago Álvarez, pero también de otros realizadores, como Rigoberto López con Puerto Príncipe mío. Otra realizadora a la que se vincula el fotógrafo es Lourdes de los Santos, con quien trabaja en una decena de documentales entre 1997 y el 2012, entre estos: Identidad, Estado de gracia, Razón de ser, De mi alma, recuerdos, A golpe de canción.
“La prolífica filmografía de Nápoles se inicia en 1963”.
El 24 de marzo del 2016, en el aniversario 57 de la fundación del Icaic, el veterano director de fotografía Iván Nápoles recibió el Premio Nacional de Cine, el máximo galardón que otorga la institución. Por decisión familiar, el cadáver del cineasta es cremado.
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