Foto portada: Cortesía de la autora.
Concebido hace 6 años y con acciones sistemáticas a partir del 2019, el Proyecto Cultural Arte 92 está integrado por un grupo de artistas visuales e instructores de arte liderado por el promotor y coordinador Javier Agudo Durán. Reconocido como iniciativa comunitaria, el proyecto de arte contemporáneo defiende los espacios públicos, el arte callejero, la revitalización de la cultura comunitaria y la identidad histórico- social de Diez de Octubre, lugar donde radica, aunque extienden su hacer fuera de los márgenes municipales.
¿Cuándo nace la idea de crear Arte 92?
Luego del paso del tornado por Diez de Octubre, contacto con el Centro Félix Varela, con Osmel de Cubanos en la Red y otros activistas que realizan labores sociales en zonas de alto nivel de vulnerabilidad y de resiliencia, pues no tenía esa experiencia. Con el apoyo de amigos, organizamos un festival que pretendió apoyar en la recuperación del municipio, llevar el arte a las comunidades, así como enaltecer la cultura cubana. A partir de ahí, el trabajo de Arte 92 se hizo más fuerte y visibilidad en los medios.
Representar nuestras raíces fue la base de los primeros pasos del proyecto. En mi caso, soy nacido en Diez de Octubre, y esa identidad que tiene que ver con mi historia familiar, corre por mis venas. Primero por vivir en un municipio que atesora grandes acontecimientos y personalidades, en mezcla con la trayectoria de mi abuelo como pintor, trovador y barbero de Camilo Cienfuegos, quien con el triunfo de la Revolución se hizo miliciano; y luego, porque defiendo el arte hecho en Cuba a partir de los años 90, y es de donde nace Arte 92. Un proyecto que resguarda los códigos del arte urbano, el muralismo, lo experimental y alternativo.
¿Cómo fue el tránsito de un proyecto que realizan murales o graffitis, al intercambio con otras disciplinas dentro de las artes?
Desde el inicio, el proyecto estuvo marcado por el trabajo muralístico y el graffiti. Hemos realizados alrededor de 40 murales, entre propios y colaboraciones, además de rutas culturales en comunidades vulnerables y zonas de tránsito, trabajo que debemos en gran medida a nuestra formación como instructores de arte.
A este hacer, se le fueron sumando artistas de otras disciplinas y proyectos, y al contar con un espacio físico, nos convertimos en Centro Cultural que estará abierto al público en cuanto las condiciones epidemiológicas por la pandemia de Covid–19 lo permitan.
Este pretende ser un espacio multifuncional, donde habrá una sala de cine y un micro teatro. El objetivo es experimentar en el lugar e integrar al proyecto, eventos y talleres de danza, grabado y cerámica en la sede que hoy ocupamos en el sótano de la Casa de la Cultura de Diez de Octubre. Los talleres están pensados para todos los grupos de edades, comenzando por niños y adolescentes pues estamos enclavados en una zona escolar; y se procura atraer a infantes y a la familia, para así revitalizar el intercambio con la comunidad y retomar oficios como la carpintería.
Detrás de todo esto, hay una identidad cultural a la que respondemos y queremos divulgar. Comenzando porque la Casa de la Cultura fue primero la casa de los hermanos Párraga, situada en la finca Santa Catalina, actual Plaza Roja, que anteriormente era la Loma del Guaso o del Campanario. En fin, que en todo esto hay una historia inmensa, acompañada de tradiciones que no queremos que se pierdan, y a través de la labor del proyecto lo divulgaremos.
Mural realizado en el Consejo Popular Jesús del Monte en la calzada de Diez de octubre donde aparece Amelia Peláez, Eliseo Diego, Miguelito Cuní, Perejil, personalidades locales. Fotos: Cortes{ia del entrevistado.
¿Qué otras acciones pretende emprender el Proyecto Cultural?
De Arte 92 devienen otros micro eventos como “Mar de fe”, que es una productora audiovisual sin fines de lucro, que responde a la visibilización y empoderamiento del trabajo comunitario que venimos realizando desde hace algún tiempo.
La idea es hacer una ruta cultural apropiándonos del trabajo museográfico. Aprovechamos la rica historia de la fundación de la Casa de la Cultura con sus disímiles proyectos, lo que tiene para mostrar el museo de Diez de Octubre, la posición estratégica de la iglesia Pasionistas con su arquitectura, al igual que otras edificaciones representativas del municipio, y las personalidades que vivieron y aún viven. De esta forma, crearemos las rutas educativas donde revitalizar la historia política y cultural que tiene el municipio será plataforma de continuidad. Es importante que las nuevas generaciones conozcas el lugar donde nacieron, eso les dará herramientas y razones para amar su ciudad. Y como centro de todo este arsenal, está empoderar el patrimonio muralístico, y de alguna manera rescatar la historia que se ha perdido, la que queda en parte y la que creemos.
¿Y la idea del distrito cultural?
Es uno de los temas en los que estamos inmersos. Recopilamos información sobre los primeros murales que se realizaron en Diez de Octubre, y hemos hecho un levantamiento sobre el patrimonio muralístico municipal que queda, porque tenemos la intención de revitalizarlos con la ayuda, los recursos y permisos que exige la entidad de Patrimonio, Planificación Física y decisores del Gobierno. Así creamos una infraestructura que a futuro pueda convertir este gran espacio, en un casco cultural.
La idea es hacer más visible a un municipio que es un tesoro cultural, y que las nuevas generaciones sepan de la relevancia del lugar donde han nacido.
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