El panorama musical británico, y en particular la escena londinense; se regenera constantemente, sobretodo a partir de las diferentes corrientes que allí se funden, uniendo sus conceptos locales con los que llegan con fuerza desde otros continentes, a partir de la diáspora.

La renovación artística es muy frecuente por aquellos lares. Si bien, la misma existe en diferentes aristas de la música (tales como el rock, la música electrónica y el pop); es loable la aparición y consolidación a lo largo de varios años, de una importante corriente de cantautores que se mueven en una suerte de pop-soul británico. Tal vez voces conocidas como las de Adele, Amy Winehouse, Sam Smith o Michael Kiwanuka, sean mas que suficientes para ilustrar la amalgama creativa por aquellos rumbos.

Es por ello que la noticia de que la cantante y compositora británica Celeste Epiphany Waite (conocida artísticamente como Celeste), se iba a presentar en Cuba como parte de las actividades de la Semana de la Cultura Británica 2021; no pasó inadvertida.

A sus 27 años, y a pesar de ser una artista de reciente promoción (generación donde igualmente pueden mencionarse a Arlo Parks, Jorja Smith y Joy Crookes; por solo citar a unas pocas); atesora diversos reconocimientos por parte de la industria musical de su país. Entre ellos se encuentran los codiciados Rising Star del año 2020 (en los Premios BRIT) y el galardón Sound of 2020 (de la cadena BBC). Igualmente, recibió nominaciones en la categoría de álbum del año en los premios BRIT y Mercury (del año 2021), con su disco debut nombrado Not your muse; publicado en el propio año 2021.

El pasado año, se estrenó la pelicula estadounidense The Trial of the Chicago 7, que cuenta con tres obras originales de Celeste en su banda sonora. Entre esas piezas se incluye Hear my voice, la canción por la que obtuvo una nominación como Mejor canción original, en los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, conocidos popularmente como Los Oscars, del año 2021.

El pasado martes 7 de diciembre, irrumpió Celeste en el escenario del habanero Teatro Martí, para regalar su arte. Para esta ocasión, con cierta premura, debió poner su trabajo en manos de músicos cubanos, liderados desde el piano por Jorge Luis Lagarza.

Unos veinte minutos pasadas las 7:00 PM, se descorrieron las cortinas y llegó Celesta a escena, cuando los músicos bordaban las primeras notas. Delgada, espigada, con una cierta timidez al hablar, que contrasta con su registro vocal excelente. Asimismo desde el inicio mostró un maravilloso dominio de la escena y de su propuesta artística.

Celeste concibió el espectáculo, como una forma de presentar en Cuba su álbum debut, y por ello inició la presentación con Ideal woman, la obra que comienza el mencionado fonograma.

Luego de sentar credenciales con su primera obra, decidió viajar hasta el año 2019, para mostrar tres piezas de relevancia en su carrera; que aparecen en su EP Lately, del año 2019. La primera, fue precisamente la que da título a ese trabajo; que reservó espacio para que Lagarza disertada desde el piano. A continuación llegó Both sides of the moon, obra en la que la trompeta de Rasiel Aldama ayudó a resaltar el color de su voz durante la interpretación.

Justo entonces, entendió Celeste que el público era suyo, y decidió presentarse brevemente en español (lo cual resultó de agrado para el auditorio). Luego complementó la información en inglés.

En este punto del programa, correspondió el turno a Father’s song; en la cual el protagonismo corrió por cuenta de Marcos Morales en la batería, Irán Farías “el menor” en la percusión y Rasiel Aldama en la trompeta.

A partir de entonces, Celeste volvió sin retorno a Not your muse, con la obra Stop this flame; donde nuevamente la batería, la percusión y la trompeta tuvieron relevancia. Continuó con Love is back, otro de los sencillos del disco; como puente para interpretar Tell me something I don’t know, en la cual Rasiel Aldama tuvo espacio para interpretación solista. Por su parte, Dayron Ortíz tuvo idéntica oportunidad en la pieza A kiss.

Entrando en las postrimerías del concierto, la anfitriona de la noche quedó en escena únicamente acompañada por Rafael Aldama en el Bajo y Dayron Ortíz en la guitarra, para regalar una versión íntima de su pieza Some goodbyes come with hello.

Reservó para el cierre su exquisita interpretación de Strange, acompañada por Jorge Luis Lagarza al piano; obligando al auditorio a ovacionarla puesto de pie, mientras recibía flores y agradecía emocionada a los asistentes.

Ante la insistencia del público, volvió Celeste a la escena, para interpretar Tonight tonight junto a todos los músicos acompañantes, a quienes agradeció previamente. Se despedía así del público cubano, dejando flotar su voz y su melodía, sobre esta ciudad; donde definitivamente esa noche, no pocos terminaron hechizados con su arte, para siempre.