A Jesús Martín-Barbero, in memoriam
Nuestro tiempo está marcado por la implantación de dispositivos en la vida cotidiana, que además de brindar facilidades de comunicación y registro recopilan datos que adquieren un valor comercial en el mercado. Cada día más integrados a la vida de los individuos, hoy han detonado un campo de trabajo en las relaciones que se dan desde el interior de las escuelas hacia el exterior con las plataformas documentales y bases de datos audiovisuales. Se sabe que los algoritmos recopilan información y no es un secreto la capacidad aplicada de la mercadotecnia para reunir productos y ofrecerlos al usuario, dentro de los buscadores de diversas aplicaciones. En la educación, los puentes entre la planeación académica y el uso de tabletas y plasmas pueden abordarse de una manera que provoque un efecto acumulativo y multiplicador que beneficie cada vez a más estudiantes y sus familias.
Los desafíos para las escuelas desde la educación básica hasta los niveles de educación media y media superior en el siglo XXI acentúan la exclusión o el acceso y ejercicio de los derechos culturales. En la coyuntura digital actual, se amplían los acercamientos entre las academias de cine, las federaciones de productores audiovisuales y los sistemas educativos para estrechar la colaboración y abrir pantallas a las realizaciones que cuentan con presupuestos brindados por el Estado.
Sea cual sea el nivel de estudios que imparta, la escuela no puede quedarse al margen del auge de las tecnologías de la imagen, y debe procurar extender y ampliar sus vínculos y la conexión con bancos documentales y servicios culturales en internet. A través de talleres y grupos de estudio pueden caracterizarse las posibilidades de la elaboración de conjuntos audiovisuales susceptibles de ser utilizados por diversas disciplinas, e integrados al patrimonio de la institución, para ser consultados por diferentes docentes, y a su vez ampliado y enriquecido periódicamente[1].
La curaduría educativa está ligada a la vinculación institucional, al diseño de producción y al trabajo colegiado en la elaboración de materiales pedagógicos que destaquen valores particulares de acuerdo a la asignatura. Es tarea de los docentes profundizar en las obras audiovisuales y ampliar sus posibilidades en clase, en sesiones abiertas a más estudiantes o en proyecciones en las que participen madres y padres a través del uso de cortometrajes o de fragmentos que expongan con claridad un fenómeno, un conocimiento o una enseñanza, y así nutrir y fomentar el intercambio entre estudiantes y familiares, abriendo espacios escolares para tratar asuntos delicados, resolver problemas comunes, fomentar la resiliencia y ayudar a concebir y estructurar sus proyectos de vida.
Viabilidad de una videoteca QR
En los tiempos digitales, la distribución de contenidos se ha intensificado a través de los teléfonos móviles, en los cuales es posible instalar lectores de los códigos conocidos como quick response o QR, hoy presentes en diversos formatos del diseño industrial. Lo que entró a los hogares en las envolturas de productos como forma de expandir la publicidad, y poco a poco forma parte de los trámites de gobierno y de los bancos, puede aprovecharse para ampliar los contenidos digitales que literalmente tienen en sus manos chicos y grandes. Los docentes pueden organizarse en grupos de trabajo para investigar, revisar y seleccionar los títulos, con los que desarrollarán las claves de lectura, para realizar los diálogos al finalizar las proyecciones. El trabajo del comité curatorial será fungir como un faro en la inmensidad de internet, destacando, señalando y agrupando materiales de interés para la asignatura, que pueden ser reunidos y a su vez compartidos con más personas. Los motores de búsqueda necesitan palabras, títulos, nombres y categorías que se encuentran en los catálogos. Para empezar a compilar una videoteca QR se pueden tomar en cuenta estos sencillos pasos.
Paso 1: Descargar la aplicación QR Droid para leer los códigos desde un dispositivo móvil.
Paso 2: Generar código QR:copiar la dirección URL de la página que queremos convertir en código QR.
Paso 3: Abrir esta página: http://www.codigos-qr.com/generador-de-codigos-qr/ y pegar la URL.
Paso 4: Generar el código QR y descargar en la carpeta respectiva.
Paso 5: Guardar como: qr_título de la película.
Paso 6: Insertar en el diseño.
Base de datos para estructurar un catálogo.
Líneas transversales | Título | Tema | Código QR | Palabras clave |
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Asignaturas que toca | Autor, país, año, duración | Transmisión de concepto, proceso, conocimiento, época |
Líneas transversales | Título | Tema | Código QR | Palabras clave |
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Filosofía Historia Computación |
Alike Rafael Cano Méndez y Daniel Martínez Lara España, 2015, 8’ |
Educación, aprendizaje | educación, empatía, artes, expresión, oficina, escuela |
No olvidar incluir los créditos de la asignatura y de quienes elaboraron el documento.
Taxonomía para el conocimiento
Las palabras y el vocabulario forman parte de la alfabetización audiovisual, la formación de públicos y la construcción de conocimiento. Al nombrar, podemos salir de las convenciones y los lugares comunes, provocando otras lecturas. Para ello sería mejor titular de otra forma los conjuntos. No sirve de mucho repetir las categorías que se usan en los videoclubes, ya que mezclan los géneros dramáticos con la procedencia de las películas, y lo que se busca es orientar a los usuarios desde otras miradas. Proponemos considerar estos campos para trabajar las conexiones con los desafíos escolares y familiares: comunicación, emociones, substancias, procesos naturales, movimientos sociales, vida sexual y otredades.
A través de las diferentes secciones pueden indicarse los perfiles que ofrecen los títulos para acercarse a esos temas. Internamente se pueden organizar subdivisiones, que establezcan una cronología e indiquen épocas y orígenes, géneros como la comedia, la pieza, la tragedia, técnicas como animación cuadro por cuadro, dibujo animado o modelaje por computadora, destacando elementos en dos niveles: uno básico de alfabetización audiovisual que introduzca y desarrolle un vocabulario mínimo de los planos, los elementos de la imagen (luz, decorado, personajes o personas, ritmo, montaje y sonido); y otro curso especializado: de transmisión de concepto, proceso, conocimiento de la asignatura que se imparte, enfatizando su época y origen para generar mayor interés por tratarse de clásicos, vanguardias, nuevos cines, cine contemporáneo, cine latinoamericano, etcétera.
Cineclub en tutoría y hacia la pospandemia
Otro uso que puede darse a los materiales en las videotecas escolares es con la reunión y el intercambio entre madres, padres, tutores e hijos en un entorno de escucha y diálogo que facilite abordar temas difíciles, a través de la reflexión sobre las tramas, los conflictos y las resoluciones planteadas. Por su duración, los cortometrajes y fragmentos son ideales para detonar comentarios y conversaciones en torno a la comunicación asertiva, los derechos humanos, la empatía y la resiliencia. La labor del moderador consiste en proponer contrastes entre personajes, momentos de la trama y utilizar las decisiones que se toman para preguntar sobre lo que han aprendido con ellos los espectadores, y así reflexionar sobre las metamorfosis para lograr la armonía personal, familiar y social.
Para su seguimiento, se puede contemplar el uso de protocolos para la consulta, solicitud, revisión, lectura por asignatura, así como la creación y organización de un fichero con el inventario de materiales disponibles para los docentes en un catálogo. Para dar continuidad y renovar los contenidos periódicamente, se podría organizar el trabajo en red, y así ampliar permanentemente en los planteles la oferta de medios para enriquecer la docencia y las prácticas con estudiantes y sus familias. Las dinámicas posibles abren la oportunidad para crear complicidad y alimentar la confianza, al construir espacios en los diferentes horarios que conjuguen la oferta disponible, en marcos de reflexión diseñados para plantear, profundizar y cultivar formas de interacción que pueden replicarse en casa con la familia, a la vez que despiertan nuevos hábitos y horizontes en el interior de la escuela. Los procesos de curaduría y selección se nutren a través de la investigación previa para la documentación de las propuestas, reuniones y revisiones colegiadas, y al desarrollo, ajuste y adaptación que sufre una propuesta al ser enriquecida y consensuada colectivamente.
Las dificultades provocadas por la pandemia de COVID-19 han llevado a tomar medidas en todo el mundo, que después de enfrentar la emergencia sanitaria nos plantearon la necesidad de aplicar estrategias de uso intensivo de nuevas tecnologías, ahora más viables de combinar con la interacción segura y cálida en las escuelas. Las aulas y espacios escolares como punto de intercambios, diálogos a través de los aprendizajes comunes, han ratificado su importancia y utilidad en procesos comunitarios. Abrir las escuelas, expandir los muros, seleccionar cortos y fragmentos para usar en las pantallas y plasmas, e invitar a los pizarrones a docentes en otras latitudes, hoy es más sencillo y oportuno para enriquecer las comunidades educativas con voces de especialistas, profesionales y pares que comparten esas prácticas. Además de la interpretación audiovisual, la integración de talleres de creación a partir de la identidad de los proyectos abre a la participación y creatividad en la identidad y en la diversidad y estimula el goce lúdico del aprender a mirar.
[1] En el marco del taller «Cine en el aula y formación de públicos», impartido por este autor entre 2016 y 2019 en la Filmoteca de la UNAM, se consolidó la Red de Cineclubes del IEMS, integrada por docentes, tutores e investigadores que imparten diversas asignaturas en planteles del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) de la Ciudad de México, y de donde han surgido y se han enfocado muchas de las ideas aquí presentadas.
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