Foto: Ariel Cecilio Lemus
Chappottín in memoriam (Live in Jazz Plaza 2020), es la más reciente producción de Eduardo Sandoval. Este concierto grabado en vivo en el festival Jazz Plaza, muestra a este joven y valioso exponente de la música cubana que no deja de sorprender, favorablemente, por su interés de hurgar en la esencia de tantos referentes de la cultura de casa.
Chappottín in memoriam, alcanzó la nominación en el apartado música tradicional de la presente edición de la feria Cubadisco. Merecido homenaje a ese gran trompetista, que junto a Miguelito Cuní se inscribiera en lo más notable de la expresión popular de nuestra música.
Diez números, conforman el tributo al trompetista habanero Félix Chappottín sobre el cual nos comenta el propio Sandoval:
“Recuerdo que un día Víctor Rodríguez (Vitico), director de la Empresa de Música Popular, a la cual pertenezco, me llamó para decirme que habían pensado en mí para realizar este homenaje al Conjunto Chappottín. Ahí se me unieron varios vínculos emocionales, pues mi papá es cantante de ese conjunto, y yo tuve la suerte de conocer al nieto de Chappotín, esas fueron las primeras coordenadas. Realmente es un trabajo que me complace sobremanera porque, como siempre digo, creo que en Cuba hay otras personas más preparadas que yo para haber asumido esa propuesta, solo que me tocó a mí y traté de asumirlo lo mejor posible. El resultado está, y se traduce en esta nominación al Premio Cubadisco, que me hace sentir muy feliz.”
¿Cuánto de Félix Chappotín te hizo volver la mirada hacia él en un disco?
“Confieso que antes lo escuchaba mucho porque tenía su música a la mano. Al adentrarme en este proyecto tuve que escucharlo mucho más para interiorizar su obra, en función de lograr un buen acabado: un espectáculo bonito como el que la gente ese día disfrutó, y un recuerdo que quedara al marcharse a casa.
En medio de toda la preparación hasta llegar al final, aprendí y entendí muchísimo sobre fenómenos que, en el orden musical, excepto con algunas orquestas cubanas, se viene perdiendo. Una manera muy particular de encarar la interpretación de la música popular, a la que necesariamente hay que acudir una y otra vez.”
Un fonograma hecho en vivo ¿Qué nuevos retos se abrieron ante esta posibilidad?
“Cuando supe de la posibilidad de hacer este trabajo, me puse el gran reto de escribir música para Big Band. Nunca antes lo había hecho; no tengo el conocimiento, desde el punto de vista de la composición para asumir ese rol, porque aunque soy graduado del Instituto de las Artes, no lo soy de Composición. Por supuesto, cuento con estudios armónicos, además el jazz ofrece muchas posibilidades para crear al escuchar.
Y lo hice, creo que resultó bastante aceptable. A la gente le ha gustado. También tuve la suerte de contar a mi lado con compositores que admiro y respeto, especialmente como Julito Montalvo, que escribió “Camina y prende el fogón”; Mirón , un trombonista austriaco, que me cedió dos pieza en las que tuve participación; Roisel Suárez (Compota) quien asumió el arreglo de un bolero y quedó espectacular. O sea asumir la dirección y la escritura de parte del concierto constituyen una de las proyecciones más grandes de mi carrera. Jamás pensé que me fuera a suceder y menos que las personas lo recibieran como lo hicieron. Muy lindo.
Por tanto esta nominación representa muchísimo para mí, es ya un premio, esencialmente, porque representa un reto nuevo que me propuse y resultó bien, tanto para el público como para los entendidos en ello. Significa una fuerza muy particular que me dice: “Eduardo sigue por ahí que se abre un camino. Es una bendición.
A partir de este trabajo, Eduardo ¿qué nuevos proyectos rondan?
“Diría que solo uno multiplicado: seguir haciendo música. Comienzo una nueva etapa de mi vida, que es el canto. Acabo de estrenar mi primer tema en esta faceta, se llama Bonito todo, y estoy muy feliz por la aceptación que está teniendo. Ando muy emocionado con eso, ya que resulta muy difícil lograrlo con un primer tema.
Estar delante de personas que canten el tema de uno es una sensación indescriptible. Por otra parte me preparo para la salida del disco Más trombón que nunca, un trabajo que comencé durante la cuarentena con muchos trombonistas internacionales invitados, y solo dos cubanos. Es un fonograma netamente de trombón, cuarteto, quinteto, sexteto. Creo que es una propuesta que puede gustar mucho. Otro gran reto y un tremendo sueño para mí.”
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