La música del cantante boricua Gilberto Santa Rosa, llegó con fuerza a comienzos de los años 90 del pasado siglo, en medio de la oleada salsera puertorriqueña, que se conoció como Salsa Erótica o Salsa Romántica, donde destacaron artistas como Lalo Rodríguez, Eddie Santiago, Jerry Rivera Romántica y Frankie Ruíz.
Aunque por la estructura de su música, muchos no enmarcan directamente a Santa Rosa como parte de este movimiento, lo cierto es que las canciones Perdóname, Vivir sin ella y Conciencia, se convirtieron en canciones omnipresentes en todas las fiestas habaneras de la época.
Aquel fenómeno salsero fue desapareciendo poco a poco en el espectro sonoro de Cuba; sin embargo, Gilberto “El caballero de la salsa” siempre mantuvo su presencia, tanto por interpretar obras de compositores cubanos (como Adalberto Álvarez, Sara González, Pablo Milanés, Polo Montañez, Alberto Tosca o Tony Avila) como por sus colaboraciones con artistas cubanos, como Elito Revé, Issac Delgado o El Micha.
Es por ello que miles de personas se congregaron en el malecón habanero, durante esta noche del lunes 16 de julio de 2018, para dar la bienvenida a un hermano que regresa de lejos (a pesar de llegar en persona por primera vez a la isla).
Gilberto Santa Rosa presentó credenciales desde el inicio del espectáculo, y mostró a los asistentes, que es un artista muy completo, con un show de excelente factura, donde combinó su carisma, su afinación perfecta, sus aptitudes como bailador y percusionista; así como su gran dominio de la escena.
Acompañado de su orquesta, interpretó muchos de los éxitos que le han acompañado a lo largo de estos primeros 40 años de su carrera; los cuales fueron ampliamente coreados y aplaudidos por los asistentes. Algunas de las piezas incluidas en el programa fueron Déjate querer (con un excelente solo de paila de Santa Rosa), Un montón de estrellas, Conciencia, Almas gemelas (con destaque para la violinista Alejandra López), Sin voluntad y Mentira.
En todo momento combinó acertadamente el repertorio con sus comentarios acerca del amor y el desamor, manejando los tiempos con canciones movidas (en muchas de las cuales es importante resaltar el trabajo coreográfico de sus músicos) con otras más suaves para que las cantara el público.
La recta final del espectáculo, comenzó con un momento especial con la participación de Issac Delgado (principal artífice de esta visita de Santa Rosa a Cuba), para protagonar un mano a mano, improvisando sobre el conocido Son de la madrugada. Luego, Santa Rosa mostraría dotes para interpretar una especie de rap en Perdóname, antes de que el público coreara a modo de karaoke gigante la gustada pieza Que alguien me diga.
Para el cierre, luego de agradecer a los asistentes, así como a los organizadores del concierto, reservó una frenética interpretación de La agarro bajando. El público no lo dejó escapar, y le hizo regresar al escenario para deleitarse con la obra Cuba, que lindos son tus paisajes.
Cerraba así, una noche de ensueño para el público cubano, donde la música (durante poco más de 2 horas) fue la única protagonista. A pesar del intenso calor (que hizo sudar por igual a artistas y público),;quienes pudieron acercarse esta noche al malecón habanero, volvieron a casa con el corazón repleto de emociones, añorando un próximo reencuentro con el arte del caballero de la salsa.
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