China es sinónimo de té y té de China.[1]
El 19 de diciembre de 2019 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), bajo la dirección general del chino Qu Dongyu, declaró el 21 de mayo, “Día Internacional del Té”, con el objetivo de resaltar la contribución del té a objetivos cruciales de desarrollo sostenible, incluyendo la reducción de la pobreza, la lucha contra el hambre y el empoderamiento de las mujeres. En los cimientos de dicha valoración económica y social, subyace una historia cultural que, por milenaria, hace del Té una de las piedras angulares de la tradición y la identidad China y, por tanto, un signo de auténtica presentación de sus hijos tanto en su tierra natal como en ultramar. ¿Qué espacio ocupa el Té en el patrimonio cultural del Barrio Chino? ¿Cuánto tributa su accionar al proceso de concientización de su valor al que llama la FAO con esta declaratoria?
A modo de presentación de este trabajo, la imagen de uno de los juegos de Té conque fuera homenajeada en una de sus visitas a China la profesora Mercedes Tania Crespo Villate (La Habana, 1943-2019), escritora e investigadora que, entre otras responsabilidades, se desempeñó como miembro de la Asociación de Amistad Cuba-China del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Su texto El té, en coautoría con Felipe Chao Barreiro, publicado por la Editorial Científico Técnica en 2008, no solo corrobora la función diplomática de dicho producto, sino que también tributa a la promoción de su historia y significado en la cultura asiática:
Antes de que fuese una bebida, el té fue una medicina. En la actualidad, tomar té es un pasatiempo cultural del pueblo chino; ocupa un lugar en su historia, su pintura, su literatura y sus tradiciones. // Saborear el té forma parte de su espíritu, su necesidad de disfrutar la tranquilidad, la ecuanimidad y la armonía infinita. Por el sentido espiritual que esto implica es necesaria una atmósfera agradable. El lugar de tomar el té debe ser confortable, adecuado para relajar la mente, con pinturas representativas de la belleza de la naturaleza y caligrafías con pensamientos que obliguen a la meditación y la contemplación.[2]
Por su expresión identitaria, dicha imagen se acompaña de un fragmento de la frase reflexiva utilizada por Anne Meredith para presentar el artículo "Un viaje a la cultura del té en China. Tradicional y moderno”: China es sinónimo de té y té de China. De hecho, la historia del té en China es casi tan larga como la historia de China misma. Apasionada por la cultura china, Meredith inicia la historia del té con el universo cosmogónico chino y desde él conecta de forma directa el té como bien cultural y/o patrimonial, con el proyecto de declaratoria que se celebra este día, es decir, como recurso económico:
La historia del té chino empieza con Shennong, un personaje mítico que se dice que es el padre de la agricultura china y medicina tradicional china. // Cuenta la leyenda que Shennong descubrió accidentalmente el té cuando estaba hirviendo agua para beber mientras estaba sentado debajo de un Camellia sinensis.[3] Algunas hojas del árbol cayeron al agua, infundiéndole un aroma refrescante. Shennong tomó un sorbo, lo encontró agradable y así nació el té.[4]
¿Existe vínculo alguno entre el “padre de la agricultura china” y Qu Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el momento de legitimar el 21 de mayo como Día Internacional del Té? De origen en el seno de una familia de productores de arroz, Qu Dongyu (Hunan, China, 29 de octubre de 1963) estudió ciencias hortícolas en la Universidad Agrícola de Hunan y luego fitomejoramiento y filogenética en la Academia China de Agronomía, saber al que añadió las ciencias ambientales a y obtuvo un doctorado en la Universidad de Wageningen, en el Reino de los Países Bajos, primera entre las casas de altos estudios en el campo de las ciencias biológicas. Cumplió funciones de Vicepresidente de la Academia China de Ciencias Agrícolas en el periodo 2001 y 2011 y se convirtió en Viceministro de Agricultura y Asuntos Rurales en el 2015, desde donde participó en la promoción de la colaboración internacional con organizaciones como la FAO y el Centro para la Agricultura y la Biociencia Internacional. Ganó las elecciones para Director General de la FAO en junio de 2019, ocupando el cargo el 1ro de agosto, y fue reelegido el 2 de julio de 2023 para un nuevo periodo de cuatro años. En el primer mandato destaca la transformación de los sistemas agroalimentarios hacia la eficiencia, inclusión, resiliencia, sostenibilidad y promover las cuatro mejoras en la producción, la nutrición, el medio ambiente y los medios de vida, con el objetivo final de ayudar a los miembros a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).[5]
Por azar, o en correspondencia a la formación científica de Qu, el Día Internacional del Té contribuye a la consecución de cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 1.- Ayuda a reducir la pobreza extrema; ODS 2.- Luchar contra el hambre; ODS 5.- Empodera a las mujeres y ODS 15.- Favorece el uso sostenible de los ecosistemas terrestres. La celebración de 2024 tuvo por lema: “Desde la cosecha hasta la taza”, destacando a las mujeres y su papel en el sector.
Sin embargo, los antecedentes de una estrategia en la defensa de Té desde perspectivas de desarrollo sostenible datan de la década del 60 del pasado siglo, con centro en una serie de consultas intergubernamentales especiales celebradas bajo los auspicios de la FAO en 1965 y una reunión urgente de países exportadores de Té en 1969, lo que conllevó a la creación del Comité Consultivo sobre el Té por el Comité de Problemas de Productos Básicos, órgano que en 1971 pasaría a nombrarse Grupo Intergubernamental sobre el Té. ¿Objetivo?:
Servir de foro para que se celebren consultas y se realicen estudios sobre los problemas relativos al Té. // Llevar a cabo un examen continuo de la evolución a breve y largo plazo de la producción, el consumo, el comercio y los precios del té, estudiar la estructura del mercado y la promoción del consumo del té, y examinar medidas internacionales y preparar propuestas para presentarlas a los gobiernos. [6]
Originalmente, tras deliberaciones en el Foro Socio Mundial en Mumbai en 2004 y en Porto Alegre 2005, se estableció como Día Internacional del Té el 15 de diciembre, en respuesta a la crisis de la industria del té en 1998, marcada por el cierre de numerosos jardines de té y una caída continua de su precio en el mercado; mas el 20 de mayo de 2018 el Gobierno de la República Popular China propuso al Grupo el cambio de celebración para el 21 de mayo, para hacerlo coincidir con su temporada de producción en varios países clave, destacando así su relevancia para la economía rural y los medios de subsistencia sostenible, solicitud que respaldó el Comité de Problemas de Productos Básicos en septiembre de 2018 y fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura el 19 de diciembre de 2019, con su primera edición el 21 de mayo de 2020.[7]
El Té en el proceso de patrimonialización.
La cultura del Té, o “El camino del Té”, como suele llamarse, acompañó a los inmigrantes chinos a territorios de ultramar, quienes la transmitieron a sus descendientes como expresión identitaria y, para asegurar su permanencia, crearon establecimientos comerciales a fin de responder a las necesidades de la comunidad para una práctica cultural de arraigo milenario. En el Barrio Chino de La Habana, sociedades y establecimientos de servicios debieron fomentar el consumo del Té y no debió haber lugar para la ausencia de un juego de vajillas destinadas a los hogares de las familias chino-cubanas. Tampoco hay que subestimar el hecho de que algunas de ellas fueran importadas directamente de China, verdaderas reliquias dentro del patrimonio familiar.
Con el proceso de patrimonialización iniciado en 1981 por el Museo Histórico Municipal de Centro Habana, varias de esas piezas ingresaron a la colección china, a la que distingue su elevado valor etnológico, en tanto fue conformada a partir de los bienes culturales que desde la cotidianidad conectaban a sus dueños, miembros de la comunidad china, con su originario país, obras donadas al museo con el fin de narrar la historia del barrio, de sus primeros inmigrantes y sus descendientes.
A modo de ejemplo, dos de los exponentes que exhibe hoy la Casa de Artes y Tradiciones Chinas: la tetera donada por la Sociedad Chau Luen Kong Sol el 26 de febrero de 1981, y la mesa para Té entregada por la Sociedad Min Chih Tang, el 22 de julio de 1981. Ambas, con su historia, contribuyen no solo a la divulgación de la importancia del Té en el presente, sino también a la comprensión de la presencia china en La Habana.
Durante la entrega de la tetera, el representante de la Sociedad Chau Luen Kom Sol indica que la pieza, una Tetera de porcelana blanca y azul, fue “comprada en la quincalla Cantón, ubicada en Zanja e/ Manrique y San Nicolás, entre 1960 y 1961” de modo que su significación patrimonial, además de aludir a una de las tradiciones más significativas dentro del patrimonio cultural chino: la ceremonia del té, constituye un referente a la existencia de un establecimiento comercial en Centro Habana en cuyo nombre, “Cantón”, se rememora la sureña ciudad china[8].
En el caso de la mesa de Té, la planilla de inventario registra que su donante, la Sociedad Min Chih Tang, tiene su sede en Manrique no. 153 entre Zanja y Dragones, y que fue adquirida en 1919 en los almacenes “La Mariposa”. De qué establecimiento de trata. La investigación museológica de esta pieza coloca entre los presidentes de esta sociedad a Federico Chi Casio, “dueño del almacén de efectos de Asia” en 1932.[9] Un acto de franca connotación simbólica lo constituyó la inclusión de esta obra en la exposición colateral del Congreso Internacional del Patrimonio Cultural, celebrado en el Palacio de las Convenciones, La Habana, del 14 al 17 de marzo de 2008.
En el ámbito del Patrimonio Cultural Internacional la cultura del Té está implícita en Declaración de México sobre los Principios que Deben Regir las Políticas Culturales, documento fruto de la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, celebrada en México en 1982. En el acápite “Identidad cultural” se establece en primer lugar: “cada cultura representa un conjunto de valores únicos e irremplazable, ya que las tradiciones y formas de expresión de cada pueblo constituyen su manera más lograda de estar presente en el mundo”.[10]
Directamente vinculada a la esencia establecida por el Día Internacional del Té, pudiere considerarse la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (UNESCO, París, 2005), específicamente el Principio de complementariedad de los aspectos económicos culturales del desarrollo: “Habida cuenta de que la cultura es uno de los principios motores del desarrollo, los aspectos culturales de éste son tan importantes como sus aspectos económicos, respecto de los cuales los individuos y los pueblos tienen el derecho fundamental de participación y disfrute”.[11]
Explícitamente, la UNESCO ha legitimado patrimonialmente a China en relación con el Té en dos tipologías. En el 2022, en la decimoséptima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en el Reino de Marruecos en Rabat, del 28 de noviembre al 3 de diciembre de 2022, las técnicas tradicionales de procesamiento de té y sus prácticas sociales asociadas en China, fueron inscriptas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad;[12] y, al año siguiente, en el 2023, en la 45 sesión ampliada del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada entre el 10 y el 25 de septiembre en Arabia Saudita, las tierras de bosques de té en un remoto pueblo de montaña de la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, fueron inscritas en la lista de Sitios de Patrimonio Mundial con el nombre: Paisaje cultural de los antiguos bosques de té de la montaña Jingmai en Pu'er:
Situado en la montaña Jingmai, en el suroeste de China, esta paisaje cultural fue desarrollado durante todo un milenio por los pueblos Blang y Dai, siguiendo prácticas que comenzaron en el siglo X. El sitio es una zona de producción de té compuesta por aldeas tradicionales que se encuentran dentro de antiguos bosques rodeados de vegetación y plantaciones de té. El cultivo tradicional de viejos árboles de té en el sotobosque es un método que responde a las condiciones específicas del ecosistema de la montaña y al clima monzónico subtropical, combinados con un sistema de gobernanza que conservan las comunidades indígenas locales. Las ceremonias y fiestas tradicionales se relacionan con la creencia de que los espíritus viven en las plantaciones de té, así como en la fauna y flora locales, una creencia que se halla en la base de esta tradición cultural.[13]
Unas horas después, el 18 de septiembre, la Agencia de Noticias Xinhua anunciaba con total orgullo: “China obtiene el primer sitio del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para la cultura del té”, al tiempo que transcribía las palabras de Su Guowen, residente de la aldea de Mangjing Up que es venerado como practicante de la ceremonia de adoración del espíritu del té:
El estatus de patrimonio se ha otorgado para honrar la creación de nuestros antepasados, pero la preservación de este patrimonio depende de nosotros. Necesitamos mantener nuestros valores tradicionales y tener presentes los dichos de nuestros antepasados: preservar la tierra y los árboles de té es una fuente de riqueza para nuestros descendientes.[14]
Con ambas declaratorias, en el Patrimonio Cultural Inmaterial y como Patrimonio Cultural de la Humanidad, las piezas vinculadas al té de la colección del Museo Municipal de Centro Habana y las que en condición de depositado a colocado la profesora Mercedes Tania Crespo Villate en la Casa de Artes de Tradiciones Chinas, en el Barrio Chino de La Habana, no solo elevan su connotación cultural, sino también se erigen en documentos históricos de la expresión de la comunidad de inmigrante chinos en la capital cubana.
Ante cada visitante, pongamos en valor nuestros bienes culturales.
[1] Anne Meredith: "Un viaje a la cultura del té en China. Tradicional y Moderno”, Instituto de Lengua China, 12 de noviembre de 2024, https://studycli.org/es/chinese-culture/tea/#The_History_of_Tea_in_China, [1-5-2025].
[2] Mercedes T. Crespo Villate y Felipe Chao Barreiro: El Té, p. 7, Editorial Científico Técnicas, La Habana, 2008.
[3] Nombre científico de la especie de planta cuyas hojas y brotes se utilizan para elaborar el té.
[4] Anne Meredith: Ob. cit.
[5] Qu se describe a sí mismo como alguien que tiene el alma de un ciudadano asiático y la mentalidad de un ciudadano global. Su lema es “Una vida sencilla, pero trabajo duro”. Organigrama de la FAO, Biografía, Gerente General Qu Dongyu, https://www.fao.org/director-general/biography/fr, [17-5-2025].
[6] Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Grupo Intergubernamental sobre el Té (EST-722), https://www.fao.org/unfao/govbodies/gsb-subject-matter/statutory-bodies-details/es/c/209/?no_cache=1, [17-5-2025].
[7] Guido Calderón: “Nuevo Día Internacional del Té”, 15 de diciembre de 2019, https://trafficamerican.com/nuevo-dia-internacional-del-te/, [17-5-2025].
[8] Frank González Martínez: “Valor documental de la Sección de Arte Chino del Museo Histórico Municipal de Centro Habana”, p. 53, Tesis en Opción al Título de Licenciado en Artes Plásticas Perfil de Conservación, Restauración y Museología, Facultad Arte de la Conservación del Patrimonio Cultural, Universidad de las Artes, La Habana, 2020.
[9] Museo Municipal de Centro Habana: Sección de muebles, Inventario.
[10]“Declaración de México sobre los Principios que Deben Regir las Políticas Culturales”, p. 271, Documentos Fundamentales para el Patrimonio Cultural, Textos internacionales para su recuperación, repatriación, conservación, protección y difusión, Instituto Nacional de Cultura, Perú, ,2007.
[11] “Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales”, p. 119, UNESCO, París, 2005, en Documentos, Ob. cit.
[12] UNESCO: “Decimoséptima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial”, noviembre/diciembre de 2022, https://ich.unesco.org/es/17com, [19-5-2025]. Expediente 1884, presentado en 21 de marzo de 2021. En esta reunión China dialogó con Cuba al inscribir ésta en la Lista Representativa el conocimiento de los maestros del ron ligero o “el saber hacer”, expediente 1724, del 30 de marzo de 2020 y 2 de noviembre de 2021. Estado Porcelana. UNESCO: “Examen de las candidaturas para la inscripción en 2022 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, https://ich.unesco.org/es/7b-lista-representativa-01281, [19-5-2025].
[13] UNESCO: “Domingo 17 de septiembre. // China – Paisaje cultural de los antiguos bosques de árboles del té de la montaña Jingmai en Pu'er”, https://www.unesco.org/es/world-heritage/committee-2023, [19-5-2025].
[14] “China obtiene el primer sitio del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para la cultura del té”, Xinhua, 18 de septiembre de 2023, http://english.scio.gov.cn/m/chinavoices/2023-09/18/content_11669165.htm, [19-5-2025].
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