Cuando sean las diez de la mañana del lunes 17 de octubre y la casona de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) de la calle 17 esquina H en El Vedado abra sus puertas, comenzará una jornada de dolor para los que hemos tenido la dicha de estar cerca de Rogelio Martínez Furé, hombre sabio y jovial defensor a ultranza de las expresiones más raigales de la cultura cubana.
Grande al fin, lamentablemente, abandonó este mundo el diez de octubre pasado. Fecha transcendental (1868) para esta nación, no solo porque marca el inicio de las luchas por su independencia, sino también la compresión manifiesta de la impostergable abolición de la esclavitud; y curiosamente su obra está marcada por la búsqueda constante del legado de aquellos hombre y mujeres arrancados vilmente de África, para así comprender sus aportes a la cultura cubana.
Una interminable lista de intelectuales, artistas y creadores bebieron de la inagotable fuente de conocimientos que emanaba de él en cada encuentro que, por sencillo que pareciera, siempre aportaba muchísimo al conocimiento individual.
Por ello Cubarte se acercó a dos mujeres que tuvieron la suerte de beber de su sabiduría y acercarnos al imprescindible intelectual cubano.
Marilyn Garbey, Máster en Ciencias y Teatróloga nos comentó:
"...han aparecido reportes que lo encasillan como folclorista, africanista y etnólogo, y sí fue eso y mucho más, él es uno de los grandes sabios que tuvo la cultura cubana.
Furé primero nos hizo ver la valía y la riqueza de la herencia africana, resaltando sus grandes aportes a la conformación de la identidad nacional.
Pero la magnitud de este gran hombre que hoy estamos despidiendo, también está plasmada en el teatro cubano, en sus grandes contribuciones a Teatro Estudio y al Guiñol de los hermanos Camejo, para el que escribió La loma de Mambiana, por ejemplo.
Vale destacar que desde el teatro de títeres también ponderó el legado africano y su impronta en la humanidad.
No hay área de la cultura de este país donde no esté su legado. El cine, la literatura y la música también le deben a Furé. En el primero desde su colaboración con el gran cineasta Tomás Gutíerrez Alea; desde la literatura sus obras serán por siempre referentes obligado para conocer el porqué de los rasgos que nos distinguen como nación, a lo que se suman sus muchas traducciones a poemas de lengua portuguesa, africana e inglesa; la música tiene su nombre grabado en más de una razón: sus hermosas habaneras, la interpretación de temas afrocubanos y la creación del grupo Oru junto a Sergio Vitier, son solo algunos ejemplos. Ese formato musical mezcló sonoridades, estilos y raíces de diferentes orígenes aportando un matiz enriquecido a la música cubana.
Ahora nos queda la encomienda de estudiarlo a profundidad y creo que a partir de ahí se nos van a desvelar muchos conflictos que transversalizan la vida cotidiana de los cubanos y que quizá desde ese acercamiento consciente a sus escritos podamos encontrar soluciones y explicaciones.
Luz y progreso para ese espíritu y ojalá que nos siga acompañado", concluyó.
La relación de Martínez Furé con el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba antecede a su fundación oficial el siete de mayo de 1962, fecha en la que junto a otros creadores contribuyó al nacimiento de la compañía.
Desde febrero de 1966 forma parte de la prestigiosa formación Julia Fernández González, quien llegó con quince años de edad y creció profesional y humanamente con las enseñanzas del maestro Furé.
"...Rogelio significa la experiencia más grande que he tenido en el folclor.
Él fue mi maestro en el Instituto Superior de Arte (ISA), pero antes fue el folclorista que nos enseñó qué era el folclor y por qué era necesaria nuestra presencia en la entonces joven agrupación.
Su estatura como maestro y guía dentro del Conjunto es inmensa, pero se duplica si de sus aportes a la cultura cubana se habla.
Sin temor a equivocarme me atrevo a asegurar que él fue la persona más preparada para defender las expresiones de la cultura popular y tradicional cubanas, y guiar los pasos de muchos hacia el futuro en la inserción en el entramado artístico y cultural que define al mundo...", comentó la también régisseur de la sexagenaria agrupación.
Criterios como estos abundan en el gremio escénico cubano, cuando sobre el también Premio Nacional de Investigación Cultural (2001), de Danza (2002) y de Literatura (2015), Rogelio Martínez Furé, se investiga, conversa o recuerda.
Sin duda, un erudito cubano que permanecerá en el cariño y el respeto de todos aquellos que lo conocieron y/o descubren su legado a la cultura cubana.
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Descargas: Explorando la identidad en las formas poéticas afrocubanas de Rogelio Martínez Furé
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