Fotos: Cortesía de la autora.

El pasado día 20 de mayo se cumplió el centenario del nacimiento del maestro Eladio Rivadulla, reconocido como el precursor internacional del diseño e impresión en serigrafía artística de carteles cinematográficos, y creador del cartel FIDEL CASTRO- 26 DE JULIO, considerado el iniciador de la gráfica de la Revolución cubana

Si un adjetivo alcanzara a definir a Eladio Rivadulla Martínez, (La Habana, 20 de mayo de 1923 - La Habana, 28 de marzo de 2011), es el de ecuménico, pues su larga y provechosa vida estuvo consagrada a la comunicación visual y las artes plásticas: diseño gráfico y editorial, pintura de caballete y mural, serigrafía artística, escultura, grabado, dibujo, divulgación ideológica, científica, deportiva y periodismo cultural.

Igualmente a la dirección artística, diseño e ilustración de libros y revistas científicas, periódicos y libros de literatura, educación, ciencias, ingeniería, arquitectura, tecnologías, deportes, agencias de prensa, sellos de correo, logotipos, bonos y billetes.

Por si fuera poco, fue curador de exposiciones de artes plásticas, de diseño gráfico, fotografía, filatelia, ciencia, técnicas, ferias y presidente y miembro de jurados de múltiples certámenes artísticos.

Se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes San Alejandro; allí estudió dibujo, pintura, grabado y escultura y se gradúa en el año 1943, como Profesor premiado.

Completa esta sólida preparación con conocimientos de diseño gráfico y tipografía, recibidos del profesor alemán Helmudt Wotzkow, que le permiten aprender acerca de los medios de impresión.

El año 1957 marca un hito importante en su desarrollo creativo, pues obtiene el título de Profesional Publicitario y es admitido en EE.UU. como miembro impresor de serigrafía de Screen Process Printing Association International (SPPAI).

El cartel de Fidel

Esta es una de las lindas historias de Rivadulla.

En la madrugada del primero de enero 1959, el maestro es despertado por la llamada de un amigo que le dice: «Eladio, Batista huyó», la gran noticia le inspiró la concepción y realización apresurada del diseño y la impresión en serigrafía con los colores rojo y negro, de alrededor de cien carteles en formatos 92 x 71 cm que obsequió a sus vecinos, los que los colocaron en las puertas de sus casas.

Nacía así, de la emoción y la esperanza, el primer cartel de la Revolución cubana: FIDEL CASTRO, 26 de JULIO, primer diseño cubano publicado en el Anuario Suizo International Poster Annual de 1960 y que actualmente se exhibe en prestigiosas galerías latinoamericanas, estadounidenses y europeas.

Dejemos que sus propias palabras ilustren su extenso quehacer:

«Desde el propio mes de enero de 1959 comencé a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas (MINOP), después denominado Ministerio de la Construcción, donde diseñé los primeros carteles y vallas revolucionarias ubicados en la Plaza Cívica, después denominada Plaza de la Revolución. A la vez orienté la creación de un taller de serigrafía para la impresión de variadas divulgaciones políticas, de bien público y culturales, en fecha anterior a la existencia de la COR, el DOR y la Editora Política. Desde enero de 1959 hasta 1967, dibujé y pinté retratos de mártires y patriotas y diseñé revistas, libros, carteles y divulgaciones variadas, realicé curadurías de exposiciones de arquitectura, pintura, escultura, filatelia, ejecuté pinturas murales, escenografías de teatro. Etapa en la que pintaba y simultáneamente diseñé e imprimí en serigrafía los primeros carteles del ICAIC que precedieron la creación, en diciembre de 1961, de un departamento para el diseño de los afiches y otros anuncios publicitarios relacionados a la distribución cinematográfica.»

Rivadulla crea a principios de la Revolución los 5 carteles de películas documentales, de ficción y largo metraje sobre: Fidel Castro, desde la Sierra Maestra hasta su entrada en La Habana.

Después continúa trabajando en el ICAIC hasta 1967, mediante la adecuación, ampliación y adaptación técnica para la impresión en serigrafía artística de decenas de proyectos de carteles de cine.

Durante su trayectoria como diseñador e impresor en serigrafía artística (1943-1967), produce más de 3 500 originales de carteles cinematográficos para divulgar nacionalmente películas foráneas, mediante una modalidad sin precedentes.

Al fundarse en 1967 el Instituto Cubano del Libro (ICL) comienza en este organismo como ilustrador y diseñador editor. En total se deben a su talento el diseño interior y de cubierta de cerca de 3 000 libros y publicaciones de materias disímiles. Desde 1982 hasta 1993 diseña más de 100 perfiles editoriales de libros, revistas y catálogos para la Academia de Ciencias Cuba.

A su autoría se deben numerosos artículos, como columnista y colaborador especializado en las Artes Visuales, aparecidos en el Portal de la Cultura Cubana, Cubarte, Lettres de Cuba y otras publicaciones digitales, labor que mantuvo hasta su deceso, a los 87 años, en La Habana, el 28 de marzo de 2011.

Un año antes, el día 13 de agosto del año 2010, quedó inaugurada una Exposición-homenaje a Rivadulla, en la Galería Charles Chaplin, organizada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y la Cinemateca de Cuba. Fotos de este momento ilustran este trabajo.

Las palabras centrales del homenaje estuvieron a cargo del recordado promotor de la cultura cubana, Pablo Pacheco, en ese entonces vicepresidente de esa prestigiosa institución.

En su intervención Pacheco destacó: «más allá de sus méritos como artista y creador, que resultan indiscutibles, sobresalen como virtudes permanentes del Maestro y el hombre, la bondad, la decencia, la cordialidad, la corrección, el rigor, la seriedad y la modestia, que siempre lo han caracterizado, acompañándolo, durante su ya larga vida, y que constituyen, junto a su talento como artista, sus atributos más notables».

Ciertamente, más allá de haber recibido una nómina extensa de premios y condecoraciones, como Distinción por la Cultura Nacional, 1993; Premio Nacional de Diseño del Libro, 1998, y Premio Nacional de Diseño, ONDI 2009, máximo reconocimiento que otorga el Estado Cubano a los profesionales del Diseño y la Cultura por la obra de su vida, el gran lauro que recibió el maestro Eladio Rivadulla fue el recuerdo que permanece en la mente de los que lo conocieron y le agradecerán por siempre su larga vida provechosa caracterizada por sus inmanentes valores morales.