Al igual que en anteriores ediciones de la Bienal de La Habana, la que habrá de inaugurarse el próximo 12 de abril tendrá un amplísimo programa de muestras colaterales, en las que participarán más de 800 artistas distribuidos en alrededor de 200 proyectos, entre exposiciones personales y colectivas, open studio y acciones en espacios públicos.
Organizar ese maremágnum de propuestas estéticas que inundará casi toda la ciudad, ha sido tarea del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, al frente del cual se encuentra Ernesto Joel Ramírez, quien gustosamente se prestó para el diálogo con el Blog de Cubarte.
¿Con qué criterios han hecho la selección de los artistas los especialistas del CDAV?
“En el caso de la XIII Bienal de La Habana los especialistas del Centro no han hecho un trabajo curatorial, propiamente dicho. Al no existir un espacio aglutinador que concentre toda la producción artística de nuestro contexto, ha sido casi que imposible tener un criterio curatorial para organizar una muestra colateral que visualice lo mejor del arte cubano contemporáneo.
El Centro ha sido, de alguna manera, el ente coordinador de esos proyectos que han ido llegando, algunos con curaduría propia. Pero como hay un gran número de artistas plásticos, superior a la capacidad de instituciones que se dedican a exponer las artes visuales en la ciudad, desde el Centro sí hemos intencionado que se privilegien los proyectos colectivos para tener una mayor representación de autores en un número menor de espacios.
Hemos tratado también de aprovechar todo el sistema institucional de la Cultura. No estamos hablando solamente de galerías, sino de cines, de teatros, de escuelas, museos, Casas de Cultura. Es decir, todo espacio con condiciones para exponer, de acuerdo con las características de los proyectos, ha sido utilizados en función de que la totalidad de las propuestas con calidad tengan una presencia dentro de la institución. Porque también hemos privilegiado el uso de la institución, como ente rector de la política de las artes visuales dentro de la Bienal de La Habana”.
¿La participación en las colaterales ha sido también a través de invitaciones?
“Una de las diferencias de las muestras colaterales con el núcleo central de la Bienal radica precisamente en eso. La Bienal es un evento por invitación, tanto de artistas nacionales como extranjeros, una vez que se hace un trabajo de investigación curatorial.
En este caso, las muestras colaterales son más abiertas, más inclusivas. Es decir, no se hace una invitación, se hace como especie de una convocatoria para que los artistas presenten su proyecto y se pueda hacer una selección posterior.
Selección siempre hay, tratando de que sea lo mejor en calidad, responda a la política cultural y sea un arte que sirva de referente, que muestre lo que está ocurriendo. El aquí, el ahora, dentro de las artes visuales cubanas”.
¿Además de los proyectos colectivos, qué otro elemento han privilegiado a la hora de seleccionar a los participantes en las muestras colaterales?
“Cuando hemos estado en la revisión de proyectos hemos tratado de que no solamente tengan presencia los artistas consagrados. Dígase artistas que por su obra ya tienen una visibilidad mayor en los medios y en los contextos nacional e internacional de las artes visuales; sino también hemos valorado aquellos proyectos integrados por alumnos de las escuelas de arte y egresados de ellas. Artistas jóvenes con una obra quizás incipiente, otros con una obra en pleno desarrollo, pero que dialogan de alguna manera con esa generación ya establecida.
De igual forma hemos tenido en cuenta que haya un amplio diapasón entre los géneros, las técnicas, las manifestaciones de las artes visuales que estén presentes, para que realmente haya todo un panorama de las artes visuales contemporáneas dentro de la Bienal”.
¿Qué trabajo han hecho para que la muestra colateral no resulte habanacentrista?
“Por primera vez, este año la Bienal se extiende a Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Camagüey, con proyectos ya seleccionados para participar como parte del núcleo central del evento. Eso hace que se sea más abarcador y que se tenga presencia también de artistas de provincia dentro de la Bienal, no solo dentro de su núcleo central, sino como muestras colaterales.
Un caso destacado es el de la provincia de Cienfuegos que ha organizado un programa de actividades con muestras que están interactuando con la selección que se ha hecho para el núcleo central. Pero en las propias muestras colaterales que van a ocurrir en las instituciones de la capital hay presencia de artistas de provincia.
Tenemos participación de artistas de Cienfuegos, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, que viven en esos territorios. No son artistas de esas provincias que viven en la capital. Esto es importante decirlo. También hemos tenido en cuenta que en las muestras colaterales haya representatividad de artistas jóvenes, pertenecientes a la Asociación Hermanos Saíz”.
¿Cómo ha sido la respuesta de los artistas cubanos?
“Pues la respuesta ha sido muy buena. Nosotros hemos recibido una cantidad enorme de proyectos, desde todas partes del país y de todas las tendencias estéticas. Ha sido un trabajo muy duro, muy arduo que prácticamente todavía no concluye.
A pocos días de iniciar la Bienal, aún estamos recibiendo propuestas de artistas que hay que valorar. Al arte y a los artistas no se les puede decir que no. Hay que valorarlos”.
Deje un comentario