Concluyó la segunda edición del  Habana Mambo Festival (HMF), una iniciativa del músico Arnaldo Rodríguez pensada con el propósito de provocar acercamientos a la música popular bailable de hoy, sus realidades y principales incidencias en el panorama  nacional.

Este objetivo resultó pequeño  para todo lo que se logró durante los días en que La Habana vivió esta festividad que  tuvo como escenario principal el legendario Salón Rosado de la Tropical.

En el popular recinto de la Avenida 41 en el municipio Playa, se disfrutó, pese a las inclemencias del tiempo, de la buena música cubana, interpretada por orquestas del más alto nivel de convocatoria.

Como buen anfitrión AMF acogió allí a un evento organizado desde la Agencia de Representaciones Artísticas y Literarias (ARTEX), que con el nombre de Casineando en Playa mostró en leal competencia a siete ruedas de Casino que mostraron en espectáculo la vitalidad del baile en Cuba.

Dale Mambo un Coloquio que sentó pautas

El Coloquio Dale Mambo fue la acción teórica organizada para conocer sobre temas tan medulares como la cultura popular y su realidad en las comunidades.

De los aportes de lo que se conoció en el encuentro y su incidencia en la preservación y socialización en los espacios comunitarios comentó Arnaldo Rodríguez.

"...fue un espacio más entre los que se dedican a profundizar en el trabajo comunitario, y ayuda a que las autoridades y los actores de cada lugar tomen mayor conciencia en cuanto a la importancia del trabajo comunitario para el desarrollo local, y cómo éste último es capaz de generar mayor desarrollo individual y espiritual...".

Con participación de especialistas del Sistema de Casas de Cultura, la Enseñanza Artística, líderes de eventos y proyectos comunitarios, las jornadas resultaron insuficientes para el debate sobre asuntos de vital importancia dentro del entramado de acciones que conforman la identidad cultural habanera.

Allí se habló de grupos portadores de tradición, su significación e importancia, de la necesidad de ponderar la  música popular cubana en los planes de estudios de las academias en Cuba, de la cultura culinaria como factor de identidad nacional y hasta de la realización de eventos que en el país defienden lo autóctono.

Clases magistrales de danza completaron el programa de la acción académica en la que la maestra Julia Fernández, régisseur del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, mostró elementos básicos de las danzas de algunas deidades del Panteón Yoruba, acompañada de los jóvenes bailarines de la Compañía Kubasoy.

Esta acción sirvió para homenajear a la legendaria compañía en sus seis décadas, a lo que se sumó el agasajo a otra leyenda de la cultura cubana en sus 70 cumpleaños: Los Muñequitos de Matanzas.

En representación de la prestigiosa familia rumbera llegó Barbarito Ramos a demostrar cómo se ejecutan los ritmos del Complejo de la Rumba (Yambú, Guaguancó y Columbia), con el acompañamiento de la maestra y bailarina Jeniset Galata.

Esto y más fue el Coloquio Dale Mambo; una acción, que al decir de Arnaldo Rodríguez, puede ser tomada como brújula para encauzar el trabajo en las comunidades desde las expresiones de la cultura popular y tradicional cubana.

Habana Mambo Orquesta, un CD que reverencia la tradición

Un nuevo fonograma también fue presentado como parte de este Festival, aunque sus alcances exceden los límites del evento.

En relación con Habana Mambo Orquesta el también líder de la agrupación El Talismán comentó:

"...es 'la sombrilla' que cubrirá varias acciones encaminadas a resaltar los géneros y ritmos que han marcado la historia de la música cubana.

Nosotros desde la agrupación que lidero nos hemos caracterizado por fusionar ritmos cubanos, latinos y caribeños, pero con este disco nos hemos acercado al Mambo, al Chachachá y a otros ritmos nacionales poco comunes en nuestro repertorio.

Es por eso que este disco es un tributo a nuestra música, y en  él hemos incluido temas de Dámaso Pérez Prado y otros que él compuso a dúo con Benny Moré y que me resultaron novedosos.

Así mismo  aparecen temas de mi autoría, pero siempre desde las sonoridades originales.

Entre los temas que compuse para este volumen  está uno que dediqué  a Hernán López  Cachao, uno de los emblemáticos en el pentagrama cubano, su título es Mambo Cachao y es un homenaje a todos los que han puesto su nombre en nuestras melodías.

El Carnaval de La Habana el gran ausente

En todo el evento que ocurrió bajo el slogan Música, baile y tradiciones populares, hubo un gran ausente: el Carnaval de La Habana, el fenómeno social en el que con virtudes y defectos hacen comunión los tres elementos del slogan.

Apuesto por pensar que fue una omisión involuntaria, porque es el Carnaval habanero el festejo popular más antiguo e importante del país, aún con las consabidas deficiencias que tiene.

En él destaca la tradición desde el festejo en sí, la presencia de casi una decena de comparsas tradicionales entre las que sobresalen Los Componedores de Batea y El Alacrán, ambas con 112 años de existencia, a lo que se suma el Espectáculo de Danza-Teatro Villa de San Cristóbal surgida desde el Proyecto Impulso de la UNESCO para preservar y revitalizar las expresiones más genuinas de los festejos populares.

Estos son solo algunos de los motivos esenciales que me hicieron sentir la ausencia de una mirada crítica, pero aportadora, a ese fenómeno que está en franca decadencia, pero que es parte de la identidad nacional.

A la interrogante de por qué la ausencia el gestor de HMF respondió:

"...en la concepción  del evento ha estado el espíritu de ese festejo, aunque no se dedicó un espacio para él, pero sí estuvieron presentes algunos de sus componentes.

De todas formas  fue la segunda edición del evento y preferimos hacer coincidir los dos eventos el próximo agosto, ya que este año no pudimos disfrutarlo…".

La pretensión del Comité Organizador de HMF es celebrarlo anualmente y extender sus alcances con la presencia de figuras internacionales, lo que lo enriquecerá.