Imagen: Cortesía FTH

Con sendos homenajes a Sergio Corrieri y al trabajo desarrollado por el Grupo Teatro Escambray fue inaugurado el evento teórico de la vigésima edición del Festival de Teatro de La Habana. La Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) recibió a un grupo de representantes de aquel proyecto, quienes compartieron sus vivencias y recuerdos con el público y los invitados extranjeros que asisten a la cita habanera.

“El recuerdo de Sergio está inmortalizado y será para siempre un legado para todas las generaciones futuras”.

El encuentro estuvo moderado por la teatróloga Marilyn Garbey, quien dio lectura a las palabras de Omar Valiño, crítico y director de la Biblioteca Nacional “José Martí”. También intervinieron el actor y director Carlos Pérez Peña, el profesor y crítico de arte Roberto Gacio, Helmo Hernández, presidente de la Fundación Ludwig de Cuba, Rafael González, actual director de Teatro Escambray y el actor Fernando Hechavarría, entre otros.

Carlos Pérez Peña abordó algunas de las razones tras la conformación de la agrupación teatral y la impronta de Corrieri en la organización de esa iniciativa en un contexto complejo como el de los años 60. “Era un director muy exigente y muy elegante a la hora de dirigir. Nunca uno se podía sentir apabullado. La guía de Sergio era algo como imperceptible y, sin embargo, era muy sabia, quizás por eso era imperceptible”, destacó.

De igual forma, mencionó las miradas y esfuerzos por crear un teatro profundo, que propiciara la reflexión, lo cual no estuvo exento del enfrentamiento con los funcionarios.

Roberto Gacio, por su parte, reseñó el papel del Corrieri como actor. Subrayó la capacidad que este tenía para interpretar varios géneros, las líneas principales de acciones dedicadas a los personajes, el empleo del método de Stanislavski y el rol formativo del teatro universitario.

Asimismo, comentó el paso de Sergio por Teatro Estudio y por otras producciones icónicas de inicios de la Revolución, la participación de este en Memorias del subdesarrollo y El hombre de Maisinicú. “El recuerdo de Sergio está inmortalizado y será para siempre un legado para todas las generaciones futuras”, añadió.

La inconformidad, la búsqueda de las bases de una estirpe de actores con respeto, la responsabilidad para con el relevo generacional y el papel de Sergio como actor fueron algunas de las ideas abordadas por Helmo Hernández, quien, además, refirió la necesidad de abordar una figura como la homenajeada ante las carencias en la formación de los jóvenes teatristas cubanos.

El director del Grupo Teatro Escambray, Rafael González, destacó la labor de Corrieri por insertar el teatro en la vida política y social de la nación al llevar al teatro los procesos de cambio con todas las contradicciones. Igualmente refirió aspectos circunstanciales vinculados a la presentación de la puesta Molinos y la impronta de Sergio y Teatro Escambray en referencia a dicha función.

En el espacio también se presentó el libro Sergio Corrieri, más allá de “memorias…”, de Luisa Marisy, el cual fue galardonado con el Premio de la Crítica Literaria en el 2020. Sobre el volumen, Helmo Hernández enfatizó el vínculo entre la creación artística y la investigación y la importancia que en Teatro Escambray le concedieron al público. De igual modo estimó el trabajo de la diversidad cultural desde la formación profesional más exquisita como una de las mayores enseñanzas de esa experiencia.

Hasta el próximo 17 de noviembre la Sala Villena de la Uneac desarrollará el evento teórico correspondiente a esta vigésima edición del Festival de Teatro de La Habana, en el horario comprendido entre las 9:30 a.m. y las 12:30 p.m.