Interactivo o cómo bailar con El recurso del método (II)


interactivo-o-como-bailar-con-el-recurso-del-metodo-ii

 

El método

Como solía decirse en cierto momento cuando se hablaba de pelota “la jugada estaba cantada”. Había una nueva propuesta tanto conceptual como estética para la música cubana que comenzaba el siglo XXI; lo interesante es que esta propuesta no negaba las tendencias en boga en ese momento, pero sí proponía acercarse a ellas desde la altura de diversas generaciones, corrientes estilísticas y reconocía públicamente ciertas influencias que definían el sonido contemporáneo cubano, comenzando a hacer visible la influencia de ciertas músicas tanto africanas como caribeñas traídas por los cientos de estudiantes que cursaban estudios en diversos tipos de enseñanza y que preponderaban su cultura, mientras asimilaban la nuestra.

Esa jugada era sencilla: había un nuevo actor en el entramado de la música cubana y este estaba profundizando y proponiendo un camino interesante. Su nombre: Interactivo y su propuesta se fundamentaba en eso que conocemos como “música alternativa contemporánea” y que desde fines de los años ochenta había comenzado a definir el crítico y periodista Joaquín Borges Triana desde las páginas del periódico Juventud Rebelde en la columna: 'Los que soñamos por la oreja'.

En honor a la más estricta verdad, pocas veces los análisis sobre la música cubana se habían adelantado en el tiempo al comenzar a comprender un fenómeno cultural y estético que trascendía lo popular bailable, la canción y otras manifestaciones. El Joaco, como le conocen sus amigos, había desplegado una extensa red de vivencias que le permitieron entender dos acontecimientos que estaban marcando la música cubana de ese entonces. Por un lado la influencia del rock latinoamericano –donde el mayor peso lo llevó el hecho en la Argentina—y la impronta que comenzaba a dejar la inmigración temporal de estudiantes africanos que habían vivido en Cuba desde fines de los años setenta hasta esa fecha.

Mientras se hablaba indiscriminadamente de “fusión” ante las propuestas musicales que fueron apareciendo en esos años, algunas de ellas constituidas por una amplia amalgama de incoherencias –en su nombre se cometieron muchos crímenes musicales—y de propuestas sin sentidos hoy olvidadas; Joaquín fue decantando y agrupando aquellos trabajos que nos marcarían en el futuro y encaminó sus esfuerzos profesionales a destacarlos y a potenciarlos.

Así las cosas, llegado el nuevo siglo, ya existía una alternativa –que se comenzó a consolidar en los años noventa y en la que destacan las inquietudes musicales de Roberto Carcassés, entre otros músicos— que había sido anunciada en proyectos como Lucha Almada y Habana Abierta, por citar los dos ejemplos más notables y los ciertamente definitorios.

Estaba también la conformación de un hip hop totalmente “endógeno o cubiche” que ya definía sus límites y se abría al mundo (y aquí es importante valorar la impronta poco mencionada de un músico de la talla de Miguel Díaz, conocido como Angá, quien desde Europa entendió este fenómeno y se ocupó de hacerlo saber a productores y difusores importante de aquel continente) con  sus particularidades.

Solo se necesitaba un acelerador o catalizador coherente y este llegó en el año 2002. Entonces nos vimos ante la agradable disyuntiva de aceptar o repudiar lo que se nos avecinaba. Sin miramientos debo decir que primó la aceptación, sobre todo a partir de un consenso tácito no solo de los protagonistas, sino de modo general por la gran mayoría de los músicos, fueran de alta demanda por su trabajo o por aquellos que estaban a la busca de un camino.

Interactivo abrió las compuertas a algo más que la Música Alternativa Contemporánea (MAC).

Resultado: los de entonces y los que llegaron después, no fueron los mismos.

Este recorrido por tan notable momento de nuestra historia musical también tiene entre sus “padres putativos” a tres nombres de hombres de cultura y que generacionalmente están emparentados con Roberto Carcassés; son ellos los escritores Mauricio Záez, Arsenio Castillo y el percusionista Alfredo Hernández, lamentablemente hoy desaparecidos.

Sería Arsenio Castillo quien pusiera la primera piedra en materia de difusión a gran escala del fenómeno al pensar e impulsar un espacio como Cuerda Viva, de hecho la tribuna prístina de esta nueva ruta de la música cubana.

Después del surgimiento de Interactivo las siguientes propuestas musicales que nos han llegado son deudoras en todo de su trabajo, su proyección escénica e incluso hasta de su performance discográfico, de la influencia y la ruta trazada por los fundadores del proyecto. Solo que Interactivo es un organismo vivo, que no muta sino que simplemente se expande y se ajusta a los intereses de sus integrantes, tanto los que se pueden considerar planta fija, como aquellos que arropados bajo su paraguas han hecho camino propio con mayor o menor fortuna.

Y cuándo bailamos con Alejo Carpentier

Lo real maravilloso, esa tendencia que definió a lo que conocemos con el boom de la literatura latinoamericana desde los años sesenta hasta fines de los ochenta del pasado siglo; fue definido –de acuerdo con el parecer de los estudiosos— por la novelística del cubano Alejo Carpentier y la poesía del argentino Jorge Luis Borges.

Alejo, además, fue un constante estudioso de la música y las culturas populares, tanto cubana como universales; el entendimiento de esos procesos culturales le llevó a afirmar que la música cubana junto al jazz y la música brasileña (su impronta africana en lo fundamental) son algunas de las fuentes definitorias de la música popular del siglo XX.

Es el mismo Alejo quien en 1974 publica su novela El recurso del método y es ese mismo año en que se puede generacionalmente definir el suceso Interactivo dentro de la música y la cultura cubana. Para nadie es un secreto que desentrañar la literatura de Carpentier implica un proceso de reflexión profundo, de ser capaz de tener la mente y el accionar abierto a todo proceso musical y cultural. Si su literatura es una sinfonía, de modo general, Interactivo es la sinfonía de estos tiempos en la música cubana.

De ello han dado fe cada uno de sus discos. Hay una línea argumental única que se va bifurcando, en la medida que ocurre este proceso va planteando y presentando personajes –músicos y su música— que entran y salen de su historia y se nos quedan en la memoria.

Al menos así pienso que se debe entender y disfrutar la música y la personalidad cultural de Interactivo. Y no me equivoco al afirmar que el mismo Alejo Carpentier hubiera movido los pies —no es necesario que baile— y se hubiera convertido no solo en un seguidor de la tropa de Roberto Carcassés y sus músicos; incluso no faltaría a ninguno de sus conciertos y nos dejaría para la historia su análisis de este proyecto y su impronta.

Este hubiera sido su método y a él volcaría todos sus recursos.

 

 

Último álbum

En fa sostenido

El CD se encuentra disponible en las plataformas internacionales de música y en Sandunga. 

 


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte