El séptimo arte ha sido una de las grandes pasiones de la actriz Isabel Santos, ella ha protagonizado los más trascendentales filmes cubanos, imprimiéndoles su temperamento y personalidad, entre ellos destacan Clandestinos, Lejanías y Aire frío.
Ese apego al séptimo arte de quien también ha triunfado en la televisión y el teatro, en ocasiones está del otro lado de la cámara en el rol de realizadora, esta vez de un documental que protagonizarán los integrantes de la agrupación rumbera Rumbatá, sobre ese tema la talentosa camagüeyana dialoga con los lectores de esta publicación.
¿Cuáles fueron las motivaciones para el documental?
Siempre digo que las historias que hago en un documental no salgo a buscarlas, a veces pasan años y no llegan las ideas.
Un día estaba viendo la televisión y aparece Wilmer Ferrán (director de Rumbatá), en una entrevista y tal vez porque nos une Camagüey, me despertó la inspiración.
Unos días después vuelvo a verlo en la pequeña pantalla, por tercera vez, y esa fue una señal en la que creí.
Esta provincia es una plaza bien difícil para la Rumba, ya que aquí nacieron grandes músicos de todos los tiempos y géneros, pero la Rumba nunca fue el fuerte.
¿El documental que prepara recreará la historia de Rumbatá?
No, quiero hacer un audiovisual que vaya más allá de las historias de vida de sus integrantes, porque sigo insistiendo en que ese género, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, merece mayor visibilidad, respeto y protagonismo.
Creo que hay que trabajar muchísimo sobre eso, siento mucho pesar cuando veo tantos grupos de Rumba que no tienen ni un clip, y si lo tiene no se transmite.
En el mejor de los casos parece un material filmado con apuro, a lo loco, no con todo lo que lleva, a diferencia de muchas agrupaciones que, en mi criterio, no aportan nada a la música cubana, pero tienen todo lo necesario desde el punto de vista económico para triunfar.
Considero que hay que visibilizar de dónde viene nuestra música, cuál es el origen, y luego de mis arduas investigaciones llegué a la conclusión de que en la Rumba está todo.
Otra de las cuestiones que atentan contra el género es que muchos grupos hacen una “caricatura” de lo que son, pienso que hay que cambiar la manera de pensar y actuar.
No podemos seguir pensando que somos Chano Pozo, él fue un mito, pero de dónde venía, por qué se vestía de una manera específica y otros elementos importantes deben ser sacados a la luz.
¿El documental dará respuesta a esas interrogantes?
Eso trato, este es un material que se acerca a figuras y sitios imprescindibles para hablar de ese género, además de que muestra una ciudad de una belleza particular, una manera de ejecutarla diferente.
Pienso que entre La Habana y Camagüey hay muchos kilómetros de distancia, aunque allí nació, los camagüeyanos de Rumbatá la hacen con mucha dignidad y con la disciplina que les ha enseñado su director, y ese es el principal motivo para el éxito.
Esta agrupación ha empezado a convertirse en referente para músicos profesionales y estudiantes, que han notado en ella un ejemplo distintivo de calidad y respeto, y eso hay que darlo a conocer.
¿Entonces el material que prepara se puede catalogar como homenaje a Rumbatá?
No me gusta esa palabra, este documental es mucho más que eso, está naciendo con el propósito de recoger la memoria de esa agrupación y de la generación que ha disfrutado de su arte, porque en ocasiones perdemos de vista la necesidad de dejar constancia de lo que sucedió.
Quisiera que este material se tomara en cuenta como parte de la memoria del país en el audiovisual.
¿Está influenciado por sus vivencias como actriz de cine?
Sí, eso es algo de lo que no me puedo desprender, está concebido desde una visión muy cinematográfica, a una ciudad, a Wilmer como director y a su gente. Por eso me encantaría titularlo Gente de pueblo.
¿Por qué ese título?
Porque la Rumba es de pueblo, surgió en los lugares más humildes, donde todavía se mantiene viva gracias a la entrega, tal vez inconciente, de la gente más invisibilizada.
Ente imprescindible en este material es el negro cubano, quien todavía no acaba de obtener su lugar a pesar de mucho que se hace desde la directiva del país.
Desafortunadamente cuando miramos hacia los lugares donde han vivido y siguen viviendo una buena parte del negro cubano, encontramos que es en los barrios más marginales, y eso me duele porque formo parte de ese país.
Todo eso es el documental, se que a muchos no les gustarán mis reflexiones, pero las hago desde la cubanidad y el patriotismo más profundo, desde un país que adoro y al que creo ayudaré con ese documental.
Se lo dedico al que me saluda en la calle y no repara en mostrar su afecto hacia mí, al que me ayuda en la calle y al más sencillo. A esa gente también va este documental, en él reflejaré sus realidades, las más tristes y necesitadas de atención.
Si sirve para algo, qué bueno, alguna vez alguien visitará esa vecindad y reconocerá a la mujer que tiene problemas sociales y que conoció desde la pantalla grande, y ese será el principal motivo de satisfacción para mí.
De la actriz a la realizadora. ¿Cuánto ha aportado lo primero a esta nueva manera de hacer cine?
Muchísimo, porque siempre me pongo en la piel del otro, en cuál es su historia de vida, de dónde ha salido.
Cuándo voy a construir un personaje siempre me pregunto sobre sus orígenes, eso no se ve en una película, pero las estudio e incorporo a mi manera de materializar lo que está en el guión.
Mi experiencia como actriz me ha aportado mucho a la hora de entrevistar a los protagonistas, respetarlos.
Me molesta sacar a la luz lo peor de las personas, mis documentales siempre tienen como premisa el sacar lo mejor que cada cual tiene dentro, en eso veo el principal propósito del arte, siempre desde la verdad.
¿Cuál cree que sea el principal aporte del documental?
Que sirva para que la gente voltee la cabeza ante los problemas aparentemente resueltos.
¿Cuáles son las proyecciones más inmediatas de la actriz?
Tengo una película con Marilyn Solaya (Vestido de novia), para el venidero año, el tema central serán las mujeres sufragistas en Cuba, en recordación al centenario de que la mujer cubana lograra el derecho al divorcio.
Tengo otro documental en mente, para el que estoy analizando los términos económicos, y debo seguir investigando sobre la Rumba, ya que no soy una conocedora y tengo que estudiar mucho, porque este documental está hecho desde el amor más grande por lo que descubrí sobre la Rumba y sus fieles.
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