Fotos: Cortesía de la autora.

El volumen La historia en un sobre amarillo. El cine en Cuba (1948-1964), tuvo una nueva presentación, ahora en el contexto de la Feria Internacional del Libro en la subsede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Publicado por Ediciones ICAIC, en colaboración con la editorial Nuevo Cine Latinoamericano, este libro, que ha sido considerado por el cineasta Kiki Álvarez como «un thriller político apasionante» aporta información y reflexiones sobre la historia del cine y a su vez del panorama cultural del país en el período que se analiza, incluido, muy importante, el contexto anterior y posterior al discurso de Fidel Palabras a los intelectuales, de 1961.

Mercy Ruiz, directora de Ediciones ICAIC, dio la bienvenida a los participantes y ofreció valoraciones editoriales del texto, que, dijo «el éxito de público que ha tenido, sobrepasó las expectativas que teníamos».

Especificó asimismo, que este libro aborda años convulsos fundacionales asociados a la cultura cubana y a determinados procesos sociopolíticos de la época, «cuyo epicentro radicaba en el ICAIC precisamente».

Añadió que es un documento muy novedoso porque es una investigación que incluye importantes materiales inéditos, que además está estructurado de manera muy coherente lo que facilita su comprensión; destacó su imagen visual, con una cubierta del reconocido diseñador Raupa, su buena impresión y la calidad de la encuadernación; «estamos seguros de que continuará siendo un éxito editorial», afirmó la también Premio Nacional de Edición, 2020.

El doctor en Ciencias Históricas, Rafael Acosta de Arriba, escritor, investigador y crítico arte, tuvo a su cargo la presentación de este título, cuya edición fue apoyada por la presidencia del ICAIC por su relevancia testimonial para la sociedad cubana actual.

Rafael Acosta de Arriba, Mercy Ruiz e Iván Giroud.

En los primeros momentos de su intervención el historiador atestiguó categóricamente que este «es un libro apasionante (…) que te atrapa y no te suelta hasta el final»; opinó que está, a la par, muy bien pensado, y enfatizó en el importante prólogo de la doctora Graziella Pogolotti, «muy abridor de camino, a los efectos de lo que el libro nos va a decir», y en el que expresa que en los tempranos 60, fue una voluntad de la dirección del país articular orgánicamente las vanguardias artísticas y la política, y aseguró que de alguna manera lo que plantea el texto se inserta en esa voluntad.

El historiador reconoció el valor del texto escrito y expuesto por la investigadora y ensayista Zuleica Romay, en la iniciática presentación del volumen, que se encuentra disponible en Internet.

A partir de este momento, Acosta de Arriba, transformó la presentación en un diálogo con Giroud, a través de preguntas que, de una manera muy amena y fluida, persiguieron información esencial del volumen desde la perspectiva del autor.

¿Cómo surgió en ti la idea de escribir este libro?

«Este libro empezó sin saber que iba a ser un libro, de pronto descubro en esta grabación de un consejo de dirección del ICAIC que está aconteciendo el 2 de julio de 1961; transcribo esta grabación y me digo: yo no puedo quedarme con esto, yo tengo que compartirlo».

Explicó Giroud que Alfredo Guevara a mediados de 2007 le entregó un sobre amarillo con un CD sin identificación para que lo revisara y viera qué contenía; en esta etapa, precisó, Guevara estaba empeñado en aportar su experiencia histórica para el futuro, había publicado varios libros, y seguía buscando todo lo que tuviera para contribuir a la memoria.

El autor narró que al escuchar la grabación le pareció familiar, y se percató de que esta discusión había sido publicada por el presidente fundador del ICAIC en su volumen Tiempos de Fundación, de 2003, pero en el año 2015 comprobó que en el mismo aparecía solo un tercio del registro sonoro de la mencionada reunión, «y realmente la parte más sustanciosa e importante no estaba en el libro», anotó.

«Para mí no se puede entender el ICAIC de 1959 si no se entiende desde la fundación del Cine Club de La Habana, desde la creación de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, porque es que ya esa generación está pensando un nuevo cine, que una vez que triunfa la Revolución, y se crean las condiciones, logra crear un instituto a la velocidad que se creó», argumentó así, que decidió comenzar su investigación en 1948, y agregó que las personas que iban a dirigir ese instituto tenían ya una formación cinematográfica, «pero sobre todo había una conciencia, desde los cursos de verano del profesor Manuel Valdés Rodríguez, Cultura y arte en Nuestro Tiempo, del cine arte, ya ese concepto estaba marcado».

Comentó que empezó entonces a armar una antología de textos con artículos, críticas, que tenía más mil páginas y se lo dio a revisar a la doctora Graziella Pogolotti, a la cual le pareció muy bien y le indicó que debía escribir porque las generaciones más jóvenes no iban a entender qué era lo que contenía el CD del sobre amarillo, y quedaría el texto en un circuito muy cerrado de conocedores, y fue cuando comenzó a escribir el libro.

Acosta de Arriba consideró que fue una decisión correcta e inteligente iniciar la investigación en 1948 porque «siempre me pareció un sinsentido que todo empezara en el 59».Seguidamente indagó en los aportes que en opinión de Giroud hace el volumen a la literatura previa sobre el tema.

A propósito el autor, mencionó la colección realizada por Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, sobre el cine cubano, que recoge hasta los años 1959-1960; «yo creo que la mayor importancia que puede tener La historia en un sobre amarillo es el documento histórico que aparece y permite otras lecturas, no necesariamente las que yo hice, que permite el análisis de otros temas que están ahí subyacentes (…) yo creo que lo fundamental es la suerte de que no boté aquel disco, que lo guardé, lo redescubrí y que, bueno, también yo tengo un sentido de la responsabilidad pública». 

Rafael Acosta de Arriba inquirió acerca de las conclusiones que había sacado el autor de la grabación del consejo de dirección del ICAIC.

Giroud recalcó que esta es una reunión que está aconteciendo el domingo primero de julio, dos días después de las reuniones de los artistas e intelectuales con Fidel en la Biblioteca Nacional, que culmina con el discurso Palabras a los intelectuales. «Es muy conmovedor porque es un momento muy difícil (…) se infiere cómo la política sectaria ya está latente en ese momento y hasta ahora es el primer testimonio que se puede ver de manera más palpable, del inicio, del intento de sectarismo».

Posteriormente evocó un pronunciamiento del reconocido intelectual cubano Roberto Fernández Retamar, en el año 2016, en el aniversario 55 de Palabras… donde el poeta considera imprescindible que se conozcan las intervenciones de los artistas y escritores en aquel encuentro; reflexionó Giroud en que es imprescindible conocer cómo se pensaba, qué estaba pasando, para que llegara Palabras a los intelectuales.

A una pregunta de Rafael Acosta acerca de la localización de esas grabaciones, que juzgó elemento clave para comprender lo que ocurrió, anunció que la historiadora Caridad Masson Senna está preparando un libro que pronto saldrá a la luz que contiene las transcripciones de esas grabaciones; «creo que va ayudar…, a nosotros mismos, pero sobre todo a las nuevas generaciones, a comprender la dimensión de aquellos debates».

Mercy Ruiz advirtió que el volumen Aquel verano del 61 de Senel Paz y Rebeca Chávez, en el que aparecen algunas de esas grabaciones, «que es la versión más completa, hasta ahora de lo que ocurrió». 

Con relación a sus empeños literarios actuales el autor de La historia..., reveló que está trabajando en un libro con el Premio Nacional de Cine, Manuel Pérez Paredes, que aborda los sucesos vinculados al estreno en La Habana, en 1990, de la cinta Alicia en el pueblo de las maravillas, de Daniel Díaz Torres, los antecedentes del suceso y los procesos posteriores a los que dio lugar, y que contará también con muchas transcripciones de reuniones, que no se conocen, cartas, intercambio de correspondencia interna.

El futuro volumen está estructurado en ocho capítulos; recordó, que en medio de esto ocurren otras cosas como la intención de unificar el ICAIC con el ICRT, todo lo cual apuntó, «está encadenado, no se puede separar, y realmente está encadenado desde antes», esclareció, y siguió diciendo: «le he hecho una entrevista a Manolito Pérez, que era el director del grupo de creación que gesta la película; Monolito es muy lúcido, está muy claro y conoce los puntos y las comas del caso Alicia… ».

Compartió que se encuentra retocando el texto que trata lo que está pasando en la década del 90, porque, expresó, el fenómeno de Alicia en el pueblo de las maravillas, no es la película, el problema es lo que está detrás de la película (…) y desgraciadamente la película todavía está hoy estigmatizada y debe hacerse un esfuerzo por naturalizar su posición en la historia del cine cubano.»

El resultado de esta investigación, que tomó cinco años del tiempo de Giroud, es un volumen de 413 cuartillas, con el prólogo sabio y esclarecedor de la doctora Graziela Pogolotti, y un texto introductorio del autor; bajo el subtítulo El cine en Cuba (1948-1964). Entre dogmas y herejías, se suceden cinco partes correspondientes a los temas: Ante meridiano/ El ICAIC/ 1961. Año de rupturas y definiciones/ Pasado meridiano/ y Los protagonistas opinan años después sobre el caso P.M. 

A este inventario se suman, bajo el subtítulo Un sobre amarillo, la transcripción de la reunión del domingo 2 de julio de 1961 a las seis de la tarde, y su similar de la continuación de la reunión, así como un grupo de anexos: la Ley de creación de, el ICAIC, la Comisión de Estudio y Clasificación de Películas Cinematográficas y Disolución de la Comisión Revisora, así como el acuerdo del instituto de suprimir películas de tendencias reaccionarias, y el Memorando que Tomás Gutiérrez Alea le envía a Alfredo Guevara luego de la censura de P.M, entre otros; también un acápite de lecturas sobre cine en Cuba (1948-1964) y fichas biográficas.

La escritora Zuleica Romay ha dicho sobre este texto:

«En el caso de Cuba, todavía deudora de una historia de la Revolución que reconozca cabalmente sus luces y sombras, los años de radical transformación social ofrecen incentivos que rebasan el disfrute del ejercicio historiográfico. Por eso juzgo muy oportuna la publicación de La historia en un sobre amarillo. El cine en Cuba (1948-1964), el tercer libro de Iván Giroud».

(Cita tomada de Polémicas sobre el cine y la Revolución Cubana en los sesenta: nuevas iluminaciones. Palabras de la primera presentación al libro «La historia en un sobre amarillo. El cine en Cuba (1948-1964)» de Iván Giroud. Ediciones Nuevo Cine Latinoamericano y Ediciones ICAIC, La Habana, 2021, por Zuleica Romay.)