«Escoge un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida». La frase es del filósofo chino Confucio, y la pronunció recientemente el antropólogo e investigador Jesús Guanche al recibir el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2023, en el segundo día de la 32 Feria Internacional del Libro de La Habana.

Se reconoce así –advierte el veredicto del jurado– los estudios de Guanche sobre los componentes étnicos de la nación cubana, su obra investigativa dentro de la antropología social y cultural, así como la profundidad de su pensamiento.

Se destaca también la incorporación de aspectos novedosos y poco estudiados de la cultura popular cubana, tanto en los orígenes hispanos como africanos. La vasta obra del premiado es modelo a seguir en los estudios antropológicos, así como su participación creativa en las labores de la Academia de Ciencias de Cuba, la Academia de Historia y la Sociedad Cubana Amigos del País.

«Guanche constituye un formidable ejemplo de laboriosidad y constancia como investigador, con enorme capacidad profesional y proverbial modestia personal». Así lo dejó claro el académico Alberto Prieto Rozos, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2019 y amigo personal del agasajado, quien es autor de Componentes étnicos de la nación cubana, El cuerpo humano y sus símbolos y Africanía y etnicidad en Cuba.

Agregó Prieto que Jesús Guanche Pérez «es uno de los más descollantes intelectuales de nuestro país, cuya obra constituye un pilar importante en el proceso de descubrimiento de las raíces etnohistóricas del pueblo cubano». Simboliza un referente para nuevas generaciones de investigadores, lectores que consultan sus títulos y estudiantes que han crecido bajo su égida. Así lo demuestra en su actual labor en la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei, China, y antes en la Fundación Fernando Ortiz, la del Nuevo Cine Latinoamericano, el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y el Instituto de Antropología.

Sobre su formación y el gusto por la lectura, comentaba Guanche recientemente en entrevista al portal web Cubaliteraria:

En la secundaria fui un asiduo visitante de la Sala Juvenil de la Biblioteca Nacional José Martí. En mi adolescencia prefería los libros de aventuras, y allí tenía la posibilidad de llevármelos para la casa, leérmelos rápido y poder cambiarlos pronto por otros. Tenía un gran hábito de lectura que nos inculcó un profesor de sexto grado, quien fue una persona extraordinaria, muy íntegro, con una capacidad comunicativa maravillosa. Hacíamos excursiones con él que se convertían en espacios para conversar de varios temas. Mi familia nunca estuvo en contra de aquellas enseñanzas y paseos instructivos, al contrario, tanto mi papá como mi mamá me apoyaron muchísimo. Pienso que el papel del profesor es vital, pero siempre debe ser complementado con la familia. En esos tiempos no había internet, quizás si hubiese existido, el reto de aquel profesor hubiera sido mayor, pues una de las cosas más importantes para formar es la capacidad selectiva.

En esa misma conversación, Jesús Guanche calificó al musicólogo e investigador Argeliers León como su padre intelectual en el mundo de la antropología, la bibliografía de don Fernando Ortiz como una guía y estímulo indispensables, así como las Obras Completas de José Martí.

También el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2023 se refirió a inquietudes presentes y sugerencias hacia dónde dirigir la mira en futuros empeños editoriales:

Sería bueno actualizar los diccionarios de literatura cubana con nuevos autores. Otra publicación que sería necesaria es un atlas lingüístico de Cuba, que aportaría un instrumento fuerte para el viejo deseo de obtener de manera sistemática la riqueza lingüística del país. No todos, de manera plana, hablamos español y ya, sino que hay muchas personas que hablan otros idiomas, tanto a nivel de nacimiento como de estudios, y este potencial multilingüe, que tiene el país para autoenriquecerse y para colaborar, desaparece de los censos. Se le otorga mayor prioridad a los aspectos económicos o demográficos y se obvian las cuestiones culturales. Resulta que los seres humanos, aparte de la esencia biológica, somos íntimamente culturales, y este es un factor importante para el desarrollo. Uno elabora la cultura según piense, y ahí está el recurso de la lengua. Esos detalles no siempre se comprenden con claridad, ni se facilita la conversión de propuestas a ejecutar. Esto es importante para las políticas étnicas, el respeto a lo local, a lo regional, la condición cultural del ser humano,

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Tomado de El Cañonazo no.3, del 18 de febrero de 2024

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