Como una relación sólida y sostenida en el tiempo, así define Vania Borges su vínculo con la canción, género que la ha llevado a escenarios nacionales e internacionales tras la impronta de una herencia musical que con orgullo y prestancia lleva consigo.
En medio de la dinámica de trabajo que exige ser en estos momentos integrante de un riguroso jurado que determinará los nuevos ganadores del concurso Adolfo Guzmán, la carismática y muy seguida intérprete, remeda aquel Premio de la popularidad del concurso homónimo, que marcó pauta en su posterior crecimiento profesional.
En esta ocasión, junto a la Musicalísima Beatriz Márquez, el maestro José Loyola, el director y arreglista Guillermo Fragoso, la solista lírica y multipremiada Milagros de los Ángeles Soto; el músico, compositor y arreglista, Orlando Vistel; así como el director de la Orquesta del ICRT Miguel Patterson, por demás, director del jurado, Vania asumirá el enorme compromiso de impartir justicia en el considerado certamen más importante de la canción cubana.
Sobre estas y algunas otras consideraciones relacionadas conversamos con la intérprete.
¿Cómo distingue Vania su relación con la canción?
"Mi relación con la canción se inició desde muy temprana edad. En mi casa las mujeres de la familia cantaban muy bien, mi bisabuela, mi mamá, mi tía. Siempre estuvimos muy relacionadas con esa historia. De hecho, mi papá era oboísta de la orquesta del ICR y se solían hacer como unas fiestas todos los domingos donde todos iban a cantar y nos divertíamos muchísimo.
En casa se escuchaba en sentido general mucha música, especialmente canción y eso implicaba que lo mismo se oyera un bolero por Elena Burke que a Mozart y Bettoven; pero, ciertamente, la canción siempre estuvo presente en mi vida."
¿Qué lugar ocupa específicamente el concurso Adolfo Guzmán en tu vida?
"El concurso Adolfo Guzmán marcó un antes y un después en mi carrera. A raíz de haber participado en el Guzmán del 2002 defendiendo esa canción de Pedro Romero - a quien perdimos recientemente - Qué hago con la canción y con la cual obtuve el Premio de la popularidad, ese momento fue justamente el colofón para que Vania iniciara su carrera como solista. A partir de eso y la repercusión de esa canción tan bella, decidí salir de la orquesta Bamboleo e iniciar mi carrera como solista.
Ya había participado en galas del concurso como invitada, pero nunca antes había concursado.”
En esta oportunidad, de intérprete, asumes el rol de jurado. ¿Cómo valoras la calidad de las obras presentadas?
“Increíblemente y para mi placer, en un momento donde hay tanta banalidad, música mala, grosería a la hora de decir, tanta gente creando cosas tan absurdas y personas que siguen esa mala historia, se siguen escribiendo canciones bonitas que representan la música cubana y con la calidad necesaria como para ser presentadas en un concurso como El Guzmán, que es el más importante de la canción en el país; y sí, continúan naciendo buenos temas, a pesar de toda la mediocridad que pueda existir."
¿Qué siente Vania, le va faltando a la canción por estos tiempos?
“Creo que le está faltando promoción, espacio en los medios especialmente en la televisión; apoyo, pues me he fijado que en la programación de espacios estelares musicales (hay pocos), excepto Mediodía en TV, por ejemplo, uno de mis programas favoritos y muy preocupado por la inclusión de géneros, y donde, por suerte, no falta la canción, hay otros muchos donde se pondera lo que está en la calle y lamentablemente no, la canción. Y sí, lo que suena hay que mostrarlo; pero no eliminar un género como la canción, que siempre ha distinguido la banda sonora de este país.”
¿Cuál sería tu consejo a los intérpretes, una vez que se adueñen de sus respectivas canciones en el concurso?
"Mi único consejo es que lo den todo como en aquel momento lo hice yo cuando defendí Qué hago con la canción. La entrega es vital, que sientan lo que están interpretando, tomen el tema como si fuese propio; y aun cuando no fueran premiados, lo más importante es valorar la posibilidad de participar en este concurso tan grande. Porque ese es el primer premio. Que se sientan ganadores e importantes, porque de ese concurso han salido muchos intérpretes y canciones que han trascendido en el tiempo."
Así, en medio de las exigencias que traen consigo las jornadas de trabajo previstas para la etapa final del concurso en el mes de septiembre y los múltiples compromisos que esta cancionera por excelencia no deja de asumir, esperamos noticias de su próximo álbum. Mientras, nos quedamos cerca de su desempeño como voz autorizada sobre ese género del que no puede desprenderse por muy fuertes que batan los vientos, sencillamente, porque la canción siempre está presente en su vida.
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