Como alternativa a la situación sanitaria que hoy afronta el país, las autoridades de Cultura en La Habana han diseñado un conjunto de medidas para mantener en aislamiento a sus trabajadores, aunque sin dejar de cumplir con el encargo social de las instituciones que se les subordinan.
Ejemplo de ello es lo que sucede con las academias donde se forman a los futuros profesionales del arte.
En diálogo con Erdwin Varela, vicedirector encargado de este particular en la capital cubana, supimos que en una acción conjunta entre los claustros de la enseñanza general y los de las especialidades artísticas, se han confeccionado guías de trabajos y ejercicios para que los educando continúen su preparación desde sus casas.
Aprovechando las bondades de las tecnologías de la información y la comunicación, se han creado grupos de chat por Messenger y WhatsApp por donde los maestros dan seguimiento a lo que los alumnos hacen.
El monitoreo a las actividades de los estudiantes, desde la Internet, incluye el seguimiento a las Teleclases y a las actividades prácticas con las que mantienen activos sus conocimientos de danza y música que se imparten en las unidades docentes.
"Las directoras de los Conservatorio donde se forma la continuidad de los profesionales del arte en La Habana, reconocen la utilidad del apoyo de los familiares en esta misión tan poco habitual de convertir los hogares en aulas de música o en tabloncillos para el estudio de la danza o el ballet...", comentó vía telefónica Varela.
De esta manera los estudiantes de las especialidades artísticas que se preparan en las entidades docentes de la capital cubana, mantienen el vínculo necesario con sus profesores, al tiempo que no se alejan de las materias contenidas en sus planes de estudio.
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